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Piratas en las costas de Alicante

     Como consecuencia de la caída de Constantinopla en 1475, turcos y argelinos tomaron el mediterráneo. Los turcos emplearán el corsarismo para tomar el control de todo el mediterráneo.

     Los turcos presentaban una gran habilidad para la organización del imperio, lo que les favoreció a la hora de poder tomar el control del mediterráneo. Por otro lado, estaba su ejército, un cuerpo de mercenarios formado por niños cristianos secuestrados o suministrados como tributo. A estos niños, se les convertía al islam y se les formaba con una disciplina espartana en cuanto a lo militar.

     Uno de los hechos más importantes de la piratería, sería la toma de Argel, que coincide con la muerte del rey Fernando el Católico. En Argel se formó el centro organizativo de las expediciones piratas hacía las costas levantinas. Es también en este momento cuando comienzan a conocerse los hermanos Barbaroja. Uno de ellos, Arouj, se enroló en un barco pirata turco, comenzando así sus andadas. En 1516, atacará la ciudad de Argel, defendida por lo españoles. España, mandará entonces a una escuadra al mando de Diego de Vera, sin embargo, ésta fracasará.

     Hubo un segundo intento lo realizó el gobernador de Orán: Marqués de Comares. Éste intento también será fallido, y finalmente, en 1518, morirá en batalla Arouj Barbarroja. 

      A éste le sucederá su hermano, el gran Barbarroja. Dos años después, Carlos V toma el poder de la corona española. Años más tarde, comienza un largo conflicto entre ambos, que llevaría hasta 1541, cuando Carlos V decide dar el último golpe a Argel. Sin embargo, Carlos V sería derrotado, derrotado por un pirata. Es por ello, que fue tras su derrota a refugiarse a la isla de Tabarca. En este momento, ésta pequeña isla estaría en posesión de Don Bernardino Cárdenas, Marqués de Elche. Sin embargo, éste le negó su estancia, ya que según dijo el Marqués: “… ser esta ciudad población corta, y el Puerto no seguro para el desembarco de su real persona. “, según las crónicas que nos han llegado de Bendicho y Maltés. Finalmente, Carlos V abandona, y en 1556 deja el imperio a su hijo Felipe.