Contemporáneo a Vives y Sturm, fue Thomas Elyot, con su gran obra “The Boke Named the Governour” . El tema principal de sus producciones políticas era la educación de muchachos con vistas ocupar los puestos más importantes en la vida pública. Una vez extendido los clásicos en etapas de crianza de noble cuna, y a finales de la misma ya haber realizado una profunda inmersión a latín y al griego. Elyot se opone a los castigos físicos y al aprendizaje mecánico. Sugiere una orientación inmediata en la que poco a poco se le va curtiendo y ejercitando al latín, música, dibujo, escultura entre otros. A los 7 años ya exige un reconocimiento de la gramática en la lengua vernácula para facilitar el aprendizaje de griego y latín. A diferencia de otros autores, Elyot tuvo en consideración el temperamento y conductas del niño a la hora de encaminar sus intereses a la educación, sin hacer de su comportamiento algo negativo, sino positivo en el apoyo de la instrucción.
Consideraba que hasta los 18 años, tenía tiempo más que suficiente para conocer los clásico y ser ducho en latín y griego, para dar el salto a la filosofía y el derecho. A la vez que desde muy joven estuvo practicando el ejercicio de la espada, natación y equitación junto a otra disciplinas como carrera y baile.
Sin embargo pese a la orientación de su producción fue muy consciente de que la educación estaba más allá de los límites de la nobleza, y elementos básicos que presentaba sus obras también eran susceptibles de ser enseñados en las escuelas de latinidad y catedralicias, de ahí que tanto “The Boke Named the Governour” fuera escrito en lengua vernácula. Su objetivo al fin y al cabo era mejorar la situación lamentable de las escuelas del momento; siendo crítico con la poca promoción para estos estratos bajos, con maestros poco asalariados y padres despreocupados, pese que en su época el acceso a las escuelas ya fuere gratuito.