El Imperio Otomano.
Los turcos dificultaron el comercio con el Mediterráneo Oriental y atacaron las posesiones italianas de Carlos. No obstante, no hubo un riesgo real de invasión de las costas españolas aunque la amenaza fue latente durante todo el reinado. Franceses y berberiscos eran aliados de los turcos y la posibilidad de que los moriscos españoles les ayudasen desde dentro generaba mucha inquietud. Esta amenaza se manifestó tanto por tierra como por mar.
En el frente terrestre ( a lo largo del Danubio), Solimán el Magnífico tomó Belgrado en 1521 y en 1526 inició una gran campaña sobre Hungría. Los turcos llegaron a Budapest (la aportación de Carlos V a la defensa del Danubio no fue muy grande al estar más pendiente de sus guerras contra Francisco I). En 1529 llegaron a asediar Viena pero en 1532 el emperador acudió personalmente y los turcos se retiraron a Budapest. El emperador tras su marcha dejó en Viena un contingente armado.
Por lo que se refiere a la amenaza marítima (por todo el Mediterráneo), Solimán inició su ofensiva conquistando en 1522 la isla de Rodas contando con el apoyo de Jeireddin Barbarroja que desde Argel organizó numerosos ataques de corsarios berberiscos sobre las costas napolitanas, el Levante español y las Islas Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia.
Hasta 1532, las expediciones turcas y berberiscas causaron el temor en el Levante español. Carlos V no fue capaz de organizar una fuerza naval suficiente para combatir al turco por mar. Así que con el fin de romper el frente musulmán mediterráneo y poner una base entre Argel y Constantinopla, Carlos V consiguió tomar Tunéz en 1535, en ese momento en manos de los turcos.
Tras la Tregua de Niza con Francia, Carlos V trató de organizar una nueva ofensiva contra el Turco, suscribiendo una alianza con Venecia y el Papado pero sufrieron una derrota en 1538 y en 1540 se deshizo tras la firma entre Venecia y el Imperio Otomano de un tratado particular de paz. Sin el apoyo de la flota veneciana, Carlos V se planteó la toma de Argel pero fue todo un fracaso.
A partir de este momento, la posición de Carlos en el Mediterráneo empeoró progresivamente, los turcos tomaron todas las plazas españolas del Norte de África, los berberiscos entorpecían el comercio y las comunicaciones entre España e Italia…