El término Hugonotes (Huguenot en francés) es el antiguo nombre otorgado a los protestantes franceses de doctrina calvinista durante las guerras de religión. A partir del siglo XVII, los hugonotes serían denominados frecuentemente Religionnaires, ya que los decretos reales (y otros documentos oficiales) empleaban el desdeñoso «pretendida religión reformada» para designar al protestantismo.
Reforma en Francia
De acuerdo a lo señalado por el evangélico Samuel Vila Ventura en su Enciclopedia Ilustrada de Historia de la Iglesia, el movimiento hugonote francés se remonta hasta la publicación en París de la obra de Jacobus Faber Stapulensis: Sancti Pauli Epistolae XIV ex Vulgat: adiecta intelligentia ex Graeco, cum commentariis, en 1512, en la cual se enseñaba claramente la doctrina de la justificación por la sola fe.
Posteriormente, católicos galeses y reformados, como Jacques Lefèvre d’Étaples, se adherirían también a estas creencias, prosiguiendo el movimiento iniciado por Martín Lutero en Sajonia. No obstante, el verdadero organizador de los reformados franceses sería Juan Calvino, quien, incluso después de haber tenido que huir de Francia hacia 1534, dedicó su obra La Institución de la Religión Cristiana al rey Francisco I de Francia en 1536. Calvino, establecido en Ginebra, ayudó a organizar las Iglesias reformadas de Francia, denominadas desdeñosamente “pretendida religión reformada” en los textos oficiales.
En el Sínodo de París de 1559, los protestantes franceses decidieron en su gran mayoría aprobar una declaración doctrinal claramente calvinista, para presentarla ante el nuevo rey de Francia, Francisco II de Francia. Sin embargo, la influencia de la Casa de Guisa, enemiga declarada de la Reforma, desató en respuesta una política claramente represiva contra, ya en ese momento, la ya respetada minoría protestante. Las familias hugonotas serían perseguidas por todos los medios y por espacio de treinta años (1562 a 1594).