Empieza el trayecto a la frontera y nuevo cambio de país, todavía no soy consciente de lo que me espera, enseguida me doy cuenta que he elegido el peor día del año para cruzar la frontera, el jueves santo o primer día de vacaciones aquí, todo el mundo ha decidido venir a Panamá de excursión.
La frontera de tica la cruzamos rápidamente pero cuando llegamos a la Panameña la cosa cambia, empiezan los chanchullos, lo primero los Panameños tienen miedo de que el país se les llene de inmigrantes y se les hunda, así que me obligan a comprar un billete de autobús de once dólares, interesante medida para impedir que se queden en su país, si decido quedarme perderé mi billete de once dólares, … Dios puede haber algo mas estupido, solo se me ocurre que entre tanto autobús vacío con todos los billetes vendidos alguien gane alguna comisión que seguro que es el caso.
De todos modos la chica que me vende el ticket me consuela me dice que tengo un año para utilizarlo, genial ya tengo una razón importante para volver a Centroamérica,… viajar en autobús de la frontera de Panamá a la Capital de Costa Rica.
En la cola de la frontera apenas hay gente, pero no avanza y llevamos ya dos horas al sol, yo al pasar de tres horas empiezo a perder los nervios, creo que porque tengo el cerebro recalentado. A las cuatro horas gracias a mis compañeras en la cola con las que después de cuatro horas juntos he entablado amistad, cogen mi pasaporte y pasamos todos juntos gracias a que Laura esta embarazada.
Las amigas de Mae son encantadoras y aparte de darle color a un día bastante gris, me guardaran la maleta y me invitaran a cenar hasta que consiga dólares.
Me bebo con ansia unas cuantas cervezas me como un sándwich y complementé todo con un par de margaritas y unos tequilas, mi cuerpo agradece rápidamente la hidratación y da grandes muestras de felicidad.
En Bocas del Toro consigo rápidamente habitación y nos vamos a tomar… como le dicen aquí al beber. A las doce entra en acción la ley seca así que hay que aprovechar el tiempo, la ley seca es por el tema religioso, yo como agnóstico declarado no entiendo nada, pero tampoco hay opción, la policía entra a las doce desalojando el barco hundido que es el sitio de marcha. Mientras pienso en el mal que ha hecho la religión por estos lares, uno de los Ticos me recuerda que la trajimos nosotros.
Me levanto temprano con una resaca espantosa, esta va a ser la tónica general en Bocas del Toro aunque yo eso todavía no lo se.
Cuando me sitúo en país y sitio empiezo a buscar habitación para todos y justo cuando encuentro un apartamento estupendo con piscinita aunque un poco alejado me encuentro a mi hermanita y a cuñao en medio de la calle en Bocas, la familia ya esta unida, así que dejamos las maletas y en dos horas ya estamos subidos en una lancha rumbo a Isla Zapatilla.
En nuestra lancha conocemos a unos ticos muy agradables con los que nos reímos todo el viaje, estos hacen que la ley seca quede olvidada rápidamente ya que llevan una nevera enorme repleta de cervezas, ron, vodka etc.
Nos invitan sin parar, por lo que la integración es rápida y las risas muchas, en el viaje vemos un montón de delfines y una preciosa isla que volveremos a ver, pero no con tanto alcohol en el cuerpo, es lo que tiene la ley seca.