Introducción sobre las Lenguas

G. E. Perez Apilor,
H. Muñoz Lengua y Literatura 3, Bs. As, Santillana, 1990.
G. H. Perez de Lois
El Gran Saber Larousse, Enciclopedia Metódica Larousse, Tomo 10, Lord Cochrane S.A., Santiago de Chile, 1992.”Española, Lengua”, Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99. © Microsoft Corporation 1993-1998.

La capacidad de hablar es una de las facultades que nos diferencian de los demás animales. Hay mamíferos y aves que se comunican mediante un “idioma” hecho con unos cuantos sonidos, pero el lenguaje humano es mucho más rico y está altamente desarrollado. Una lengua es una forma de organizar los sonidos para expresar ideas. El lenguaje humano se fue desarrollando a lo largo de los siglos, y de ahí que se hablen tantos idiomas en la actualidad. Los idiomas pueden agruparse en familias de origen común.
En el mundo hay unos cinco mil idiomas, subdivididos en muchisimos dialectos o formas locales de los idiomas.

Por otro lado, es interesante saber que el castellano es la lengua romance de mayor difusión en el mundo actual. Se habla en casi toda la península ibérica, en el sudoeste de U.S.A., en todo México, en toda América Central y América del Sur (a excepción de Brasil y Guayanas) y es la lengua de un grupo minoritario de hablantes de Filipinas.
Esta vasta difusión geográfica trae como consecuencia una gama importante de variantes dialectales. Esto hace suponer que al cabo de los siglos e inevitablemente, el castellano debería seguir el destino del latín: fraccionarse en distintas lenguas nacionales. Aparentemente, la velocidad de los medios de comunicación y la amplia difusión de la lengua escrita en la literatura y en los medios masivos, hacen que la gran mayoría de los hispanohablantes maneje una variedad de lengua común, en la que todos se entienden a pesar de las diferencias regionales.

http://www.monografias.com/trabajos11/lespa/lespa.shtml

Las fiestas tradicionales de Moros y Cristianos en la provincia de Alicante

La Reconquista Cristiana del Reino de Murcia, y más específicamente de la provincia de Alicante debido a la larga ocupación de estas tierra por los musulmanes se ha desarrollado una fiesta que conmemora el acto de la Reconquista que son los siguientes:

Hay datos documentados que demuestran la antigüedad de estas Fiestas que —aún teniendo el sentido celebrador anteriormente indicado— en un inicio eran manifestaciones motivadas por algún evento reseñado, o conmemoraciones relacionadas con el señor feudal o visitas del rey a la población o ciudad.

Llegan a celebrarse incluso antes de la total Reconquista de la Península(en 1150 en Lérida, en 1426 en Murcia y en 1463 en Jaén) y algunas nacen como otro tipo de manifestaciones (las de Lérida son danzas de moros y cristianos, que los mercantes españoles extienden por prácticamente todo el Mediterráneo y de las que hoy en día sólo se celebra la Danza Moreska en la isla KórchulaCroacia).

Seguirán propagándose estas celebraciones, bien de modo excepcional (eventos conmemorativos) o de un modo más continuado y con una estructura básica, a lo largo de los siglos XVI y XVII (en 1579 en Orihuela, en 1586 en Valencia, en 1588 en Caudete, en 1599 enAlicante, en 1605 en Calasparra, en 1614 en Jumilla, en 1638 en Villena, en 1668 en Alcoy, etc.), aunque es a partir del siglo XIX y especialmente durante el siglo XX cuando se extienden de forma más generalizada por toda la Comunidad Valenciana. Aunque realmente lo que conocemos en la actualidad como Fiestas de Moros y Cristianos, en cuanto a celebración, la primera localidad de la península en celebrarlas fue Caudete. También fue la primera en representar en forma teatral los acontecimientos de la Reconquista, la denominada Embajada, y desde esta representación de la población de Caudete se han inspirado e incluso copiado los demás o la mayoría de los pueblos y ciudades donde se representa este teatro narrativo.

Sin duda alguna, y así lo demuestra su declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional, las Fiestas de Moros y Cristianos con mayor difusión y conocimiento dentro y fuera del ambiente festero son las que se celebran en Alcoy (Alicante). También cuentan con este prestigio las fiestas de Moros y Cristianos de Caravaca de la Cruz declaradas también de interés turístico internacional, figurando entre sus ritos históricos el baño en agua de la Cruz que se celebra desde el siglo XIII. No obstante, cabe señalar otras poblaciones que merecen estar entre las de una gran participación festera y a las que acuden numerosos visitantes durante sus festejos: Almansa, Elche, Cocentaina, Biar, Benejama, Villena, Bañeres, Onil, Bocairente, Castalla, Novelda, Elda, Villajoyosa, Caudete, Petrer, Altea, San Vicente del Raspeig, San Blas (Alicante), Muchamiel, Sax, Orihuela; en la provincia de Valencia pueden citarse Oliva, que ha conseguido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico, u Onteniente, que posee el Interés Turístico Nacional.

es.wikipedia.org/wiki/Moros_y_cristianos

Texto de Juan Manuel Del Estal “Conquista y Repoblación” de la Universidad de Alicante.

En este texto os voy a hablar de la posterior conquista castellana de las tierras alicantinas y su repoblación.

