Bartolomé de Las Casas nació en Sevilla en 1484 y murió en Madrid en 1566. Siendo niño, conoció a los Reyes Católicos y al almirante Cristobal Colón porque su padre, Pedro de Las Casas participió en los viajes hacia el Nuevo Mundo. En 1499, tuvo la oportunidad de conocer a un indio, el cual fue traído a España por Colón y regalado a su padre como esclavo.
El 15 de abril de 1502, siguiendo los pasos de su padre, llegó a las Indias, a la isla de La Española. En 1503, participió en la búsqueda del oro con el gobernador Nicolás de Ovando, y bajo los órdenes de Diego Velásquez. Por este motivo, recibió una encomienda en la Villa de la Conceptción de la Vega, la cual administró hasta 1506. Tuvo que dejar La Española para Roma, donde se ordenó de sacerdote. Regresó en La Española en 1508. Fue en 1511 cuando escuchó el sermón de Montesinos. Poco tiempo después, en 1512, fue translado en Cuba donde sucedió según las crónicas de Bartolomé, la matanza de Caonao. Se dio cuenta muy rápidamente de lo injusto que ocurría. En agosto de 1514, pronunció un sermón en Sancti Spiritus en el cual renunció públicamente a todos sus repartimientos. Desde entonces, Bartolomé de Las Casas no será el mismo que antes.
Bartolomé de Las Casas empezó entonces a actuar en defensa de los indios. Viajó a España a contar a Fernando el Católico todo lo que ocurría en Cuba. A la muerte del rey, se entrevisó con el Cardenal Cisneros a quien expuso el Memorial de remedios para las Indias en 1516. Esta obra fue considerada como una utopía y comparada a la de Tomás Moro, publicada el mismo año. Las Casas proponía la formación de comunidades indígenas administradas por españoles dispuestos a educar y evangelizar a los indios, y no a explotarlos en su propio benefico. Pero a la muerte del cardenal, tuvo que proponer el poyecto a Carlos I, de quien sólo consiguió que se le dio tierras en la actual Venezuela. Allí en 1518, intentó poner en práctica sus ideas, pero las tribus se rebelaron y el proyecto fracasó. Desde entonces, cada vez que proponía nuevas cosas para humanizar el trato hacia los indígenas, sus detractores lo recordaron el episodio de fracaso en Venezuela.
Bartolomé de Las Casas entró en la orden dominicana en Santo Domingo en 1522. A partir de este momento no actuaba directamente en los asuntos de los indios pero sí que mantuvo correspondencia con la Corte española sobre asuntos relacionados con la defensa del indio. Estudió leyes y teología, y emprendió una carrera de historiador al empezar a escribir La Historia de las Indias. Efectuó misiones en 1534 para evangelizar a los nativos del Perú, en Nicaragua y Guatemala.
La conquista del Perú que engendró muchas matanzas obligó a Carlos I buscar soluciones frente a tanto descontrol. Bartolomé de Las Casas, en 1542, empezó a influir politicamente en Valladolid. Leyó ante el Consejo de las Indias, una versión previa de su famosa obra Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Trata de las atrocidades cometidas por los españoles desde la conquista hasta entonces. Contribuyó así a la promulgación de las Leyes Nuevas en 1542. Se fue después a América en calidad de obispo de Chiaspas, con el encargo de poner en prácticas sus teorías.
Bartolomé de Las Casas fue un fraile dominico español, un cronísta, un teólogo, obispo de Chiaspas, un filósofo, un jusrista y apologista de los indios. El Cardenal Cisneros le otorgó el título de « Protector de los indios ».
Los aspectos más importantes de la actuación de Bartolomé de Las Casas son analizadas en las distintas entradas tal como la Controversía de Valladolid, la Brevísima relación de la destrucción de las Indias, las leyes en cuanto al Nuevo Mundo, y la leyenda negra.