Tomás Moro

1. Reseña biográfica

Sir Thomas More nació en Londres el 7 de febrero de 1478, en el seno de una familia de comerciantes y magistrados. Pronto dio muestras de una excepcional inteligencia y capacidad para el estudio. Estudió durante cinco años en la escuela de Saint Anthony, dirigida por el humanista Nicholas Holt, donde destacó en la dialéctica. A los trece años entró como paje al servicio de John Morton, arzobispo de Canterbury y canciller de Inglaterra. Este le subvencionó dos años de estudios en la Universidad de Oxford, en los que sobresalió en retórica, dialéctica, filosofía y griego.

Moro se marchó de Oxford sin graduarse y empezó a estudiar derecho en Londres. En 1499 conoció a Erasmo de Rotterdam, con quien entabló una gran amistad. Impulsado por la fe, estuvo a punto de ingresar en la orden franciscana y, posteriormente, en la de los cartujos. No obstante, terminó de estudiar derecho y comenzó a ejercer como abogado, alcanzando una notable fama.

En 1504 Moro inició la carrera política. Tras ser nombrado diputado de la Cámara de los Comunes, se enfrentó con Enrique VII. Tras salir libre de un primer proceso judicial, viajó por Europa, visitando las universidades de París y Lovaina, en compañía de Erasmo.

En 1509 murió Enrique VII y fue sucedido por Enrique VIII. Moro le escribió un poema al monarca, con motivo de su coronación, y gracias a él entabló relación con el nuevo rey. El soberano se dejó seducir por la recia personalidad del humanista y sus conversaciones fueron cada vez más frecuentes y prolongadas. A partir de 1515, Enrique VIII envió a Moro al frente de diversas misiones diplomáticas a los Países Bajos y a Francia. En los Países Bajos, se encontró con Erasmo y redactó la segunda parte de Utopía. De vuelta a Inglaterra, escribió la primera. Y en 1516 la obra fue publicada en Lovaina. En 1517, Enrique VIII le nombró miembro del Consejo Privado. Y en 1521 fue nombrado subtesorero. Tras haber sido presidente de la Cámara de los Comunes y canciller del ducado de Lancaster, fue nombrado Gran Canciller en 1529.

La oposición al divorcio de Enrique VIII y Catalina de Aragón le llevó a la dimisión “por motivos de salud” en 1532. Se retiró a su casa de campo de Chelsea, donde vivió dos años. Enrique VIII quiso contar con su apoyo y le invitó a su boda con Ana Bolena, pero Moro se negó a acudir. Después, el monarca le exigió que jurase la ley de sucesión que reconocía a la hija de Ana Bolena, Isabel, como legítima heredera al trono, y Moro también se negó. Enrique terminó castigando la oposición de Moro a sus deseos con la prisión en la Torre de Londres. Entonces, le exigió al humanista la adhesión al Acta de Supremacía y su negativa le supuso la condena a muerte. El 6 de julio de 1535, Thomas More murió decapitado. Moro fue proclamado santo en 1935 por Pío XI.

Thomas More fue un hombre de espíritu abierto y sumamente sociable, católico convencido y ferviente, y sincero practicante. Era modesto en el vestir y parco en la comida y en la bebida. Vivió entregado por entero a su profesión, con la que alternó en sus ratos libres el estudio y cultivo de la literatura y las lenguas. De misa diaria, acudía a romerías piadosas, leía salmos y letanías, componía jaculatorias y glosaba antífonas. Poseía un gran ingenio, suma inteligencia, una gracia fácil y fluida, que comunicó a sus escritos, y muy buen humor. Era un gran conversador.