La ciudad de Alicante a lo largo de su historia estuvo ocupado por los musulmanes que la incorporaron al Reino de Murcia, el rey musulmán que gobernaba en el Reino de Murcia le ofreció sus tierras a cambio de protección y el rey le ofrecía la mitad de sus ganancias publicas de su reino al infante de Castilla D. Alfonso El Sabio. Pero solo pudo conseguir, sin la ayuda de las armas, la capital del reino y Crevillente, ya que el resto del reino lo tuvo que conquistar por medio de las armas. Las ciudades que conquisto fueron: Alicante, Orihuela, Cartagena, Mula, Lorca, Elche, Aledo, Ricote, Cieza. Estas fueron las ciudades que se sublevaron al Reino de Castilla al mando de la cual estaba el gobernador musulmán de Alicante.

Los sublevados estuvieron durante un periodo de tiempo gobernándose de forma autónoma hasta el año 1247 año en el que el gobernador musulmán de alicante abandonó la ciudad y empezó la dominación castellana de Alicante.

La repoblación se daba según como se hubieran conseguido las ciudades se les proporcionaba un trato u otro, si no había hecho falta la toma de esa ciudad o plaza por la fuerza de las armas, o sea que capitulaban, Alfonso X El Sabio se les mantenían sus derechos, su lengua, sus instituciones… en caso contrario se le quitaban todos sus derechos. En el caso de Alicante como fue una de las ciudades sublevadas conlleva a la expulsión de los moradores musulmanes y la repoblación de gente cristiana.

Aquí os dejo el enlace por si a alguien le interesa leer el artículo entero.

http://www.alicante-ayto.es/documentos/cultura/publicaciones/historia_alc_2/17.pdf

Texto de Ramón Ferrer Navarro. Profesor UA

FERRER NAVARRO, Ramón. “Repoblación de tierras alicantinas por Jaime I”. Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval. N. 2 (1983). ISSN 0212-2480, pp. 33-48

En esta entrada os dejo un texto de un profesor de la Universidad de Valencia hablando sobre la repoblación de las tierras alicantinas por Jaime I

REPOBLACIÓN DE TIERRAS ALICANTINAS POR JAIME I

 La reconquista y repoblación emprendida por Jaime I en el Reino de Valencia  tomo nuevos rumbos a partir del año 1248. Hasta entonces se había venido realizando la inserción de la población cristiana en el territorio valenciano sin crear grandes problemas en la población musulmana que vivía en este territorio, salvo en contadas excepciones; será en 1248 cuando el monarca tome una drástica resolución: expulsar a los Musulmanes del Reino de Valencia.

El 6 de enero de 1248 se proclama la expulsión de los mudéjares valencianos; expulsión que fue realmente importante en gran parte del reino y sobre todo se intenta que sea más afectiva en su frontera meridional, zona en la que se desenvolverá Al-Azraq dominando un extenso  territorio hasta su definitiva rendición en 1258.

La expulsión de una parte de los mudéjares valencianos dará lugar a que en los años 1248-1249 se convierta en uno de los más importantes en cuanto a la concesión de donaciones a los nuevos pobladores cristianos para motivarlos a repoblar una zona que había estado ocupada por musulmanes durante un largo periodo de tiempo. Este aumento de las donaciones efectuadas tuvo un especial significado por lo que se refiere a las tierras fronterizas del sur; en efecto, esta zona es de vital interés para el monarca ya que se había de poner freno a las actividades bélicas del caudillo sublevado, freno que sólo era posible si se rompía la estructura de la amplia población mudéjar de la zona y se la iba sustituye, por población cristiana.

El empeño pues de Jaime I de reprimir sublevaciones peligrosas en el sur del  territorio, y al mismo tiempo dotar a esta zona de una abundante población cristiana, se traduce en esas donaciones que concede a los que vienen a estas comarcas alicantinas.

Aquí dejo el enlace de la parte del libro para el que este interesado en leerlo entero.

http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/7162/1/HM_02_03.pdf

Reflexión sobre la Expulsión de los Moriscos

Aquí os dejamos un texto muy interesante sobre la Expulsión de los Moriscos realizado por el profesor Manuel Ardit, de la Universidad de Alicante.

Universidad de Alicante. Departamento de Historia Medieval, Historia Moderna y Ciencias y Técnicas Historiográficas

ARDIT LUCAS, Manuel. “Una reflexión sobre la expulsión de los moriscos valencianos y la repoblación”. Revista de Historia Moderna. N. 27 (2009). ISSN 0212-5862, pp. 295-316

La historiografía sobre los moriscos y su expulsión estuvo determinada por todo un conjunto de prejuicios ideológicos. Los contemporáneos de la expulsión, al menos los que tuvieron ocasión de dejar constancia escrita, adoptaron una posición que podemos llamar moriscófobia. Consideraban que la población morisca valenciana era económicamente poco relevante, dado el carácter minifundista y atrasado de la agricultura que practicaban. Al mismo tiempo pensaban que su población crecía a un ritmo mayor que la cristiana, debido al matrimonio universal y precoz que practicaban, ya que las que llamaban «cargas del matrimonio» eran para ellos poco exigentes y no practicaban el celibato. Los historiadores y publicistas del siglo XIX, fundamentalmente los liberales, adoptaron una actitud moriscofila, fundada en una percepción absolutamente contraria. Los moriscos eran una minoría económicamente muy activa y eficiente. Por lo tanto, su expulsión el año 1609 supuso un grave quebranto. Sin embargo los historiadores conservadores, interesados en la canonización del patriarca Ribera, mantuvieron el punto de vista moriscófobo. Los historiadores actuales han oscilado entre la moriscofilia y la moriscofobia, pero por razones menos ideológicas, como una explicación de un supuesto atraso económico valenciano, consecuencia de la expulsión de los moriscos y una repoblación que reforzó el régimen señorial.