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Comercio Interior

INSTITUCIONES COMERCIALES ESPAÑOLAS

La importancia del Imperio español durante el siglo XVI llevó consigo un notable desarrollo del comercio tanto interior como exterior, a la vez que el gran volumen de transacciones originarÍa la creación y el desarrollo de instituciones que las canalizaran. Todo ello conllevó a que la burguesía comercial tuviera una expansión y lograra un progresivo poder.

La burguesía comercial sólo era importante en un número muy reducido de ciudades, y su dedicación se orientaba, sobre todo, al comercio internacional. Básicamente, la actividad comercial se puede agrupar en tres zonas: Las plazas levantinas en el Mediterráneo; el comercio con el mar del Norte, a través de los puertos del Cantábrico y el comercio con las Indias, situado en Andalucía.

LAS PRINCIPALES INSTITUCIONES COMERCIALES

Las Ferias de Medina del Campo: Los años de mayor esplendor de la burguesía mercantil castellana se localizan en los decenios centrales del siglo XVI, cuando llegan a su máximo esplendor las ferias y se desarrolló una mayor actividad en los consulados. Además de los comerciantes castellanos, acudían mercaderes de Valencia, Barcelona, Navarra, Lisboa, Flandes, Génova, Florencia, etc. Era, en su celebración semestral, un extraordinario centro de contratación de comercio de exportación e importación, y de cambios y giros nacionales e internacionales.

A partir del decenio de los sesenta, surgieron algunas dificultades serías a las ferias. Por un lado, en 1566, a los asentistas extranjeros se les autorizó para que pudieran sacar oro y plata de España. Ello llevó a que se desentendieran de la compra de productos españoles, puesto que anteriormente, al estarles prohibido sacar dichos metales, lo tenían que buscar a través de la compra de productos. Y esto hacía subir los precios, en beneficio de productores e intermediarios españoles. A partir del momento en que no es así, casi sólo se interesan por las finanzas.

A finales de los sesenta tuvieron lugar serias quiebras en Burgos, debido, por un lado, a la expansión del otro eje de comercio, el del Sur, en torno a Sevilla y dirigido a América y por otro, a la ruptura del eje comercial atlántico, en cuya base había que remontar el origen de la prosperidad de las ferias castellanas. La ruta marítima de exportación de metales y otros productos de Amberes, se cortó con la sublevación de los Países Bajos en 1566. A partir de entonces, las flotas corrían mucho peligro y se intenta utilizar otras vías. La suspensión de pagos del año 1575 se une a las dificultades anteirores y acelera la crisis y el declive de las ferias de Medina.

En 1601 las ferias sufieron un golpe difinitivo al disponerse que los pagos que antes se hacían en Medina se hicieran en adelante en Burgos, y las ferias de esta ciudad quedaban bajo la jurisdicción del Consulado y se celebraban cada cuatro años.

Documentación Feria de Medina en el Siglo XVI 

El Consulado de Burgos: Tuvo gran importancia durante los dos primeros tercios del siglo XVI. Los consulados eran órganos rectores del comercio, que surgieron durante la Edad Media para agrupar a las corporaciones profesionales de las gentes del mar en defensa de sus intereses, y constituían un tribunal especial para resolver las cuestiones conflictivas que pudieran surgir. El Consulado de Brugos tenía una amplia jurisdicción sobre la mayoría d elos puertos que traficaban con el Atlántico. Se elegían anualmente, por votación, los cargos de prior, cónsules y bolsero, que componían el tribunal. Atendían aspectos de fletamiento de buques, letras de cambio, seguros, averías, etc. Lo componían un gran número de comerciantes.

El declive de Burgos corrió de una manera relativamente paralela al de Medina. Las crisis de la Hacienda durante el reinado de Felipe II, el aumento del número de impuestos, la pérdida de seguridad de la navegación por el Atlántico y el desarrollo de Sevilla, se aunaron para que la ciudad castellana, durante siglos posteriores, contemplara con nostalgia el singular despliegue de actividad mercantil logrado en el primer siglo de los Austrias.

La Casa de Contratación y el Monopolio del comercio con América: El otro núcleo de actividad mercantil y financiera hay que situarlo en Andalucía, en torno a Sevilla, que se vió muy favorecida después del  descubrimiento de América, y Cádiz, mejor situada para canalizar dicho comercio.

El fundamento del gran desarrollo de la ciudad sevillana se encuentra en que allí se constituye la Casa de Contratación de las Indias (1503), institución que reguló y controló el comercio con las Indias, con carácter de monopolio, con atribuciones mercantiles, fiscales, incluso judiciales sobre dicho comercio. Allí se tenía que controlar todo lo que era objeto de importación o exportación.

El monopolio se vió teóricamente afectado por una disposición del año 1529, bajo el reinado de Carlos I, en el sentido de que nueve puertos más se abrieron al comercio americano (San Sebastián, Bilbao, Bayona, Laredo, Avilés y La Coruña, en el Norte, y en el Sur, Cádiz, Málaga y Cartagena) Pero ninguna de estas ciudades hicieron uso de esta posibilidad, porque los barcos tenían que retornar forzosamente al puerto de Sevilla.

El comercio y la importancia económica de Sevilla ya eran considerables antes del descubrimiento de América. Pero éste y la concesión del privilegio del monopolio a la Casa de Contratación, la colocaron en un lugar único, dentro del mundo económico del siglo XVI. Así, Sevilla se incorporó al círculo de ciudades que disponían de Consulado (1543).  Había un ambiente tan dispuesto al comercio que los nobles se ven incitados a su práctica y así consiguen que se dicten disposiciones en el sentido de que pueden practicarlo sin menoscabo de su dignidad y privilegios, con tal de que no trabajasen personalmente ni tuviesen la tienda en su propio domicilio.

El floreciente mercado y la opulencia mercantil quedó reflejado en obras internas, como la Casas de la Moneda, la Lonja de Mercaderes, la Aduana, todos ellas comenzadas y acabadas en los últimos decenios del siglo XVI. Además de los impuestos que se recaudaban en Sevilla la ciudad efectuó cuantiosas y repetidas donaciones a los monarcas.

La debilidad política de España y el poderío progresivo de varias naciones (Inglaterra, Holanda( que quieren entrar en contacto directo con las Indias, la independencia de Portugal, las guerras interiores de España y las que se sostienen en Europa, con participación española, debilitan el monopolio, debilitamiento que llega al máximo alrededor de finales del Siglo XVII.