Bien conocida es la alianza matrimonial entre Fernando el Católico e Isabel, que como ya contamos en la primera entrada fue una vida muy triste la de esta reina.
Lo que no todo el mundo sabe es que a la muerte de Isabel, el rey contrajo segundas nupcias, cosa que no es de extrañar ya que era lo normal en esa época. La “afortunada” fue una princesa francesa, Germana de Foix.
Y como cabe esperar de estos enlaces no fue una matrimonio por amor sino por una alianza francoespañola, ya que Germana era la sobrina del rey Luis XII de Francia. En el pacto entre los dos monarcas Luis XII estipuló la cesión del derecho dinástico del reino de Nápoles y el título de rey de Jerusalem a su sobrina, y estableció que estos derechos regresarían a Francia si no lograran descendencia. Esta maniobra política no se vió con muy buenos ojos entre los nobles castellanos, que lo interpretaron como una forma de impedir a Juana I y Felipe “el Hermoso” la herencia del trono.
Este matrimonio se llevó a cabo en 1509 cuando Germana sólo tenía 18 años y el rey Fernando tenía 53. (Por lo que podemos decir que no sería el “sueño” de la princesa francesa, casarse con un hombre tan mayor.) La pareja consiguió engendrar un hijo, pero que no llegó a sobrevivir más de unas horas, lo que rompía con las expectativas de la alianza.
En 1516 muere Fernando dejándole unas rentas y pidiéndole a su nieto Carlos I que se hiciera cargo de ella, quien lo hizo al pie de la letra ya que inició una apasionada relación con su abuelastra de la que nació una niña (que naturalmente no fue reconocida como hija del emperador). No obstante, para mantener su imagen, concertó el matrimonio de Germana con Fernando, marqués de Brandeburgo, pero en poco tiempo Germana volvió a enviudar. Problema que el emperador solucionó de nuevo casándola con Fernando de Aragón, duque de Calabria.
A los 49 años de edad muere en Liria. Sus restos descansan en una masia llamada “el Espinar”, y en su lápida original reza:
«En este histórico monasterio a la sazón de los monjes Jerónimos falleció 15 de octubre de 1536 siendo Reina Gobernadora de Valencia Germana de Foix esposa que fue del rey D. Fernando el Católico, Marquesa de Brandemburgo y Duquesa de Calabria. Cien clérigos con antorchas acompañaron sus restos mortales hasta Valencia, donde reposan en el Monasterio de S. Miguel de los Reyes. In memoria scripsit ».