Me marcho a la playa, el día no es muy bueno pero como nunca llega a hacer bueno, decido que ya esta bien, y me voy a playas del Este, empieza a soplar un aire huracanado, pero digo que cojones he venido aquí para darme un baño, y me doy un baño, con un par, …pero no un par de huevos, sino un par de días que me tiro en la cama enfermo por valiente.
De vuelta de la playa, me entran un par de gineteras, pensaba que me iba a ir de Cuba sin que me entrara ninguna. No, no me voy con ninguna que ya se lo que estáis pensando algunos…Las chicas ya están aquí, me pillan un poco convaleciente, pero nos vamos a una estupenda excursión que tenemos preparada con Francés Alberto y Alina a bucear a la playa de la Herradura, todo esta preparado, tenemos las bombonas, los trajes, las ganas , la ilusión, pero como pasa por estos lugares, el viaje no llega a su fin, en el camino un policía con mas mala leche que sentido común le dice al conductor que ha bebido y en efecto el conductor había bebido, pero la noche anterior y nos jode la excursión cuando pregunto por la prueba de alcoholemia se descojonan de mi, aquí no hace falta prueba de alcoholemia, ni para pararte por exceso de velocidad tener un medidor tampoco, la intuición del señor agente es suficiente.
Como nos joden la mañana aprovechamos el día en un precioso pueblo marinero llamado Mariel, y volvemos a La Habana vieja al callejón de Hamel un callejón turístico pero con actuaciones en vivo interesantes, donde los mulatos de turno, se reparten a las turistas, hay uno que no para de entrar a Lara y a la cuarta vez le digo que esta un poco pesado ya, … el cubano me replica indignado que el cubano no es pesado… es insistente, le agradezco enormemente su precisión idiomática y me doy cuenta al ver la sonrisa que le pone a Lara en la cara que tiene razón.
Ese día por la noche conozco a Nicolas un estupendo pintor increíblemente inteligente y con gran magnetismo, el tío es negro como un tizón y dice que es austriaco y que esta así del sol.
Mas tarde cogemos un taxi y por el malecón donde hay unas olas gigantes que saltan el muro, empiezan a caer encima del taxi, increíble una sensación increíble que te caigan olas encima de un vehiculo, me encantaría abrir la ventanilla para sacar unas fotos pero si lo hago el taxista me mata, el no parece tan encantado como yo, con la experiencia, …claro el taxi es suyo.
Llegamos al Jazz Café y tras un estupendo concierto Raúl y yo nos bebemos una botella de Habana y cuando se acaba empezamos a atacar la botella de las chicas. Indra triunfa de nuevo y tiene a una pica de negro mandándole a toda la familia para convencerla de que baile con el.
Indra finalmente cede y se pega un baile, mientras Lara que cambia de nombre todos los sitios esta comentándole a otro que mañana nos vamos a montañeta, (Aclaración: Montañeta es Viñales , una traducción simultanea que ha hecho ella) El chico asiente interesado, lógicamente sin saber de donde coño le están hablando.
Finalmente tras acabar el ron y como siempre que vamos a un sitio cerrar el Jazz Café, salimos y cogemos un taxi, en la puerta esta otra vez el negro gigante llorando desconsoladamente mientras agita el brazo y grita “Lidia te quiero” la imagen es bonita, pero podía haberse aprendido bien el nombre, mientras Indra se despide desde el taxi con la mano.
Yo me puedo ir tranquilo a la cama todavía no ha pasado nada importante en el país, porque Juanra y Santiago seguro que esperan que pase algún cambio importante en Cuba como pasa en casi todos los países que visito.
Al día siguiente nos levantamos y vamos a casa de Raúl que nos va a cocinar un pulpo, cogemos un taxi y el taxista nos comenta alarmado que Raúl Castro a cambiado de repente y sin saber nadie porqué a todo el gobierno, yo disimulo y pienso que no ha sido culpa mía, pero haber como se lo explico a Juanra y a Santiago.
En el jardín de Raúl veo una jaula enorme y le pregunto que para que la tiene y este me dice que compro un cerdo para comérselo en un par de meses pero que su madre le cogió aprecio al cerdo y que no le dejaba matarlo, finalmente lo tuvo un par de años y su madre por lo visto todavía esta enfadada porque lo matase
Al acabar el dia, me doy cuenta que no nos queda nada en Cuba, solo el viaje a Viñales “Montañeta” y nos vamos a Guatemala.