¿Dejas para luego lo que tienes que preparar para los exámenes finales?

“La próxima vez que lo vea, recuérdeme no saludarlo” Groucho Marx

Si eres de los que habitualmente dices esto a tus apuntes cuando vas a preparar los exámenes, quizá tengas un problema llamado procrastinación. Detrás de esa palabra tan malsonante se esconde una realidad bastante común entre los estudiantes, y no sólo en los estudiantes. Se trata de dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Una persona muy querida me decía: “El que tiene tiempo y tiempo guarda, tiempo le falta“.

Hoy no me apetece hacer esto importante, mañana lo haré que tengo tiempo…

Si piensas eso y te pone nervioso, seguramente mañana sucederá lo mismo. Encontrarás algo más urgente para hacer primero, y lo importante se quedará para el día siguiente. El nerviosismo irá en aumento. Cada vez más. Y cada vez más postergarás, retrasarás, la tarea porque te pondrá más nervioso, hasta que de alguna manera ya no puedas evitarlo y te tengas que enfrentar a ello…

¿Qué puedes hacer?

  1. No voy a aconsejarte que dejes de hacer eso que te alivia, tranquilo, no voy a pedirte que te prives de eso porque lo tomarías como un castigo.
  2. Al contrario, hazlo (si no es perjudicial para tu salud, ojo) e inmediatamente después, haz una porción muy sencilla, muy fácil, muy poco tiempo que te gustaría haber hecho porque es importante para ti (p.e. coger una hoja de los apuntes, leerla y señalar 3 ó 4 palabras).
  3. Repite esto varias semanas

Cuéntame tu experiencia

  • ¿Sigues la estrategia que te he descrito anteriormente?
  • ¿Has cambiado algo de esa estrategia en este tiempo?
  • ¿Has notado algún cambio?

Salud !

Artículo redactado por Domingo Martínez, Psicólogo del CAE

Exámenes de múltiples alternativas

No sé cómo lo hago, pero siempre me lío con los exámenes de alternativas, todas me parecen iguales y dudo a menudo entre dos respuestas. Son 42 preguntas de 4 alternativas y tenemos 1 hora de tiempo. Me pongo a leer la primera pregunta y hasta que no la resuelvo no paso a la siguiente. Al final cambio mi decisión en muchas preguntas y me falta tiempo para responder todas.

Así actúa María José en sus exámenes en Biología.

¿A ti, te gustan los exámenes de tipo test o les temes?

Qué son los exámenes tipo test

En realidad, los exámenes de tipo test con alternativas son exámenes de tipo Verdadero o Falso (V-F) disfrazados. De modo que más que el contenido, se trata de destripar bien la estructura de las preguntas.

  • Cuantas más alternativas, más preguntas diferentes y revueltas tenemos que responder (cada alternativa es una pregunta de V-F)
  • Todo te suena, los conceptos y las ideas están replanteadas pero en diferentes formas
  • A menudo, las preguntas no sólo te fuerzan a reconocer las ideas sino ir más allá de la mera memorización y razonar, hacer analogías y resolver problemas nuevos

Tipos de preguntas

  • de reconocimiento: implican saber lo que se explica en clase y en las lecturas recomendadas. Se puede memorizar. Son las más fáciles de responder pero representan solamente un tercio de las preguntas que se suele hacer
  • de detalles: hilan fino hasta averiguar si conoces detalles de los conceptos y cómo se relacionan con ellos. Se puede memorizar pero conviene comprender bien las relaciones y usar mapas de conceptos o cuadros sinápticos.
  • de razonamiento: indagan tu conocimiento de la teoría y sus evidencias. Se ha de memorizar la teoría, comprender bien, y poder razonar conclusiones a partir de ella. Lee la pregunta dos veces rápidamente sin detenerte mucho. Suele haber dos partes: la primera que introduce el contexto, la segunda es la pregunta en sí misma. Lee la primera parte e intenta recordar lo que ya sabes de la teoría. Luego lee cada pregunta desde la introducción hasta el final de la alternativa y evalúa si es V ó F. Es el tipo de pregunta más difícil. Cada vez hay menos tests que no tengan preguntas de este tipo.

Cómo manejar un examen de tipo test

Inspira aire por la nariz, contando hasta 4, aguanta el aire (cuenta hasta 4), suelta el aire por la boca (cuenta hasta 4)

Ahora, divide el tiempo total del examen entre el número de preguntas para saber el tiempo medio para cada respuesta.