2. Introducción a la obra

Al margen de Utopía, la producción de Thomas More es muy poco conocida, aunque en su tiempo fue muy divulgada. Su extensa obra abarca géneros muy diversos:

  • Poemas en latín e inglés, como Cuatro piezas, Epigrammata o el célebre Poema sobre la coronación de Enrique VIII.
  • Traducciones del latín, como la de los Diálogos, de Lucano.
  • Biografías, como Life of Pico della Mirandola o la Historia del rey Ricardo III.
  • Tratados en defensa de la fe católica, como Responsio ad Lutherum (Respuesta a Lutero), A Dialogue Concerning Heresies (Un diálogo sobre la herejía), The Confutation of Tyndale’s Answer (Refutación de la respuesta de Tyndale) o The Answer to a Poisoned Book (Respuesta a un libro envenenado).
  • Tratados espirituales, como Treatise on the Passion (Tratado sobre la pasión de Cristo), Treatise on the Blessed Body (Tratado sobre el Cuerpo Santo), Instructions and Prayers (Instrucciones y oraciones) o De Tristia Christi (La agonía de Cristo).
  • Y por último, su magna obra De optimo rei publicae statu sive de nova insula Utopia.

3. Utopía

Al tiempo que Baltasar de Castiglione definía al perfecto cortesano y Nicolás Maquiavelo al príncipe, Thomas More intentó describir un estado ideal, al que llamó Utopía, nombre compuesto por las palabras griegas “u” (no) y “topos” (lugar), es decir, un lugar inexistente. El éxito de la obra hizo que la palabra perdurara y hoy sirva para hacer referencia a un “plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación”.

Utopía es una obra atractiva por diversos motivos:

  • Por la profundidad y crudeza de su crítica social.
  • Por el despliegue de imaginación y sentido del humor.
  • Por la novedad de algunas de sus ideas políticas y sociales.

Utopía comienza con unas páginas de presentación que narran el encuentro en Amberes de Moro con un burgués de dicha ciudad, amigo suyo, llamado Pedro Egidio. Este le presenta a un marino portugués llamado Rafael Hytlodeo (cuyo nombre, compuesto por raíces griegas, puede traducirse como ‘espíritu visionario’ o ‘narrador de fábulas’).Se trata de un hombre de edad avanzada, prudente y experto en la navegación, conocedor del latín y el griego, compañero de Américo Vespucio en sus viajes al Nuevo Mundo, que había explorado las nuevas tierras por su cuenta, lo que le había llevado a descubrir una isla muy singular de los Mares del Sur llamada Utopía. Los tres personajes se reúnen en el jardín de la casa en que se hospeda Moro y allí tiene lugar una larga conversación dividida por la comida. En la primera parte realizan una crítica de la sociedad de su época (centrándose especialmente en la inglesa) y en la segunda Hytlodeo describe Utopía.

3.1. Crítica.

Moro se vale de Hytlodeo para criticar, en primer lugar, a la monarquía:

  • Expone que prácticamente no ha habido en el último siglo sucesiones pacíficas y que los monarcas constituyen una auténtica galería de monstruos.
  • Denuncia que los reyes se ocupan más de la guerra que de la protección de sus súbditos.
  • Se queja del afán por acumular dinero y de los gastos inútiles.
  • Duda de la utilidad de los consejos, teniendo en cuenta las actitudes absolutistas de los monarcas.

Después, extiende su crítica a toda la sociedad (aludiendo claramente al caso inglés):

  • Critica a la nobleza feudal ociosa, que vive de la explotación de sus campesinos.
  • Afirma que la concentración de riqueza improductiva lleva a la población al bandidaje.
  • Critica a los terratenientes que cercan sus tierras, expulsando a los campesinos, para dedicarlas a pastos para las ovejas, cuya lana se exporta a los Países Bajos.

Moro propone diversos remedios:

  • Frenar la codicia de los nobles.
  • Restaurar la agricultura.
  • Crear manufacturas que ocupen la mano de obra excedente.

3.2. Descripción del reino de Utopía.

Al no creer posible encontrar una solución satisfactoria en la sociedad, el optimismo humanista de Moro le lleva a plantearse la creación de una nueva sociedad, libre del peso de la tradición. En consecuencia, rompe con su presente y crea un mundo nuevo utilizando abundantes nombres propios privativos:

  • Utopía (en ningún lugar).
  • Amaurota, la capital del reino (irreal).
  • Anhidro, el río principal (sin agua).
  • Ademos, el príncipe (sin pueblo).

Analizamos a continuación los principales aspectos de Utopía.

Características geográficas del reino.

