En 1533, Tomas se negó a asistir a la coronación de Ana Bolena como reina de Inglaterra, por lo que la actitud de Enrique VIII hacia el enranció, no obstante como Moro, afirmo en varias ocasiones, no fue no aceptaba ese matrimonio sin embargo le deseaba toda la felicidad a la nueva pareja, pero a pesar de las aclaraciones, la negativa de Tomas Moro fue interpretada como un desaire a Ana y a Enrique por lo que se tomaron medidas contra él.
Acusándolo poco después de aceptar sobornos, pero los cargos evidentemente falsos, fueron rechazados por falta de pruebas; A principios de 1534, Moro fue acusado de conspirar con la Santa Dama de Kent, Elisabeth Barton, una monja que había profetizado contra el rey de la anulación, pero mas rápidamente presento una carta en la que había dado instrucciones a Barton de no interferir en los asuntos del estado.
Ante esta situación el 13 de Abril de 1534, Tomas se le pidió a comparecer ante una comisión y jurar su lealtad a la Ley de Sucesión, al cual se negó rotundamente. Cuatro días después fue encarcelado en la Torre de Londres, donde se preparó un devocional, “Dialogo de Confort contra la Tribulación”. Durante su estancia en la Torre hubo numerosas visitas como la de Thomas Cromwell, que le insistió que recapacitará en su posición y que aceptara el juramento pero Moro nunca, declino de sus ideas. Así el 1 de Julio de 1535, Moro fue juzgado por alta traición por negar la validez de la Ley de Sucesion. Moro fue juzgado y sentenciado a ser colgado, arrastrado y descuartizado, ya que este era el castigo habitual de los traidores, sin embargo el rey conmuto y cambio la sentencia a decapitación. La ejecución tuvo lugar el 6 de Julio de 1535.