El origen de la castellanidad de Felipe II se puede vincular con un intenso proceso socializador, que buscaba la identificación del hijo del emperador Carlos con Castilla. El nacimiento del príncipe Felipe fue recibido en España como un acontecimiento de singular importancia histórica, política y social. Tras treinta años sin un príncipe natural heredero, Felipe fue comparado con su antecesor, el príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos, muerto en 1497. Así, entre 1527 y 1548, la castellanización del futuro Felipe II se ejerció a través de modelos, arquetipos e imágenes sociales, ligados a la figura histórica del príncipe Juan. En Valencia, el nuevo príncipe fue bautizado por los clérigos como el príncipe Felipe Juan, y en 1535 su corte se organizó de acuerdo con la etiqueta castellana, desarrollándose todas las actividades del joven príncipe Felipe bajo esta costumbre hasta 1548, cuando la etiqueta de la Corte fue cambiada por la de Borgoña
En esta entrada voy a destacar la relevancia militar de esta “invención” de Fernando el Católico.
En resumidas cuentas, no entraré esta vez en detalle, los Tercios eran unidades mixtas, incluían tanto piqueros como rodeleros y ballesteros, pese a que pronto fueron substituídos por las potentes armas de fuego, quedando así casi progresiva y exclusivamente Piqueros y Arcabuceros/mosqueteros, abandonando las viejas técnicas y armamentos del medievo.
Esta vez voy a centrarme en comentar el aspecto del “Honor” en los Tercios, así teniendo en cuenta el carácter y modo de vida de los mismos. Más adelante dedicaremos una “página” de este blog a este tipo de unidad militar, por su relevancia en los conflictos bélicos de la Edad Moderna.
Carácter y modo de vida:
Los soldados de los tercios eran hombres orgullosos y extremadamente cuidadosos de su honor personal y su reputación como soldados. Se trataba de tropas agresivas, disciplinadas y con una enorme confianza en sí mismos, pero difíciles de manejar en el trato si no se hacía con cuidado. Por ejemplo, los españoles no consentían que se les castigase golpeándoles con las manos o una vara, como en otros ejércitos, ya que lo consideraban indigno, y preferían recibir el castigo con armas como la espada, pese a lo peligroso de ello, por considerarlo más noble. En una ocasión un soldado al que un oficial le tocó con un palo no dudó en llevarse la mano a la espada, pese a saber que tal acto de rebeldía se castigaba con la muerte (como así sucedió). Se llegó a discutir si tocar con una vara como el asta de un arma resultaba ofensivo, incluso si era por accidente.
Semejante obsesión por asuntos de honor y por la reputación hacía que los soldados españoles tuviesen fama de pendencieros, y no eran raros los duelos. Y que los oficiales debieran tratarlos con cuidado, aunque resultaba muy provechoso utilizar su propio orgullo para sujetarlos.
Cuando luchaban junto a tercios de otras nacionalidades o aliados, era frecuente que los españoles exigiesen, para defender su reputación, los puestos más importantes, peligrosos o decisivos para en el combate; como de hecho se les empleaba.
Una forma de estimular el cuidado de las armas era seleccionar para las primeras líneas de combate, las más peligrosas y por tanto las más distinguidas, a quienes tuviesen el equipo en mejor estado, y el ejército español era el único de la época que tuvo que incluir castigos para aquellos que rompieran la formación por el ansia de combatir o distinguirse frente al enemigo. Los soldados españoles eran las tropas que más tarde se amotinaban por falta de pagas, llegando a aguantar años sin cobrar y viviendo en condiciones de miseria antes de rebelarse. Incluso, en lugar de hacerlo antes de una batalla importante, como era común para presionar por su pagas, solo lo hacían tras ella, para que no dijeran que no habían cumplido con su deber, sino que eran sus jefes quienes no lo hacían con el suyo al no darles la paga.
Incluso en caso de amotinamiento, elegían sus jefes y mantenían una disciplina equivalente a la del ejército.
Soldados así eran excelentes, pero la disciplina debía ser férrea para controlarlos. Y de hecho podía ser muy dura.
Cuando se conquistó Portugal, Felipe II puso mucho interés en que no se molestase a los civiles. Pero la logística de la época sencillamente no podía sostener un gran ejército sin que estos buscasen alimentos en la zona. A pesar de saberlo, el general colgó a tantos soldados que llegó a escribir al rey para decirle que le preocupaba quedarse sin sogas. En otra ocasión cuando un príncipe de Inglaterra (que combatía con los tercios) quiso atacar sin permiso, el conde francés que lo acompañaba le dijo que no sabía hasta donde llegaba la disciplina de los tercios, que si atacaba sin permiso no sabía si su realeza sería bastante para salvarle el cuello.
