Reseñas falsas que perjudican a consumidores y empresas

Cómo las reseñas falsas perjudican a consumidores y empresas

La compra de reseñas falsas es una práctica extendida, que es importante tener en cuenta al tomar decisiones de consumo o empresariales.

Por otro lado, crece el número de reseñas falsas, que devalúan la fiabilidad de dicho recurso. Estas reseñas pueden ser escritas por bots o, en algunos casos, por los competidores que desean dañar la reputación de una empresa.

Las plataformas online intentan luchar contra las reseñas falsas implementando varios controles. Sin embargo, las técnicas utilizadas para crear reseñas falsas son cada vez más sofisticadas y no siempre es fácil distinguirlas.

Compra de reseñas falsas

La compra de reseñas falsas es una práctica extendida, promocionada por numerosas empresas a precios asequibles. Muchas de ellas ofertan paquetes para distintas plataformas, como Google, Amazon o Booking. «Por un precio que ronda los 100 € garantizan 10 reseñas online publicadas por usuarios reales y permiten elegir el número de estrellas, el tipo de contenido multimedia adjunto e incluso el género del usuario».

Como consumidor, es importante tener en cuenta la posibilidad de reseñas interesadas al tomar decisiones de consumo. Algunas estrategias incluyen leer varias reseñas para obtener una visión general, desconfiar de las opiniones demasiado positivas o negativas, y buscar patrones sospechosos.

El marco normativo para los consumidores

A nivel europeo, se aprobó la Directiva Ómnibus, una normativa que nació para combatir las prácticas comerciales engañosas en todo el territorio de la Unión Europea. Los cambios que le fueron aplicados, se plasmaron en el marco español de la Ley para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y la Ley de Competencia Desleal.

La Ley para la Defensa de los Consumidores y Usuarios aclara que «las prácticas comerciales en las que un empresario facilite el acceso a las reseñas de los consumidores y usuarios sobre bienes y servicios deberán contener información sobre el hecho de que el empresario garantice o no que dichas reseñas publicadas han sido efectuadas por consumidores y usuarios que han utilizado o adquirido realmente el bien o servicio».

Por su parte, la Ley de Competencia Desleal informa que se consideran engañosas las prácticas que «afirmen que las reseñas de un bien o servicio son añadidas por consumidores y usuarios que han utilizado o adquirido realmente el bien o servicio, sin tomar medidas razonables y proporcionadas para comprobar que dichas reseñas pertenezcan a tales consumidores y usuarios» o «añadan o encarguen a otra persona física o jurídica que incluya reseñas o aprobaciones de consumidores falsas, o distorsionen reseñas de consumidores o usuarios o aprobaciones sociales con el fin de promocionar bienes o servicios».

La transmisión de información falsa supone además un incumplimiento de la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal, atentando contra el honor de una empresa.

«Las empresas o negocios que puedan verse afectados por prácticas de competencia desleal por terceros, deben interponer las correspondientes acciones judiciales», para conseguir «el cese de la competencia desleal que provoca una desventaja injusta a nivel comercial y, consecuentemente, se valorará la sanción e indemnización correspondiente por las actuaciones realizadas».

Fuente: Cuadernos de Seguridad

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