Estaban bien alimentados los aztecas?

La dieta de los aztecas se basaba en el maíz. Todavía hoy los mexicanos comen tortillas, unas tortas finas hechas con harina de maíz; pero en tiempos de los aztecas el maíz era aún más importante. Como no conocían ni la vaca ni la oveja, apenas había productos lácteos. Los más pobres consumían muy poca carne, por lo que las proteínas procedían casi exclusivamente de las judías. Esta dieta podrá parecer poco apetitosa, pero era muy sana, con muchos productos vegetales que en aquella época no se conocían fuera de México, por ejemplo, los aguacates. En los banquetes se servía carne de pato, pavo o incluso perro.

La bebida: Solo los mayores podían embriagarse. La embriaguez se castigabas severamente (la primera vez, se le rapaba la cabeza al culpable, pero esto no impedía que muchos bebieran, especialmente en los banquetes y fiestas). Con los granos del cacao preparaban una bebida muy especial, no alcohólica, que tomaban los nobles. Nosotros lo llamamos chocolate.

Festines: Había que disfrutar de la comida. Un mercader ofreció 100 pavos y 40 perros guisados a sus huéspedes. Comer sin chiles era como ayunar.

– Alcohol: De una planta parecida a un cacto llamada maguey extraían una bebida alcohólica fuerte conocida por el nombre de Pulque. Había una diosa del maguey cuyos hijos eran los Cuatrocientos Conejos. Los aztecas creían que los individuos nacidos en un día del Conejo tenían muchas probabilidades de hacerse alcohólicos.

-La ración diaria: Un muchacho de doce años se comía dos tortillas al día. Un palacio azteca necesitaba 20.000 tortillas, 10 cestos de tomates, 40 cestos de chiles, 20 tortas de sal, 100 pavos y 140kg de judías al día, para alimentar a unas 2.000 personas. No es de extrañar que  algunas mujeres pasaran toda su vida conociendo y preparando comidas.

  • Receta de las tortillas aztecas

450 g de harina

1 cucharada pequeña de levadura en polvo.

1 cucharada pequeña de sal

1 cucharada sopera de manteca

175 ml de agua fría

Se mezcla la harina, la levadura en polvo, la sal y la manteca, que adquiera consistencia de pan migado. Se añade agua y se remueve hasta formar una masa, con la que se hacen doce bolas que se extienden sobre la superficie enharinada. Se pasan muy rápidamente por una plancha o se fríen y se les añade un relleno a voluntad. También hacían unas pastas cremosas con huevos de insectos que formaban una espuma verde en la superficie del lago.

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