El 21 de agosto de 1415 Juan I toma Ceuta, la conquista abrió en Portugal un periodo de navegaciones y descubrimientos. Al atravesar el estrecho para tomar Ceuta, se inició una expansión que conducirá en poco más de un siglo a los navegantes, comerciantes, administradores y misioneros portugueses a inmensas extensiones del globo.
El artífice de tal hazaña fue el infante Enrique (tercer hijo de Juan I). Siendo el principal motor de las empresas del descubrimiento. Él era quien tomaba las iniciativas, atendía la organización de las expediciones, y desde Lagos (Algarve), seguía el desarrollo de las mismas, confiaba la dirección de las expediciones a hombres que estaban a su servicio. Gracias a su fortuna y a los bienes de la Orden de Cristo, pudo satisfacer los enormes gastos que exigían, por ello fue conocido como Enrique el Navegante –aunque nunca navego-.