“La Piedad” es un grupo escultórico realizado en mármol y actualmente se encuentra en la iglesia de San Pedro del Vaticano. Esta obra representa a la Virgen María que sostiene en su regazo al hijo muerto. María aparece representada como una mujer joven y bella, con la intención de plasmar así el ideal de belleza renacentista, de hecho ella tiene un aspecto más joven que Jesús. La figura de cristo es más pequeña que la de la Virgen. Así el autor expresa la relación de filiación y no altera la geometría de la composición en forma de pirámide, muy empleada en el Renacimiento. No hay manifestación alguna de dolor. La Virgen transmite, en cambio, resignación en la actitud piadosa que adopta. El equilibrio entre las figuras es patente y la obra respira lirismo e idealismo. Esta obra presenta una armonía visible, en primer lugar las líneas quebradas que forman el eje de la figura de Cristo contrastan con los pliegues amplios y curvilíneos del vestido de María. También se contraponen la fuerza del brazo izquierdo de la Virgen con el brazo de Jesús muerto, que cae inerte. El modelado de la escultura es magnífico. Las ropas resbalan y los pliegues se doblan creando un juego de luces y sombras que confieren volumen a toda la figura.