Utopía fue fundada por Utopo tras conquistar el territorio denominado Abraxa, que era una península con forma de luna en cuarto creciente. No obstante, Utopo la convirtió en isla excavando un istmo de 10 km.

Convertida en isla, Utopía contaba con buenas defensas naturales, que hacían complicada su conquista: bancos de arena y escollos ocultos que dificultaban la entrada por mar, una gran roca sobre la que había un fortín, y un desembarcadero natural, que podía ser protegido con no demasiadas tropas.

Moro decidió que Utopía fuese una isla porque ello le confería importantes ventajas:

  • Definición clara de fronteras para evitar disputas por los límites del reino.
  • Aislamiento para poder desarrollar el modelo utópico.
  • Condiciones naturales para favorecer la seguridad defensiva.

El reino de Utopía estaba formado por 54 ciudades, que tenían las siguientes características:

  • Eran prácticamente equidistantes, es decir, estaban separadas unas de otras por una media de 20 km (esto es, una jornada de camino).
  • Sus términos municipales tenían extensiones similares.
  • Todas las ciudades tenían idioma, instituciones y leyes comunes.
  • Estructuralmente eran muy parecidas. Todas las calles tenían la misma anchura y las casas tenían fachadas similares y jardines especialmente cuidados (existía cierta competitividad por tener los mejores jardines).

La capital de Utopía se llamaba Amaurota. Ocupaba una posición central en la isla. Estaba protegida por muros, torres y un foso. Era la sede del Senado.

La estructuración geográfica también tenía ventajas para Moro:

  • Elige una estructura de federación de ciudades, evitando la existencia de señoríos feudales (laicos o eclesiásticos). Además, comprende la importancia del modelo de vida urbano, propio del Renacimiento, respecto a la vida rural bajomedieval.
  • Evita el problema de las comunicaciones, propio de todos los estados de su época.
  • Evita los problemas derivados de tener instituciones y leyes distintas en una misma monarquía (típicos de los Estados de su época).
  • La lengua única aparece como elemento unificador de la nación.
  • Evita los problemas derivados de la indefinición de los términos municipales (ya que los cultivadores no son propietarios y no desean ampliar sus tierras).
  • Las ciudades, las calles y las casas son muy parecidas, lo que evita los roces entre la población por la calidad de vida.

Organización del poder.

Utopía es una democracia gobernada por un príncipe. Junto a él hay otros magistrados:

  • Sifograntos o filarcos. Hay 200. Cada sifogranto representa a 30 familias. Son elegidos democráticamente por los miembros de dichas familias.
  • Traniboros o protofilarcos. Hay 20. Ocupan el cargo durante un año. Cada traniboro representa a 10 sifograntos. Son elegidos por estos.
  • Príncipe. Los sifograntos eligen a un príncipe por medio de voto secreto, entre cuatro propuestos por el pueblo. La dignidad de príncipe es vitalicia. El príncipe es revocable en caso de tiranía. El príncipe se reúne con frecuencia con los traniboros para tratar los negocios de la República.
  • Senado. Cada senador representa a la cuarta parte de una ciudad (por cuyos habitantes es elegido). El Senado trata los asuntos importantes de la República y debe aprobar las decisiones del príncipe y los traniboros.

Fiel a su opinión sobre la monarquía, Moro convierte el gobierno de utopía en una república democrática:

  • Todos los cargos, hasta el de jefe de Estado, son elegidos democráticamente.
  • El Senado debe aprobar las decisiones de los principales magistrados, incluido el príncipe.
  • El príncipe puede ser derrocado en caso de tiranía.
  • La única concesión es el carácter vitalicio del cargo de príncipe.

Vivienda.

En Utopía todas las viviendas son muy parecidas:

  • Las fachadas de los edificios son similares.
  • Todas las casas están situadas en calles de igual amplitud.
  • Todas tienen cerraduras muy sencillas, que se pueden abrir fácilmente. Nadie teme los robos porque no hay propiedad privada y nadie posee objetos de especial valor.
  • Todas las casas tienen jardines especialmente cuidados. Existe cierta competitividad por tener los mejores jardines.
  • Cada 10 años las casas cambian de moradores por sorteo.

