(Bronce, 1447-1450, Plaza del Santo, Padua). Esta escultura ecuestre sobre podium decorado con motivos clásicos se encuentra frente a la fachada principal de la Basílica de San Antonio en Padua. Donatello se inspiró en la estatua ecuestre de Marco Aurelio de Roma. Se convertirá en el prototipo de las esculturas ecuestres del Renacimiento que al mismo tiempo son retratos. Vasari alabó su maestría en la ejecución de las proporciones.
se trata de un guerrero victorioso, un héroe tal y como se refleja en la literatura renacentista. Pero también destaca el trabajo realizado en el animal, el caballo va ganando conforme se le rodea, gira su cabeza ligeramente hacia la izquierda marcando mucho el cuello. El animal va marcando el paso, por lo que el artista tiene que buscar un punto de apoyo artificial para conseguir el equilibrio dado el enorme tamaño de la escultura y para que no se venciera hacia la izquierda. Inspirará a otros artistas como Il Verrochio. El rostro del Condottiero es todo un ejemplo de análisis psicológico, enérgico, fuerte, poderoso, aunque muestra cierta rigidez.
Milena Muriel Lozano