Categories
Política

La conversión y posterior expulsión de los moriscos

Los mudéjares eran la población musulmana que había quedado en territorio cristiano tras la Reconquista. Aunque no siempre habían sido bien vistos fue durante las primeras décadas del siglo XVI cuando se acentuó este malestar que cristalizó sobre todo en el episodio conocido como la Primera Germanía. Los mudéjares fueron vistos como la mano de obra barata que perjudicaba a los gremios, por lo que eran obligados a bautizarse convirtiéndose así  en moriscos o cristianos nuevos. Ante esto surge un problema teológico, ¿son válidas estas conversiones a la fuerza? La solución a las dudas viene resulta por una junta de teólogos que determinaría que la decisión de bautizarse se realizaba de forma libre, puesto que se les daba la “opción” de morir para evitar ser bautizados.

En el caso de Novelda podemos observar cómo  se evidencia  que estas conversiones al cristianismo eran pura apariencia pues aquellos nuevos convertidos seguían siendo musulmanes de corazón. En primer lugar impresiona el hecho de que prácticamente toda la población mudéjar se convierta al cristianismo de la noche a la mañana precisamente en estas fechas. Aunque hay que reconocer que intentarán guardar las apariencias iniciando en momentos cuando  la construcción de la Iglesia Parroquial de la villa (1553), no parece que realmente se hubiesen convertido sobre todo teniendo en cuenta que las tareas de construcción se demorarán más de cuarenta años.

A pesar de su conversión los moriscos seguirán estando en el punto de mira. Así en época de Felipe II, concretamente en 1693, se ordenará el desarme de la población morisca para facilitar su control, ya que coincide con un momento de difusión del calvinismo y protestantismo en Europa, de modo que intenta cerrar posibles frentes. Tenemos datos de estas confiscaciones en Novelda, recopilándose un auténtico arsenal formado por 191 espadas, 18 lanzas, 12 rodelas, 68 puñales, 2 arcabuces, 77 ballestas y 8 escopestas. .

En 1695, y siguiendo esta línea represiva, se ordenará “que se les quite leer y escribir en arábigo”, aunque esto no se consigue implantar en Novelda en vista de que siguen habiendo documentos en árabe con fechas posteriores conservados en el Archivo Municipal. Si bien estos cambios no afectarán en exceso a la vida social, tenemos constancia de algunos procedimientos inquisitoriales. A partir de 1554 se habían distribuido una serie de oficiales por las localidades, encargados del control y las delaciones. En el caso de Novelda, la población contaba con 8 de estos personajes, conocidos como “familiars”.

Joan Alacantí Carres, vezino de la villa de nobelda, cistiano nuevo de moro, labrador; por lo mesmo Reconciliado por haber tenido y creydo la secta de Mahoma y haber hecho y guardado sus ritos y ceremonias. Habito y cárcel, que el habito se le quite en acabados el Auto”.

Primera acción inquisitorial en Novelda, 8 de junio de 1567.

Pese a ello, la villa no se altera, la conciencia de pertenecer auna cultura de raíces musulmanes era muy fuerte. Y se ve en que tras más de 300 años bajo dominio cristiano, no habían cambiado ni su forma de vestir.

Las políticas de aculturación acabarán en época de Felipe III con el Decreto de expulsión de los moriscos (1609), algo traumático para las tierras valencianas ya que esta población suponía 1/3 del total. Por ello, y contrariamente a lo esperado de la nobleza, saldrán en su defensa  ya que eran un elemento importantísimo que explicaba sus enormes beneficios económicos:

“La expulsión de los moriscos es la universal ruyna y desolación de este reyno, ya que se basa en el servicio y la utilidad de dichos moriscos, la cual cessando, cesan las rentas de los señores y caballeros las de los ciudadanos, los tratos de mercaderes y arrendadores, las limosnas de todos los pobres, hospitales e iglesias, el trato de todos los oficios mecanicos y por consiguiente, todo el reino perece.”

Finalmente, y pese a las reticencias de la nobleza, se llevará a cabo la expulsión, demográficamente nefasta para Novelda, donde de 500 casas quedaron vacías 400.