Con este planteamiento del tema, Moro evita distintos problemas:

  • Las envidias producidas por la calidad de las viviendas.
  • La inseguridad interna derivada de los robos y los saqueos.
  • La falta de cuidado de los edificios y la dejadez de los espacios verdes.
  • La patrimonialización del espacio.

Agricultura y ganadería.

Todos los habitantes de Utopía son expertos en los trabajos del campo. Aprenden dichas labores en la escuela, realizando prácticas en las afueras de las ciudades.

Tanto las mujeres como los hombres trabajan en el campo, cultivando el terreno, cuidando ganado o talando árboles. El trabajo en el campo es rotativo, en turnos de dos años. Para mejorar la productividad, utilizan todo tipo de utensilios.

La agricultura proporciona a los regnícolas todo lo necesario para el consumo autosuficiente. Los métodos de trabajo permiten la obtención de excedentes todos los años. No hay propiedad privada de la tierra, por lo que el Estado es el propietario tanto de la tierra como de los productos recogidos.

Moro presta una especial atención al trabajo del campo al explicar el modelo económico de Utopía:

  • Resalta la necesidad de formación desde la infancia.
  • Formaliza un sistema de turnos para compartir la dureza del trabajo agropecuario.
  • Reconoce la utilidad de la tecnología para incrementar los rendimientos agrícolas.
  • En su mundo ideal, no necesita importar grano, sino que produce excedentes comercializables.
  • El Estado (el pueblo) es el propietario de la tierra, los medios de producción y los productos.

Trabajo.

En Utopía trabajan tanto las mujeres como los hombres. Estos realizan trabajos más duros que aquellas. Junto a los trabajos del campo, los niños tienden a aprender los oficios artesanales de sus padres. No obstante, si quieren aprender otro oficio diferente, pasan en adopción a otra familia, bajo la supervisión de un magistrado.

Los ciudadanos pueden aprender tantos oficios como quieran. En Utopía, los filarcos se ocupan de mantener el pleno empleo, por lo que no hay vagabundos.

La jornada laboral es de 6 horas diarias, en turnos de 3 horas de mañana y tarde; tiempo suficiente para producir excedentes. Los utópicos suelen ocupar el tiempo de ocio escuchando música, leyendo literatura, asistiendo a tertulias o participando en juegos de habilidad. También hay utópicos que prefieren seguir trabajando fuera de su horario laboral.

El trabajo no es retribuido con dinero, ya que no existe en Utopía. El ocio tampoco cuesta nada.

Los únicos que tienen el privilegio de no trabajar en Utopía son los estudiantes, cuya misión es prepararse para convertirse en embajadores, sacerdotes, magistrados o, incluso, príncipes.

Es curiosa la concepción del trabajo de Moro:

  • Reduce la jornada laboral a 6 horas diarias, y piensa que con apoyo tecnológico y motivación es tiempo suficiente para producir excedentes.
  • Relaciona el aprendizaje de oficios con la vida familiar, siendo excesivo en el tema de las adopciones.
  • En Utopía existe el pleno empleo.
  • El trabajo no es remunerado con dinero.
  • El ocio es gratuito.

Relaciones sociales.

La vida en Utopía parte de la familia. En cada una, la autoridad corresponde al más anciano “capaz”. Las mujeres sirven a los maridos; los hijos a sus padres y los menores a los mayores. Si en una familia hay más de 16 menores, algunos son pasados a otras familias en adopción. Y si hay excedentes demográficos, se envían a las zonas más despobladas de la isla o se organizan colonias en el continente.

La única forma permitida para las relaciones de pareja es el matrimonio. Las mujeres pueden casarse siempre que tengan más de 12 años y los hombres más de 16. Las relaciones prematrimoniales son penalizadas con la prohibición de contraer matrimonio de por vida (salvo que el príncipe levante el castigo). En Utopía no está admitido el divorcio más que en caso de adulterio o por alguna intolerable molestia o defecto. También puede haber divorcios de mutuo acuerdo, previa aprobación del Senado. El adulterio se castiga con la esclavitud y la reincidencia con la pena capital. No hay tabernas ni casas de mujeres “deshonestas”, ni nada que pueda dar lugar a la corrupción de las costumbres.