  1. En la primer lectura, rápida, contesta las que sabes con certeza, en las que estás muy segura/o, sin dudas. De esta manera, te sobrará tiempo de muchas preguntas porque no habrás empleado todo el tiempo promediado que le correspondía a la pregunta y lo podrás utilizar en la siguiente lectura. Márcalas con un (VºBº)
  2. Segunda lectura, preguntas dudosas entre pocas alternativas. En estos casos descartas algunas alternativas claramente y te queda la duda entre un par de alternativas. Tranquilidad, tienes el tiempo promedio de la pregunta más un tiempo extra de lo que te sobró de las preguntas que contestaste antes que estabas segura/o. Señala palabras clave. Intenta responder tú sin mirar el final de la pregunta. Márcalas con ?
  3. Tercera lectura, calcula cuántas preguntas has respondido y si alcanzas el mínimo exigido. Determina cuántas puedes contestar más de las dudosas sin arriesgar el aprobado. Dispones del tiempo restante menos el necesario para comprobar que has marcado bien las respuestas anteriores en la hoja de respuestas.
  4. En general: evita respuestas expresadas en términos extremos, absolutos. Elige respuestas inclusivas, integradoras. Descarta las respuestas incorrectas. Elige las respuestas más largas. Elige b ó c

En resumen

Los exámenes tipo test no son más fáciles que los de desarrollo. Implican muy buena comprensión de los contenidos y buena memorización de detalles, razonamiento de causas y consecuencias. Por otro lado, les puede ir bien a los que no les gusta redactar respuestas largas.

¿ Tienes algún ejemplo que quieras compartir?

Escríbelo en los comentarios, gracias

Artículo redactado por Domingo Martínez, Psicólogo del CAE

¿Qué me toca empollar?

Incluso programándose y planificándose, hay ocasiones en las que se ha de “empollar“. En esas ocasiones puede valerte las siguientes orientaciones.

Empollando

Seleccionar

Localiza los puntos más importantes y apréndelos realmente bien. Emplea el 75% del tiempo en los verdaderamente importantes y el 25% en el resto.

Haz un plan

Elige lo que quieres estudiar y cíñete a un plan estricto, con tiempos predefinidos.

Emplea mapas y chuletas

Condensa el material en mapas de conceptos, y redibújalos constantemente. Divide en varias tarjetas (tipo chuletas de media cuartilla) los puntos más importantes y machácalos a menudo.

Recita, recita y recita

Es la forma en que se consolida en la memoria. Hazlo sobre todo al terminar el día y al comienzo del día siguiente.

Relájate y descansa

Emplear técnicas de relajación evitará el bloqueo mental, el quedarse en blanco, puesto que la ansiedad de querer estudiarlo todo eleva el nivel de cortisol (un especialista en bloquear procesos de recuerdo). Duerme las horas necesarias, no trasnoches.

No te castigues

Comenzar a estudiar con el “debería” haber estudiado antes no hace nada más que elevar tu nerviosismo y no te ayuda para nada. Acéptalo e intenta sacar el mejor partido de la situación. ¡ Total, el Universo no va a colapsar ahora !

 

Este artículo forma parte de una serie que puedes ver ordenada en una entrada anterior llamada Preparación de Exámenes

Artículo redactado por Domingo Martínez, Psicólogo del CAE

Distribución efectiva del tiempo en el examen

Antes de comenzar

  • Material para el examen: lleva contigo todo el material necesario para el examen
  • Intenta colocarte en el sitio adecuado: sin muchas distracciones alrededor, buena iluminación y temperatura
  • Procura rodearte de personas calmadas y serenas, no quedes antes del examen para resolver dudas y aumentar la tensión

En el examen de tipo test-alternativas

  1. Leer atentamente el examen y seguir todas las instrucciones
  2. Distribuir y controlar el tiempo: divide el tiempo entre el número de preguntas y sabrás el tiempo medio para cada una del que dispones. Haz rápidamente un primer barrido y contesta únicamente las preguntas que estés totalmente seguro (ganarás confianza y tiempo), en el segundo barrido selecciona las dudosas con garantías de razonarlas y responder correctamente, en el tercer barrido algunas difíciles y en un cuarto barrido repasa todo.
  3. Responder con precisión, ajustando la respuesta a lo que se solicita: céntrate primero en las respuestas que mejor domines para tener confianza y seguridad, después las dudosas y luego de más difíciles
  4. Ante un bloqueo, la tranquilidad ayuda a recordar, también reescribir la pregunta en un papel en sucio, indicando las posibles opciones de respuesta
  5. Cuidar el contenido – estructura, caligrafía, ortografía, gramática – recuerda que no estás escribiendo un sms en el móvil ni en messenger
  6. Atender a la presentación, claridad y limpieza que faciliten la corrección
  7. Evitar extenderse demasiado en alguna pregunta y restar tiempo al resto
  8. Procurar no dejar preguntas sin contestar: poner un esquema, algunas ideas básicas
  9. Revisar las respuestas antes de entregar el examen

