El siguiente día en Ayers Rock fuimos a Kings Canyon. Nos levantamos a las 3:30 de la mañana y a las 4 ya estábamos en la carretera, con un autobús y un guía. Kings Canyon está a más de 300Km de Ayers Rock. Pudimos dormir algo en el camino. La carretera estaba llena de camellos. En un momento vimos más de 20. Luego nos contaron que también se vieron canguros, aunque nosotros estábamos durmiendo y no los pudimos ver.
A las 8 ya estábamos preparados para hacer la ruta. Podíamos hacer dos rutas, una más fácil (de media hora, por el fondo del cañón) y otra de 3 horas por encima del cañón. Debido al calor extremo, el guía insistía en que no hiciéramos la dura si no estábamos en plena forma, que lleváramos por lo menos un litro de agua por persona. La verdad es que son un poco extremistas y por un momento nos pensamos en no hacer la ruta de 3 horas. La verdad es que no era nada dura (jolín, que hemos subido el Perdido!), lo más duro era al principio, una subida hasta la parte más alta del cañón, pero en 15 minutos estabas arriba. Nos hizo gracia dos japoneses que, además de no entender nada de inglés, iban con una botellita de 100ml de agua. El guía les intentó hacer entender que con tan poca agua no podían hacer la ruta. Al final, encontraron varias botellas que pudieron rellenar con agua. Se pensaban que iban de paseo :-).
La ruta consistía en recorrer el cañón por la parte más alta. Las vistas eran impresionantes y el guía nos iba contando cosas sobre la naturaleza, la vida de los aborígenes en esas tierras, etc. Nos resultó curioso saber que si frotas un ecualiptus, este desprende un polvo que usaban para pintarse la piel. Como cada zona tiene distintos tipos de ecualiptus, servía para identificarse entre tribus. Además, resulta que dicho polvo tiene propiedades parecidas a una crema solar, por lo que el índice de cánceres de piel entre aborígenes es muy bajo. El cañón está formado por rocas de arena, que se han solidificado. El color rojo viene por el hierro, si rompes una roca ves un color más marrón.
Toda esa zona estaba antes bajo el mar y pudimos ver un fósil de un cangrejo en la roca. También era curioso ver las marcas del agua en la roca, parecido a lo que se forma en la arena de la playa cuando la marea sube y baja.
A mitad de camino llegamos a una zona que se conoce como el jardín del edén. Es una zona de agua permanente que en la época lluviosa se desborda y crea un riachuelo. Es curioso ver en la carretera muchas zonas marcadas como zona de inundación (inundación en el desierto??). En época de lluvia (por octubre) se producen desbordamientos y pueden llegar a cubrir la carretera, cortando el tráfico.
Había una zona donde más muertos se habían producido por caídas. La gente se asoma al precipicio y cualquier golpe de viento puede hacer que te caigas desde una altura de más de 100 metros.
Terminamos sobre las 11:30, menos mal, porque el calor empezaba a ser insoportable (43 grados). Nos llevaron al resort de Kings Canyon (el guía dijo: “no parpadeéis que sino no lo véis”) y comimos algo y de regreso a Ayers Rock. En el camino de regreso pudimos hacer fotos a otra montaña parecida a Uluru y a un lago de sal, vestigio del mar que antes cubría esa zona. Ya de regreso, un bañito en la piscina del hotel, a mi temperatura ideal: unos 30 grados :-D. Cenita tranquila y la cama a las 9, que al día siguiente teníamos que madrugar otra vez.
Ayers Rock-Kings Canyon |
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