La población del Señorío de Elda desde la expulsión de los moriscos

Como ya sabemos, en el año 1609 la población morisca fue expulsada del Reino de Valencia por orden del rey Felipe III. Las repercusiones demográficas fueron muy graves, peo también afectaron a las relaciones entre distintos grupos sociales, pues se produjo un aumento de poder de los señores de la tierra, disminuyeron las rentas de la burguesía y crecieron las cargas económicas de los campesinos.

Dentro de esta problemática situación podemos enmarcar a la Villa de Elda, que en el año 1563 contaba con 231 casas de moriscos; en 1572, 285 casas; en 1602, 295 casas de moriscos y en 1609, 700 casas de moriscos. Por tanto, en el momento de la expulsión, Elda tendría una población aproximada de unos 2000 habitantes, de los que el 65% serias moriscos y el 35% restante cristianos viejos.[1]

En la Carta de Población de Elda, al igual que en el resto, se establece el modelo de sociedad fuedo-señorial y los mecanismos de funcionamiento. Dicho documento fue dado por D. Antonio Coloma Calvillo, Conde de Elda, Señor de la Baronía de Petrel y el Lugar de Salinas. Del documento destaca una carta del rey al Con de Elda el 4 de octubre de Elda1609 con la que los morisco de Elda y Petrel fueron conducidos a Alicante para ser embarcados hacia el norte de África. Además, en ella se dice también cuál fue la causa de la expulsión: la obstinada resistencia a la conversión[2]. También se exponen en la carta las pautas a seguir para llevar a cabo la repoblación, pudiéndose dividir estos repobladores en dos bloques: los que se dedicarían a estructurar el gobierno y la administración de la Villa y lo que se encargarían de las cargas económicas y de otros derechos y obligaciones de los vasallos.

Como ya hemos dicho, en la Carta de Población de Elda se exponía el modelo de sociedad feudal, en la que el Señor era el titular de la jurisdicción y de dominio de la tierra. El reparto de las casas y haciendas se hacía a elección del Conde. En cuanto a las cargas económicas impuestas a los pobladores, éstos han de pagar un censo anual perpetuo, proporcional al valor de cada tipo de tierras y de las casas que le hayan correspondido[3]. También debían pagar cargas señoriales por el uso de molinos de la Señoría, y para controlar el pago del mismo se puso un peso público. Además, debían entregar cien libras al Señor como compensación por el pago y amortización de los censales y otros préstamos que pesaban sobre la comunidad de la villa antes de la expulsión.

Por otro lado, hay que comentar que al final de la Carta aparecen relacionados 138 vecinos de la villa que se representan a sí mismos y a los ausentes, que dicen ser la mayor parte y estar convocados en consejo general. De ellos sólo en cuatro casos se señala el lugar de procedencia: uno de Agost, dos de Villena, y uno de Gandía. Aplicando el coeficiente de 4,5, nos daría una población de la villa en torno a 620 habitantes, semejante al anterior 35% de cristianos viejos que permanecieron después de la expulsión de los moriscos[4]

Por último, sabemos que la población de Elda se mantuvo estancada desde 1615 hasta 1646 con 170 vecinos, pero en la segunda mitad de siglo se produjo un crecimiento de la población con el que se llegó a los valores anteriores a la expulsión morisca, por lo que tuvo que suponer un importante movimiento inmigratorio.


[1] SÁNCHEZ RECIO, Glicerio. Revista del Vinalopó: Cartas de poblament del Vinalopó. La repoblación després de l’ expulsió. Carta de Población del Señorío de Elda, 1611-1612. En conmemoración del LXXV aniversario de la conversión de la Villa en Ciutat, 1904-1979, Universidad de Alicante, CEL (Centre d´Estudis Locals del Vinalopó), nº14, 2011, pp. 191-198

[2] SÁNCHEZ RECIO, ref. 1.

[3] SÁNCHEZ RECIO, ref. 1.

[4] SÁNCHEZ RECIOO, ref. 1.