Estamos en crisis. Pero ¿de qué tipo? ¿Y desde cuándo?
No recuerdo cuándo fue la primera vez que oí decir que las clásicas estaban en crisis. No sé si saldremos alguna vez de ella y si alguna administración valiente se atreverá finalmente a apostar por las humanidades y la formación integral de los individuos , para aspirar no a la productividad, sino a felicidad de las personas. Tal vez haya que esperar una verdadera revuelta social que sacuda los cimientos de este sistema y nos devuelva una porción de libertad.
Mientras llega o no ese día, yo espero poder jubilarme como lo hizo mi maestro, es decir, haciendo lo único que sé hacer ya a estas alturas, dando clases de griego.