RABELAIS Y MONTAIGNE

Rabelais

Las ideas pedagógicas de Rabelais se hallan dispersas por toda su producción. Es un escritor de estilo burlesco y satírico, pero de fuerte crítica reconocida. Los puntos clave contra la educación tradicional versan sobre la formación latina y la docencia en Paris, partiendo de la falta de pragmatismo del profesorado a la hora de enseñar y de conocimientos no útiles para el alumnado. Afirma que los modelos de conocimiento medievales dependen de la memorización y de la técnica oratoria, en vez de tener un efecto práctico a la hora de contribuir en el individuo dentro de la sociedad. No parten de la experiencia y encubren argumentos vacíos.

Para el autor se exige una práctica moral y desarrollar el intelecto, si se desea formar hacia perfección. El programa que propone es muy extenso y abarca materias que generalmente acababan en “studia” muy especializados, pero todas con una orientación realista y naturalista. Suponiendo su concepción un pensamiento propio del s. XVII.

Francois_Rabelais_-_Portrait

Michel Montaigne

Considera la educación no como instrumento práctico, sino como elemento esencial para la educación como núcleo de la condición humana. Presenta posturas muy diversas, desde estoicas hasta extremismos. Es el resultado del desencanto por el humanismo. Como coetáneo de las guerras de religión, desarrolla una postura cínica, acusando al humanismo de abusar de la dialéctica como una fingida erudición. Ridiculiza el saber único de los libros y la brillantez verbal. Asume que el ser humano está atrapado en los límites de la naturaleza. Considera pues que el aprendizaje se puede únicamente a limitar al juicio personal y moral de los hechos, siendo el mejor maestro la propia vida.

montaigne