En el examen de tipo desarrollo

  1. Leer atentamente el examen y seguir todas las instrucciones. La lectura puede darte referencias de unas preguntas para otras al facilitar la asociación de ideas. Aclara bien lo que te preguntan y lo que no.
  2. Esquemas para la respuesta: dibujar mapas de conceptos, esquemas en un borrador para organizar la respuesta, señalando los puntos principales que se solicita en la pregunta. Ayuda a romper el bloqueo inicial, el quedarse en blanco, no pretende reproducir la respuesta completa desde el primer momento
  3. Responder con precisión, ajustando la respuesta a lo que se solicita: céntrate primero en las respuestas que mejor domines para tener confianza y seguridad y luego de las más difíciles. Comienza con una brevísima introducción, desarrolla la/s idea/s principal/es y finaliza con una conclusión, con tu opinión razonada si se pregunta
  4. Cuidar el contenido – estructura, caligrafía, ortografía, gramática – recuerda que no estás escribiendo un sms en el móvil ni en messenger
  5. Atender a la presentación, claridad y limpieza que faciliten la corrección, se puede incorporar algún gráfico explicativo si se domina la cuestión
  6. Evitar extenderse demasiado en alguna pregunta y restar tiempo al resto, no irse por las ramas porque causa peor impresión
  7. Procurar no dejar preguntas sin contestar, poner un esquema con algunas ideas básicas por lo menos
  8. Revisar las respuestas antes de entregar el examen

Este artículo forma parte de una serie que puedes ver ordenada en una entrada anterior llamada Preparación de Exámenes

 

Artículo redactado por Domingo Martínez, Psicólogo del CAE

Preparación de exámenes

Estudiantes, estudiar antes. Es la coletilla de un profesor de Física que tuve en Bachiller, que me tocaba la moral porque tenía toda la razón.

En realidad, todo tiene que ver con la planificación. A través del trabajo diario se alcanza la perfección. En muchos órdenes de cosas y también en los estudios.

Si estás buscando la versión corta, lee nuestra guía rápida para preparar exámenes.

La versión detallada (y mucho) a continuación.

Preparación para Test y Exámenes de desarrollo

En el examen

Otras estrategias y herramientas

 

Guía rápida para preparar exámenes

  1. Distingue momentos diferentes: cuando abordas la materia por primera vez (focalizado en comprender) de cuando fijas en la memoria (repitiendo concienzudamente) a cuando repasas (sintetizas y revisas esquemas)
  2. Prepárate antes, con bastante antelación: toma un calendario del cuatrimestre y comienza señalando fechas importantes (entregas de prácticas, exámenes, etc.) y observa el tiempo que tienes hasta entonces para trabajar la materia.
  3. Escoge tu estrategia: selecciona aspectos fundamentales, críticos, aquellos que desconoces, etc. Organiza la información. Establece objetivos y plazos (planifica)
  4. Escribe tu horario: en bloques de 3 horas (con descansos de 10 minutos cada hora), con un descanso largo de 1,5 horas o 2; varios días a la semana y algún día varias sesiones de 3 horas.
  5. Adapta tu estilo de trabajo al tipo de examen: los exámenes test de múltiples respuestas afinan en los detalles (has de comprender bien los conceptos y sus relaciones); los exámenes de desarrollo analizan temas e interpretaciones (has de conocer la materia y saber explicarla); los exámenes de problemas precisan también de comprensión conceptual así como de razonamientos numéricos exactos, precisos.
  6. Practica el examen: coge a tu abuelita, amiga/o, novio/a, compañera/o y dale el tostón; mírate al espejo y recita; grábate con el móvil; escribe el tema con un cronómetro; practica sólo y acompañada/o
  7. En el momento del examen: primero responde rápidamente las preguntas que sabes seguro (ganarás confianza); anota ideas al margen; repite el texto de la pregunta para romper el espacio en blanco;
  8. Aprende a relajarte: cuando se estudia paradójicamente se ha de alcanzar un estado de concentración-relajada, es decir, que físicamente estemos libres de tensiones pero mentalmente activos, concentrados. El día del examen será fundamental manejar bien nuestros nervios y no dejarnos llevar en exceso por ellos.

Artículo redactado por Domingo Martínez, Psicólogo del CAE