En cuanto al vestido, los habitantes de Utopía tienen pocos vestidos, de manufactura propia, sencillos, resistentes y de larga duración. La vestimenta permite distinguir entre hombres y mujeres, y entre solteros/as y casados/as.

Los habitantes de Utopía son benignos, apacibles, amantes de la tranquilidad y del trabajo. Suelen dedicar su tiempo de ocio a labores creativas o intelectuales. Tienen facilidad para inventar artificios útiles para mejorar la calidad de vida o la productividad del trabajo. Y les gusta estudiar Medicina, Música, Dialéctica, Aritmética, Geometría y Astronomía. El turismo no es una actividad de ocio. Para viajar por Utopía es necesaria la autorización del príncipe; además, los utópicos deben trabajar en el lugar al que vayan.

Su moral se basa en la felicidad del vivir y en el deleite justo y honesto. Hay premios para la virtud y las buenas obras, y castigos para las maldades. Prefieren el deleite del alma al del cuerpo. Y son amantes de la salud. Los discapacitados gozan de gran respeto.

En Utopía hay esclavos y siervos:

  • Los esclavos pueden ser de Utopía o extranjeros. Son delincuentes que han perdido la libertad. Trabajan duramente y están en prisiones, donde reciben un trato riguroso. Se ocupan de las tareas más desagradables y violentas.
  • También existen siervos extranjeros, acostumbrados al trabajo, sin recursos y de baja condición, que se ofrecen para servirles. A estos les tratan benignamente y les tienen casi por ciudadanos. Se ocupan de trabajos pesados. Si alguno quiere despedirse (lo que ocurre raras veces), no lo retienen contra su voluntad.

De esta descripción, podemos observar:

  • La influencia de la moral cristiana de Moro en temas como las relaciones prematrimoniales, el divorcio, el adulterio o las costumbres.
  • La preferencia del ocio intelectual y creativo.
  • La necesidad de la existencia de siervos y esclavos en la sociedad ideal, para realizar los trabajos más duros y para desalentar las malas conductas.

Sanidad y consumo.

En todas las ciudades de Utopía hay cuatro hospitales (uno por distrito) y están situados en las afueras, para poder separar a los pacientes infecciosos. Los hospitales están bien dotados de personal y recursos. En ellos, todos los pacientes son bien atendidos, sin escatimar medios. En Utopía son partidarios de la eutanasia voluntaria para los enfermos incurables.

En cuanto al consumo, cada barrio está formado por 30 familias y cuenta con un comedor y un almacén públicos, en los que se guardan todos los productos alimenticios. Las comidas son siempre comunitarias. No obstante, si los utópicos tienen necesidad de más alimentos para los suyos, pueden ir a los almacenes y sacar lo que necesiten libremente. Como hay suficiente para todos, no hay afán de acumular bienes.

La sociedad ideal de Moro tiene en cuenta aspectos muy avanzados:

  • La existencia de una sanidad pública con grandes medios.
  • La licitud de la eutanasia voluntaria.
  • La gratuidad de la alimentación.

Comercio interior y exterior.

En Utopía, los excedentes productivos de una determinada ciudad se utilizan para cubrir las carencias de otra. Y si aún quedan excedentes, se dedican al comercio exterior. Con ellos, consiguen gran cantidad de oro y plata, y algunas mercancías que no se producen en la isla, como el hierro.

Así, Utopía ha podido acumular un tesoro enorme, que no es utilizado por los habitantes de la isla. En el reino no existe el dinero y para provocar el desprecio de la población sobre el oro y la plata, fabrican con ellos orinales y bacinillas para las necesidades fisiológicas, y cadenas y grilletes para los esclavos.

No solo es curioso cómo evita Moro la existencia de dinero en Utopía, sino también cómo evita la ambición por poseer metales preciosos con valor fuera del reino.

Administración de justicia.

En Utopía hay pocas leyes y son bien conocidas por todos los ciudadanos. La administración de justicia es potestad del Senado. En él se celebran los juicios. No existen abogados para que los implicados en una causa hablen por sí solos, sin mediación de profesionales. Las penas son impuestas por el Senado. Casi todos los delitos son castigados con la esclavitud, ya que los reos ayudan más con el trabajo que con la muerte y, además, con su ejemplo, advierten a la gente de las consecuencias de delinquir. Si los penados son desobedientes, se les condena a la pena capital. En cambio, si cumplen sus castigos, el príncipe les puede librar de su condición de esclavo.

