El legado alemán de Josep Renau corre peligro. La piqueta amenaza un gran mural diseñado por el artista valenciano en Erfurt, capital de Turingia, a principios de los ochenta. Montada sobre mosaico de vidrio industrial, la obra recorre la fachada principal y parte de otra pared de un antiguo y deteriorado centro cultural cerrado desde hace años. El inmueble está en proceso de venta y la empresa propietaria ha pedido al Ayuntamiento permiso para un futuro derribo.
La posibilidad de que desaparezca así una de las últimas obras de Renau, que no llegó a verlo terminado, ha alarmado a su familia y a sus antiguos colaboradores en Alemania, movilizados para convencer a las autoridades municipales de que hagan valer la protección patrimonial que concedieron al mural hace un año. La ciudad asegura que, en caso de que la demolición se consumara, la obra se retiraría para que no sufriera daños. Pero esa promesa no ha tranquilizado a los seguidores de Renau, entre ellos su hija Teresa, pendientes de preservar la obra y memoria de este valenciano que concibió su arte como instrumento al servicio de la transformación social.
El País, 24-20-3008