Aquí, como aporte cinematográfico, os dejo un enlace de una batalla de la película Alatriste, basada en un soldado del Tercio Viejo de Granada.
Una curiosidad para los de la zona alicantina y para aquellos que de niños, y no tan niñ0s, disfrutamos de los “playmobil”, os recomiendo echar un vistazo a esta imagen.
Os dejo la imagen del famoso cuadro “La rendición de Breda” de Velázquez, no tiene desperdicio:
“A solis ortu usque ad occasum”
A solis ortu usque ad occasum (del latín que significa “Desde la salida del sol hasta el ocaso”) es una expresion extraída del Salmo 112:2 que fue utilizada como lema por algunos monarcas españoles. Se quiso manifestar que el sol no se ponía en los dominios del Imperio Español, dado que éstos se encontraban situados en ambos hemisferios. Esta divisa se hizo eco de una frase célebre, “En mis dominios no se pone el sol”, atribuída al rey Felipe II.
Adjunto un mapa de interés, para ejemplificar y demostrar los motivos de tal frase.
Vamos a proceder a indagar acerca de la vida de Felipe II. Para ello nos valdremos de una breve introducción biográfica extraída de la wikipedia. Más adelante concretaremos y extenderemos la información biográfica en las páginas de este blog.
Felipe II de Austria (o Habsburgo), llamado El Prudente (Valladolid, 21 de mayo de 1527 – San Lorenzo de El Escorial, 13 de septiembre de 1598), fue Rey de España desde el 15 de enero de 1556 hasta su muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves (como Felipe I) desde 1580, realizando una ansiada unión dinástica con Portugal, que duró sesenta años. Fue asimismo Rey de Inglaterra, por su matrimonio con María I, entre 1554 y 1558.
Hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de Portugal, hermano de María de Austria y Juana de Austria, nieto por vía paterna de Juana I de Castilla y Felipe I y de Manuel I de Portugal y María de Aragón por vía materna; murió el 13 de septiembre de 1598 a los 71 años de edad, en el monasterio de San Lorenzo del Escorial, para lo cual fue traído desde Madrid en una silla-tumbona fabricada para tal fin.
Desde su muerte fue presentado por sus defensores como arquetipo de virtudes, y como un monstruo fanático y despótico por sus enemigos. Esta dicotomía entre la Leyenda Negra y la Leyenda Blanca o Rosa fue favorecida por el propio Rey Prudente, que se negó a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia. Aún hoy en día, la historiografía anglosajona y protestante representa a Felipe II como un ser fanático, despótico, criminal, imperialista y genocida. Sus victorias fueron minimizadas hasta lo anecdótico (salvo unos pocos ejemplos como la Batalla de Lepanto) y sus derrotas magnificadas en exceso, a pesar de que no supusieron grandes cambios políticos o militares, como la pérdida de una parte de la Grande y Felicísima Armada debido a un fuerte temporal, que además los historiadores anglosajones “transformaron” en una victoria inglesa.
Durante su gobierno, el Imperio español dirigió la exploración global y la extensión colonial a través del Atlántico y Océano Pacífico, convirtiéndose durante mucho tiempo en el principal país y potencia europea en todo el mundo. Su imperio, el Imperio español se convirtió bajo su gobierno en el primer imperio global, porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes, las cuales, a diferencia de lo que ocurría en el Imperio romano o en el Carolingio, no se comunicaban por tierra las unas con las otras.
Europa Universalis III
¡Hola bloggers! Hoy vengo a presentaros un juego que no tiene desperdicio alguno.
Se trata del videojuego de pc Europa Universalis III.
Estrategia, pactos, conquistas, políticas económicas… ¡Haz que el mundo se rinda bajo tus pies!
Podrás emular las hazañas de la Corona de Castilla, seguir fiel a la Historia, tal y como fue, o en su defecto podrás rehacerla tal y como tú mismo desees. ¿Siempre has soñado con darle una patada en sus “reales nalgas” a Isabel la Católica? ¡Si quieres, puedes! Ponte en la piel de Fernando el Católico y conquista el reino de Castilla, toma Nápoles o conquista toda Europa si te viene en gana. Seguro que recuerdas, querido lector, el famoso “reparto de África”, es tu oportunidad de adelantarte varios siglos y, de hecho, repartirte todo el pastel de Europa, África, Asia,… y todo el mundo entero conocido y aún por descubrir en el siglo XV.
Bueno, sin más dilación os cuelgo un par de links del “gameplay” del juego.
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Espero que sea de vuestro agrado.
Felipe II: “Primer asalto al Blog”.
Pues bien, hoy damos comienzo al blog para la asignatura de Historia Moderna de España.
El tema a tratar elegido por mí no es otro que la interesante (o insulsa) vida privada de Felipe II de España. Como breve acercamiento al mencionado asunto os proporcionaré cierta información extraída de la “wikipedia“.
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