Defensa.

Tanto los hombres como las mujeres de Utopía tienen formación militar. No obstante, abominan la guerra y desprecian la gloria militar. Únicamente toman las armas por dos motivos:

  • Para defender sus fronteras y ahuyentar a los enemigos de sus territorios.
  • Para liberar de la esclavitud a algún país amigo (por compasión).

Aun estando en guerra, utilizan el oro y la plata acumulados gracias al comercio exterior para evitar entrar en el combate:

  • Tratan de sobornar y comprar a los enemigos para generar discordias entre ellos.
  • Intentan comprar a príncipes de otros reinos para que combatan en su lugar.
  • Contratan mercenarios.

Si se ven obligados a combatir con sus propias fuerzas, no hay levas forzadas. Se alistan los que quieren (hombres y mujeres). Nadie va a la guerra contra su voluntad. Los utópicos solo tienen el deber de luchar en caso de invasión. Y en estos casos, son especialmente hábiles a la hora de realizar fortificaciones, trincheras y fosos, y de inventar armas de guerra. Los utópicos siempre guardan las treguas y son contrarios a los saqueos y a la violencia gratuita. Eso sí, al terminar la guerra, cobran los gastos a los vencidos.

Como podemos apreciar, Moro trata de evitar por todos los medios el enfrentamiento armado y únicamente lo considera inevitable en los casos en que corre un peligro directo su Estado.–

Religión.

En Utopía existe libertad religiosa. Existen diversas creencias, aunque todas tienen en común la existencia de un sumo dios creador y conservador del mundo. No hay persecuciones religiosas y se castiga a los fanáticos por alterar el orden público.

En todo el reino, solo hay 30 sacerdotes. Son elegidos por el pueblo por voto secreto. Se dedican únicamente al servicio divino y al cuidado de la religión. Son censores de las costumbres. Amonestan a los delincuentes. Solo excomulgan a los obstinados. Educan a la juventud en las buenas costumbres y en la ayuda de la causa pública. Pueden contraer matrimonio. Las mujeres también pueden ser sacerdotisas, si son viudas o si son solteras de edad madura. Los sacerdotes son más respetados que los magistrados y tienen un gran prestigio (incluso internacional). Nadie tiene autoridad para juzgarlos.

En Utopía los templos no tienen imágenes y en las ceremonias no se pronuncian nombres particulares de dioses, para que las liturgias valgan para todas las creencias.

El pensamiento religioso de Moro es muy adelantado:

  • Libertad confesional.
  • Castigo de fanatismos.
  • Acceso a las mujeres al sacerdocio.
  • Admisión del matrimonio para los sacerdotes.
  • Unidad de ceremonias.

4. Valoración final

Thomas More demuestra en Utopía un pensamiento socio-político sumamente avanzado para su época. Trata algunos temas que son motivo de debate en la actualidad (como la eutanasia, la jornada laboral de 6 horas diarias, la libertad de religión, el matrimonio de los sacerdotes, el acceso de la mujer al sacerdocio, el respeto por los discapacitados y un largo etcétera).

El pensamiento de Moro tuvo una gran influencia en la filosofía política posterior. No obstante, en su época el toque de humor de la obra hizo que sus contemporáneos la entendiesen más bien como un gran juego de ingenio.

De cualquier forma, no faltaron quienes trataron de poner en práctica su modelo. Por ejemplo, el obispo de Michoacán, Vasco de Quiroga, fundó comunidades indígenas según el modelo de la Utopía de Moro (con jornadas de 6 horas diarias, propiedad comunal de las tierras, vida sencilla, atención espiritual, hospitales y exención de pago de tributos).

Comments

One response to “Tomás Moro”

  1. Lupita Chávez Avatar

    Buenas noches, muchisimas gracias, esta muy interesante su texto, me servira como base para un ensayo de mi clase de Teología. Agradezco su aporte.

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