La estructura interna de los asteroides sigue siendo uno de los mayores misterios en la exploración espacial. Hasta la fecha, no contamos con observaciones directas, y solo podemos hacer estimaciones indirectas a través de la densidad de estos cuerpos. Sin embargo, cada vez estamos más cerca de desvelar esos secretos ocultos bajo la superficie.
Experimentos de impacto en laboratorio y modelos numéricos avanzados nos ofrecen valiosas pistas sobre cómo los asteroides se fragmentan y se vuelven a unir, formando lo que conocemos como agregados gravitacionales. La forma en que estas estructuras se reorganizan tras una colisión está íntimamente relacionada con el impacto original, abriendo una ventana hacia el pasado de estos objetos.
Por un lado, el análisis de la macroporosidad de los asteroides, junto con las simulaciones, nos ayuda a comprender cómo se producen las colisiones en diferentes tipos de asteroides. Por otro lado, las estadísticas sobre estos impactos en el cinturón de asteroides proporcionan valiosa información sobre la composición interna de estos agregados gravitacionales.
El futuro de la exploración espacial pasa por las misiones dedicadas a sondear el interior de los asteroides. Solo estas misiones nos permitirán obtener la tan esperada evidencia cuantitativa sobre los procesos de fragmentación y reacumulación, fundamentales para desentrañar cómo se forman y evolucionan estos cuerpos celestes.
Mientras estas misiones aún se desarrollan, las simulaciones numéricas son nuestra única herramienta para desvelar los misterios de la formación de los asteroides. Nuestro grupo está comprometido con este campo, liderando proyectos pioneros para entender estos fenómenos. Un primer modelo de baja resolución ya ha logrado explicar la formación de asteroides binarios de contacto, un paso crucial para comprender mejor la dinámica de estos cuerpos (ver “Investigación / Artículos recientes”).