El inicio de la cultura mediterránea se dio en la Antigua Grecia, donde se inventó el aceite y el vino, productos que viajaron por todo el mediterráneo. Más tarde, los romanos también aportaron alimentos tales como el pan, y la introducción de nuevos árboles frutales como el limonero, melocotonero y el albaricoquero. Sin embargo, tras la caída del Imperio, se recurrió a alimentos básicos tales como el arroz, la pasta y los pucheros, al mismo tiempo que la carne se convertía en alimento de las clases altas dirigentes de la sociedad.
Entrada la época medieval, tanto los visigodos como los árabes incorporaron nuevas costumbres a la gastronomía mediterránea. Pero la más importante introducción vino de la mano de los árabes que lograron introducir las especias y los aromas. Estos también introdujeron el naranjo, la berenjena y la alcachofa. Con la conquista de América, se lograron traer alimentos que solo se habían cultivado allí, como es el caso del tomate, la judía, la patata o el chocolate.
Pero no solo se puede encontrar en la gastronomía alicantina productos provenientes de la tierra, también encontramos productos del mar como es el caso de la gamba rayada de Denia y los erizos del litoral alicantino. La elaboración de platos con arroz y pescado forman una base en la alimentación, además de la verdura.
Para finalizar esta introducción, hay que señalar la elaboración del Turrón, un postre que surgió entre los siglos XV y XVI y que se desarrolla en esta época moderna de Alicante, y también la elaboración de helados y el chocolate de Villajoyosa. Todos estos alimentos han ido perfeccionandose hasta nuestros días, y muchos de ellos siguen manteniendo la elaboración tradicional dando lugar a platos reconocidos en toda la península.
A continuación podrán ver una lista de recetas alicantinas tradicionales. No sabemos con certeza si se remontan a la época moderna, pues nuestro estudio, por desgracia, no ha podido abarcar tanta materia. Aun así, nos ha parecido interesante incluir este apartado en el blog para poner al alcance de la mano la cultura gastronómica de nuestra ciudad, que de alguna manera, es una toma de contacto directa con ella. Así pues, quien tenga capacidades culinarias que apunte y pruebe, no se arrepentirán 😉