España apenas disputa a Portugal un litoral cuyo valor económico parecía mediocre y que no abría camino a Eldorado. En desquite, los portugueses debieron eliminar no sin trabajo la competencia francesa que se manifiesta desde 1204. Mientras que los portugueses se apoyan en los tupiniquines, los franceses por su parte se alían a los tupiambos. De los portugueses y de los franceses nacen mestizos llamados mamalucos. Se crean factorías portuguesas y francesas en la costa para drenar el palo Brasil. La religión se mezcla allí y con Villegaignon nace el sueño de un Brasil francés y hugonote. El episodio dura de 1555 a 1563, pero Portugal tiene demasiado interés en conservar el control de una serie de escalas en la ruta de la India para ceder. Realiza el esfuerzo necesario: los franceses son vencidos y expulsado en 1563.Aparecen ya las bandeiras que practican incursiones hacia el interior profundo del Brasil. Sobre todo en el nordeste, se expande la economía azucarera, que va a competir victoriosamente con la isla de Madera. Desde 1540 cuatro molinos de azúcar están en construcción en Espíritu Santo y Pernambuco tiene su primer molino en 1542.El Brasil cuenta con 60 molino en 1570, 130 en 1585, 230 en 1610. Es el Norte, con Pernambuco, el que marca la pauta. La producción de azúcar alcanza 180 mil arrobas (2100 toneladas) Los datos portugueses son diferentes de los españoles. Pero respecto al azúcar el primer Brasil ya se anexiono a la economía-mundo.
Lo mismo que Portugal, en la ruta de las Indias, había sustraído a España un trozo de América, España le arrebato mediante América un fragmento del Extremo Oriente, las Filipinas.
Magallanes había atracado en el archipiélago y en 1565, siempre desde América. España solamente se comunicara con las Filipinas por México y Acapulco. El galeón de Manila desvía una parte de la plata americana hacia el Extremo Oriente a cambio de las caras mercancías negociadas por los chinos, que rápidamente adquieren la costumbre de trasladarse a Manila. Con los portugueses en las Molucas, en Macao y en el Japón, y los españoles en las Filipinas los circuitos económicos dan la vuelta al mundo.