Vuelvo a uno de mis géneros favoritos – la fantasía – de mano de una de las autoras más aclamadas en el género de los últimos tiempos: Samantha Shannon. Con El Priorato del Naranjo, nos sumamos en una historia de magia, dragones e intrigas políticas que ha sido comparada con las obras de Tolkien y de GRR Martin.
DATOS DE LECTURA
Título original: The Priory Of The Orange Tree
Autor: Samantha Shannon
Año de publicación: 2019
Número de páginas: 837
Sinopsis: mil años después de la caída del Innombrable – un wyrm destinado a acabar con el mundo conocido – la reina de Inys, Sabran Berethnet, aún no tiene heredera. Se dice que es solo su linaje lo que mantiene al Innombrable cautivo, y que cuando este se acabe provocará el fin del mundo… Con el objetivo de la protección de la reina, Ead Duryan, una entrenada guerrera, se infiltrará en la corte mientras al otro lado del mundo una joven luchará por cumplir su sueño de ser jinete de dragón. En el abismo que separa este y oeste, fuerzas oscuras empiezan a despertarse…
RESEÑA
El que lleva cadenas es mil veces más grande que el que las pone.
Samantha Shannon
La primera vez que oí hablar de El Priorato del Naranjo fue en redes sociales, donde una chica comentaba que la versión en tapa dura es realmente imponente – y lo es: en su mano parecía más un ladrillo que una novela. Sin embargo, si hay algo que no puedo resistir, son los libros de fantasía increíblemente largos, y después de haber leído la friolera de 1040 páginas de Danza de Dragones, las casi 850 del Priorato no me intimidaban en absoluto.
Esto, junto con su preciosa portada ilustrada por Ivan Belikov (@further_up en Instagram y @further_u en Twitter, os recomiendo que paséis a ver sus dibujos de criaturas fantásticas) fueron los dos motivos principales por los cuales me llamó la atención la novela. En este caso, juzgar un libro por su portada fue una buena decisión: la historia fue igual de cautivadora que su aspecto.
Aunque es un libro largo y con una trama densa, el estilo de Samantha Shannon hizo que no se me hiciese pesado en absoluto: al contrario, en ciertas ocasiones me habría gustado que la acción se hubiera ralentizado un poco y se nos hubiera descrito más lo que estaba pasando.
En cuanto empecé a leer me enganché a las cuatro historias paralelas que cuenta desde los puntos de vista de cuatro narradores diferentes: Ead, la “guardaespaldas” secreta de la reina; Niclays, un alquimista exiliado; Tané, una aspirante a jinete de dragón; y Loth, un caballero enviado en una misión secreta.
Todos los personajes tienen carácter fuerte y decidido, con diferentes motivaciones y objetivos que les hacen tomar diferentes decisiones que marcarán su arco y su papel posterior en la novela. Una de las cosas que más me ha gustado de la novela es el hecho de que, pese a ser historias que comienzan de forma totalmente independiente, con el avance del argumento se van viendo entrelazadas.
Así, la trama del libro es como un gran puzle: como lector, vas descubriendo las piezas poco a poco gracias a los diferentes narradores, y conforme más lees, más piezas encajan entre sí hasta completar el rompecabezas del increíble mundo mágico de El Priorato del Naranjo.
Y es que la construcción de este mundo por parte de la autora es increíble: más allá de la situación geográfica de cada uno de los países descritos – y que muestra el mapa que adjunto más abajo -, una de las cosas que más los identifica es la religión. Todas ellas se basan en la leyenda de la derrota del Innombrable por parte del caballero Galian Berethnet y de cómo rescató a la princesa Cleolinda de sus fauces – histora la cual, por cierto, es una reinterpretación de la famosa leyenda de San Jorge y el dragón.
A partir de este relato, cada religión cuenta una versión: unos creen que fue Galian el que lo derrotó; otros, que fue la princesa la que empuñó su espada; y en el este se veneran los grandes dragones hermanos de la bestia. Una vez leí que un mundo literario está bien construido cuando se pueden contar relatos dentro de este, y solo con sus varios cultos y divinidades el de Samantha Shannon es el ejemplo perfecto.
Otro de los puntos fuertes del libro – porque no pueden no serlo – son los dragones y los wyrms. En este mundo, los dragones son más similares a los descritos en la mitología oriental: grandes serpientes marinas que no tienen alas. Son los wyrms – un tipo de dragón – los que están asociados con el fuego y necesitan alas para volar. Me encantó el papel que juegan ambas razas de dragones en la historia – y si os está gustando House of the Dragon o echáis de menos a la Madre de Dragones, este libro os va a encantar.
Si tuviera que decir algo malo sobre el libro, sería, como ya he comentado antes, el hecho de que en ocasiones la acción es apresurada y algo falta de detalles. Esto lo noté sobre todo en el desenlace: cuando llevas 200 páginas anunciando y preparándote para una gran batalla final que decidirá el destino de la humanidad, que esta gran batalla dure poco más de dos capítulos sabe a poco.
Sin embargo, si tuviera que quedarme solo con uno de los rasgos de esta historia, me quedaría sin lugar a dudas con el sistema de magia que tienen. Sin contar demasiado porque no quiero hacer spoiler, es un sistema basado en el equilibrio – y en el desequilibrio – entre el fuego y el cielo, y esto es algo que se muestra gracias a una gran cantidad de elementos en la novela.
VALORACIÓN
Sin lugar a dudas, recomendaría este libro para aquellos que busquen un relato de fantasía épica sin querer empezar un relato de las dimensiones de Canción de Hielo y Fuego, Nacidos de la Bruma o La Rueda del Tiempo. Es una gran novela autoconclusiva que nada tiene que envidiar a estas grandes sagas, y cuya precuela vamos a tener nada más y nada menos que en enero del año que viene.
4.5/5