Aprenda a reconocer síntomas de angustia
Los siguientes indicadores pueden ser signos importantes de angustia, particularmente cuando interfieren con la salud y/o el funcionamiento social y académico de un estudiante:
- Tristeza, desesperanza o apatía implacables
- Pérdida de interés en socializar con compañeros
- Deterioro del funcionamiento académico, incluido retraso y falta de clases
- Amenazas verbales o escritas de suicidio, o expresiones de desesperanza o deseo de morir
- Problemas persistentes con el sueño, el apetito, la concentración o la motivación
- Aumento del consumo de alcohol u otras drogas
- Impulsividad y asunción de riesgos innecesarios
- Arrebatos emocionales incongruentes o fuera de contexto (ira u hostilidad no provocada, sollozos)
- Cambios dramáticos en los niveles de energía o rasgos de personalidad
- Cambios preocupantes en la higiene o la apariencia personal, incluidos cambios significativos de peso
- Cortes, moretones o quemaduras notables
- Obsesiones inusuales o extremas – con una persona, situación o tema
- Amenazas de violencia
Es posible que note uno o más de estos signos y decida que algo claramente anda mal. O puede que simplemente tenga el “ presentimiento ” de que algo anda mal.
De cualquier manera, debe tomar en serio estos signos (y su intuición). La mayoría de las personas que intentan suicidarse, autolesionarse o recurrir a la violencia dan alguna advertencia de sus intenciones.
Cómo responder
En cualquier situación dada, es probable que existan varias “formas correctas” de acercarse de manera afectuosa. El único riesgo real es no hacer nada. Puede …
Hablar con la persona directamente
Exprese su preocupación y hágale saber que le importa. Usar declaraciones en primera persona para reflexionar sobre lo que ha observado es un buen punto de partida (es decir, “He notado que pareces muy deprimido estas últimas semanas” o “Estoy preocupado por ti porque te noto”. “Bebes más y no vas a tus clases de la mañana”). Escuche con toda su atención, sea compasivo y no juzgue, y no saque conclusiones precipitadas ni ofrezca soluciones rápidas.
Recuérdele que el dolor o los desafíos que siente ahora no son permanentes y que hay ayuda disponible. Puede sugerirles que se comuniquen con un psicólogo a través de su médico de cabecera. También podría sugerirles que busquen apoyo en su familia. Pero evite dar ultimátums o intentar presionar a alguien para que cambie o busque ayuda.
Si ha sido víctima de agresión o abuso sexual, asegúrese de que sepa que usted le cree y asegúrele que lo que sucedió no es su culpa. Haga preguntas abiertas como “¿qué puedo hacer para apoyarte?” Evite decirles qué hacer, pero sugiera amablemente los recursos disponibles. Apoye las decisiones de la presentación de informes y la búsqueda de atención médica y asesoramiento.
Hablar con compañeros para que hagan un seguimiento
Los estudiantes del entorno del afectado pueden intervenir con éxito en situaciones problemáticas. Ante situaciones diferentes, que incluyen agresión sexual, acoso sexual, violencia de pareja (abuso emocional), novatadas, emergencias por alcohol, angustia emocional y prejuicios, los compañeros pueden resultar de ayuda para tomar acciones preventivas. Tanto en solitario como en compañía pueden intervenir para disuadir, acompañar y rebajar tensión, entre otros.
Son personas que presencian eventos o situaciones que podrían conducir a eventos peligrosos o criminales y, con su presencia, pueden tener la oportunidad de cambiar el resultado. Pueden optar por no hacer nada, contribuir al evento negativo o, más importante aún, brindar asistencia e intervención.
Este tipo de figura exige esfuerzos de prevención que adopten un enfoque comunitario más amplio en el que los comportamientos de un individuo como espectador intervengan de manera que impacten positivamente en el resultado.
Las investigaciones sugieren que una solución centrada en la comunidad puede hacer más para prevenir daños o reducir los riesgos para la salud del campus que un enfoque individual. Puede haber una oportunidad para cambiar normas comunitarias más amplias en torno a la salud y el bienestar al:
- Aumentar la conciencia de los estudiantes sobre los comportamientos de riesgo
- Ayudar a los estudiantes a identificar esos comportamientos e interpretarlos como un problema
- Alentar a los estudiantes a intervenir durante situaciones de alto riesgo
- Al aumentar la conciencia de los estudiantes sobre los comportamientos de riesgo y ayudarlos a asumir la responsabilidad de intervenir durante situaciones de alto riesgo, puede existir la oportunidad de cambiar normas comunitarias más amplias en torno a la salud y el bienestar universitario