Miguelón

De casualidad he encontrado esto. Mola.

“tengo un desequilibrio hormonal y otras cosas, pero prefiero dejar algo a la imaginación…”

“Esto es sólo un rollo de una noche, no me gusta la gente, lo hago sólo para descargar…“

Llevo dos días tomando jalea real. Es una caña. Tengo tanto el cuerpo como la mente al 200%. Lo necesitaba. Buf, me estoy poniendo las pilas. Además, es completamente natural y (casi) sin contraindicaciones. Me como el mundo!!!

¿Por qué tenemos una crisis a los 40? Ayer me hice esta pregunta. Al intentar responderla me surgieron muchas más y dejé de pensar ;-).

Ahora en serio. Supongo que es la edad en la cual las personas nos hemos estabilizado: trabajo, pareja, familia, etc. (aunque ya sé que últimamente, cada vez más, llegar a esa edad no significa estabilidad). Es el momento en el cual te planteas lo que eres y si estás contento contigo mismo (las cosas que haces, tu relación con el resto del mundo). Es duro, porque normalmente, de jóvenes, nos comemos el mundo y cuando llegamos (o vamos llegando) a esa edad nos damos cuenta de lo lejos que quedan esos sueños.

Yo tengo una experiencia un poco distinta. Nunca he tenido claro qué quería ser, sólo tenía claro lo que no quería. Con esta premisa sí que he cumplido mi sueño. Desde otro punto de vista no estoy tan contento. No creo que haya alcanzado mi meta.
¿Y por qué hostias me pregunto esto? Pues porque ayer vi una conferencia de Steve Jobs (el fundador de Apple, Next y Pixar, entre otras cosas) en la clausura de un curso universitario (ver en youtube con subtítulos en castellano). Me impactó mucho. Además de ser un buen empresario es un genial comunicador. Me gustó mucho toda su charla, de principio a final. La divide en tres partes: primero habla del nacimiento (cuando va a la Universidad, no la termina y acaba fundando Apple), luego de la vida (le despiden de Apple con 30 añazos y funda Next y Pixar, renaciendo de sus cenizas cual ave Fénix y regresando a Apple) y por último de la muerte. Esta última parte es la que más me impactó. Dijo una premisa que todos deberíamos seguir: pensar al levantarnos en lo que vamos a hacer ese día y preguntarnos si es lo querríamos hacer si fuera el último día de nuestra vida. Yo pretendo preguntármelo todas las mañanas.