La utopía moderna

La utilización de utopía tal y como la conocemos hoy se lo debemos a Thomas More, concretamente a su obra Utopía. Tal fue su importancia que toda la producción utópica de la Edad Moderna (en la que se encuentra la Nueva Atlántida) no tendría coherencia alguna sin Utopía.

 

Etimología

Ante de sumergirnos en lo que conlleva la utopía creo conveniente realizar un análisis de los significados de utopía.

Etimológicamente utopía tiene diversos significados de raíz griega. Generalmente se le suele atribuir u-topos, es decir, “no hay tal lugar” (traducción utilizada por Quevedo). La otra posibilidad la tenemos en el prefijo EU, por lo que sería en realidad eu-topos. Esta opción no es la más aceptada por los tratadistas, sin embargo va en sintonía con el positivismo de Tomas Moro ya que Eutopía se referiría a una sociedad en la que predomina el bien y la satisfacción.

No debemos pasar por alto la posibilidad de que fuese el propio Moro quien realizase este juego de palabras.

Felicidad y utopía

La felicidad es una de las características de la naturaleza, posiblemente sea el fin último de la existencia de los individuos. Por lo que en un contexto  utópico la felicidad sea una de las características  principales (así podemos verlo en la Nueva Atlántida y otras obras como Un Mundo Feliz).

Esto lo podemos ver claramente en la obra de Sigmund Freud El malestar de la cultura (1929). Empero en esta obra de tendencia pesimista, recordar que nos encontramos en el periodo de entre guerras con lo que ello conlleva, el padre del psicoanálisis defiende que la felicidad es inalcanzable debido a que dos de las tres fuentes del sufrimiento son inalcanzable, siendo estas la supremacía de la Naturaleza y la caducidad de nuestro cuerpo.

La ciudad ideal

La extrapolación de la felicidad individual al ámbito social tiene como representación la ciudad ideal. Un escenario urbano en el que todo es armónico y sosegado, en la que tenemos una organización social equitativa. Este icono además responde a un modelo de Estado perfecto, donde las leyes son escasas y acatadas por todos. Veremos como estos elementos son el común denominador dentro de las utopías modernas, siendo un la Ciudad del Sol de Campanella.

Nostalgia del paraíso

Aquí tenemos otro punto en común de este tipo de obras. El concepto de paraíso enlaza perfectamente con los mesianismos de origen judeo-cristiano y el milenarismo. Esto supondrá la creación de una sociedad con unas creencias religiosas muy profundas y conscientes de lo que supuso el paraíso de Adán y Eva.

 

 

 

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