ANTECEDENTES MEDIEVALES

La historia de la ecuación en Francia hasta 1500 es un reflejo del conservadurismo, de agotamiento intelectual y de discrepancias internas que llevarían a la prácticamente ausencia de aportación francesa en la educación occidental hasta el s. XVII.

Las fuentes de las discrepancias que dejaron lastrada la innovación pedagógica francesa subyacen ya desde el s. VIII y IX, con los capitulares de Carlomagno que promocionaban nuevas escuelas y universidades, y paralelamente los decretales eclesiásticos con mismo fin. Eso llevó a sentar las bases del conflicto acerca de la jurisdicción educativa, siendo el exponente más significativo la Universidad de Paris.

En el siglo XII y XIII, las disputas internas pasaron a tener un tercero, la iniciativa municipal. Ante los decretos de 1179 y 1215, en los que se obligaba al mantenimiento de escuelas gratuitas por parte de los obispos, y dando el pleno control de ellas a las universidades catedralicias que controlaban de facto el cabildo catedralicio; las ciudades comenzaron a promocionar escuelas dependientes al municipio. La Iglesia lo consideró una usurpación de competencias y no tardó en darse respuesta del papado; si bien los resultados fueron diversos, polémicos y muy infructuosos para ambos bandos. Esta dinámica es la que marcó a la educación francesa durante todo el siglo XV, haciéndola prácticamente insusceptible, a efectos prácticos, del humanismo italiano.

Con respecto a las universidades francesas, son tres las que sobresalen y son ejemplos muy claros de porque el humanismo tuvo un calado muy particular y con una respuesta tan reaccionaria: la Universidad de Paris, Montpellier y Toulouse.

La universidad de Paris no tiene fundación como tal, más que es un mero desarrollo complejo de una universidad catedralicia del siglo XII. Al igual que los gremios de artesanos, los maestros se asociaron en “universitas” que fueron la célula promotora de dos disciplinas muy significativas del momento la teología y el derecho canónico; para satisfacer una demanda que en ese momento ni Bolonia ni Salerno (las otras dos competidoras del momento) podían.

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Universidad de Paris-Sorbonne

Sólo otras dos universidades fueron fundadas en la misma época que París, a saber, Montpellier y Toulouse. Ninguna de estas dos llegó a tener fuerza institucional suficiente y fueron objeto del intervDissectionencionismo papal.

Si bien se consta en las fuentes como centro de convergencia cultural entre musulmanes, cristianos y judíos en 980. De Montpellier se referencia como universidad en 1180 y la historiografía le acusa su origen a lo éxodos de judíos, especialmente médicos procedentes de las tierras musulmanas tras ataques de los reinos cristianos de la Península Ibérica. De ahí se achaca su profusión en la medicina. Pero no tardó en caer en manos supervisoras eclesiásticas por orden de la Santa Sede, ante la total falta de organización. Los primeros “studia”, vinieron de la mano del obispo de Maguelonne y bajos consejo de los maestros de la misma, del cual se le daba un estatus privilegiado a los médicos.

La fundación de Touluse tiene un origen distinto, fue resultado de las condiciones impuestas al conde Raimundo VII de Touluse tras las guerras albigenses de las que salió derrotado, y entre esas fue las financiar y mantener durante 10 años un nuevo “studium” en la región. La universidad en cuestión fue una oportunidad por parte del papado de restablecer la ortodoxia en aquellos territorios heréticos. Como foco de atracción tuvo muchos alicientes como indulgencias plenarias a todos los pecados quienes vinieran a enseñar o estudiar, o la ausencia de restricciones para acceder a Aristóteles y otros clásicos que por el contrario si las había en París. Sin embargo ninguna prosperó debido especialmente a las restricciones del derecho civil, exceptuando Tolouse, por parte de Honorio III; eso justifica la aparición de muchas universidades como Orleans, Angers, Nantes o Aviñón con un fin fundacional orientado a la jurídica mundana, infructuosas y en las manos del clero. Por otro lado en Italia para satisfacer las necesidades en esa materia de Francia se explotó en Bolonia estudios relativos, mientras en que al otro lado de los Alpes los estudiosos encontraron refugio en el derecho canónico.