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Economía

Novelda a finales del siglo XVIII

La situación política del País Valenciano a finales del S. XVIII se podría enmarcar dentro de un feudalismo tardío. La sociedad se encuentra todavía dentro de un régimen señorial. El sistema enfetéutico es la forma que tienen los señores para ceder sus dominios. Pero durante este siglo se van a introducir otras formas económicas de este sistema de arrendamiento y trabajo asalariado. Estas nuevas formas ayudaran a que ciertos sectores de la sociedad vean enriquecer su patrimonio, hecho que supuso la aparición de una nueva clase social: la burguesía. Como es bien sabido, la producción agraria noveldense va a experimentar en el S.XVIII una gran expansión sobre todo en el periodo 1730 y 1780. El aumento económico estará también ligado a otros sectores de la agricultura: el comercio y la protoindustria además de la industria rural. Así mismo, la liberación del comercio con América tendrá importantes consecuencias económicas para los valencianos.

Por otra parte, aparecerá una industria de carácter rural donde predominarán las manufacturas producidas en talleres domésticos; estas características se ven en Novelda a través de los cultivos de frutas y la confección de encajes  o “randa” como es conocida en esta zona.

Sobre la actividad económica queda claro que la agricultura es sin duda el pilar fundamental de la población. Principalmente el cultivo de arboles frutales con los que se comercializan entras la las lluvias después de la Sequia Mayor  además de sustentar al pueblo con estos productos. Partiendo de la base del Censo de Frutos y Manufacturas, el 71.67% del valor de toda la producción lo proporcionaba el sector agrario mientras que el 27.32% pertenecía a trabajos artesanales. Si bien la agricultura era el mayor sustento de la población noveldense también fue uno de sus principales problemas económicos ya que al tratarse de una zona en la que las continuas sequias no ayudaban a las cosechas, y las inundaciones y la mala calidad del agua no propiciaban a aumentar sus producciones.

Es a finales del S.XVIII se observa una serie de acontecimientos climatológicos que iniciaran un periodo de desastrosas cosechas causando un descenso en el crecimiento económico y demográfico que esta localidad había experimentado a lo largo de este siglo. Será en el S.XVIII cuando la industria de la randa encontrara un impulso gracias a la demanda que este tipo de trabajo tendrá. Incluso se planteó construir una escuela dirigida a las niñas y mujeres de la Villa y alrededores:

“Si en esta villa se estableciera una escuela de encaxe fino sería utillísima al país y aumenta más esta industria, pues las niñas que llegan a los cuatro años ya tienen la ocupación de encaxe gordo, con lo que logran mayor disposición para el fino…”.

De esta manera llega Novelda al siglo XIX donde se abre una etapa de crecimiento económico con grandes cambios políticos y sociales que afectaran directamente a la población de Novelda.

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Economía

Fábrica de Jaspes y Mármol

Aunque a día de hoy el mármol sea un sector muy relevante en la economía noveldense, no siempre fue así, es más, es un elemento no demasiado antiguo.

Se dice que el inicio de las fábricas de mármol surgen a finales del  siglo XIX  con un carácter modesto y con el fin de servir a un mercado en expansión, en la época de las grandes construcciones modernistas. Fuera como fuese en 1911 las autoridades locales no habían prestado atención a este sector como posible fuente de ingresos; ni tampoco la “Junta d’Aigues”, a quien se le atribuía la propiedad de las canteras.

Sin embargo tenemos datos de que en el siglo XVIII ya es un sector a explotar. Esto lo sabemos debido a los datos sobre los trabajadores (alarifes y albañiles)  entre 1730 y 1797 con una media de 7 alarifes en este marco temporal, destacando los años 1773, 1774 y 1797, entre los que encontramos el siguiente número de trabajadores respectivamente 12, 11 y 15. Los maestros por el contrario son menores teniendo de media de 3 trabajadores.

Cavanilles en “Observación sobre la historia natural, geografía, agricultura, población, y frutos del Reyno de Valencia” nos dice lo siguiente en torno a Novelda:

“no tiene en su termino minas, pero si canteras de Jaspes encarnados con blanco y de negro con blanco. De que ussa poco la fabrica, por tener mas cerca las canteras de Aspe, de donde se saca mejor y con mas facilidad”

En 1772 se le hace director  de Arquitectura de la Academia  de Bellas Artes de San Carlos, Valencia a don Pere Caro y Maça de Liçana, Marqués de la Romana. quien según los documentos crearía una máquina que funcionaba a través del movimiento del agua, cuyas dimensiones son muy notables, incluso a día de hoy. Pero no prosperó. Sabemos que fue montada después del año 1754, sin embargo no era muy utilizada ya que había un gran número de trabajadores debido a la crisis en el campo durante el trienio 1755-1758. Sabemos que diez años mas tarde de su construcción sigue en pie pero “suele estar muchos tiempos parada”.

Tres años más tarde la fábrica se cerrará. Y en el “Estado General de esta Villa de Novelda…” de 1780 podemos leer:

“en esta villa no hay industria alguna peculiar de los Hombres”

Vemos por tanto un intento fallido de industrialización por los hombres ilustrados que años más tarde como sabemos, el mármol será fuente de ingresos para la comunidad noveldense.

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Sociedad

Fiestas de Novelda en el siglo XVIII

El movimiento festivo que se desarrolla en Novelda en el siglo XVIII bien puede considerarse como las bases tanto  estéticas como artísticas de las actuales festividades que se dan en esta ciudad. Así como apunta Miguel Ángel González:

“Los elementos que se utilizan en las fiestas locales actuales (…) en la mayoría de los casos son la evolución de elementos festivos utilizados en siglos pasados…”

Muchos de estos elementos ornamentales son una mera evolución de los que se utilizaban en siglos pasados, como por ejemplo: las carrozas que actualmente conocemos evolucionan de los carros triunfales del Barroco.

Gran parte del modelo festivo en Novelda durante el S.XVIII se basa a elementos propios de la Edad Media principalmente, a pesar que se han recogido otros muchos de siglos posteriores dado que estas festividades se han transmitido por tradición al igual que en la Edad Media se transmitían  las leyes.

Tras la llegada al trono de los Borbones no se han observado ningún cambio en cuanto a la estructura de las mismas se refiere. No obstante, las modificaciones que surgieron a lo largo del siglo XVIII acusan al cambio social imperante como a la incesante inmigración. Estos aportaron diferentes matices en los elementos más clásicos de las fiestas sin alterar la raíz de las mismas.

Las festividades que se han llevado a cabo a lo largo del S.XVIII  confluyen en aspectos básicos. En su mayoría son celebraciones en honor a santos, patronos y personalidades nobles como pueden ser : las fiestas por Santa María Magdalena, por Sant Pere, las rogativas por falta de agua que se encomendaban a los santos de Novelda, las festividades al Marqués de la Romana y al patrono de la Villa de San Roque. La ornamentación así como los gastos en cada festividad dependería a quien se debía la festividad. La pólvora para los morteretes, el dulzainero, las misas, las luminarias nocturnas, los toros, vino, frutas etc., son elementos que estaban presentes en estas festividades.

No es hasta 1770 cuando por Orden del Consejo de Castilla se ordena que todos los municipios realicen un Expediente en el que se regulen las fiestas quedando reflejado tanto la fecha como el motivo al que se dedicaban. Dicho expediente se encuentra en el Archivo Histórico Nacional.

A través del recorrido que Miguel Ángel González realiza en su artículo se puede establecer un calendario festivo anual durante el S.XVIII y explicar algunos de sus elementos a pesar de que algunos de ellos no se mencionen en el Expediente se conoce sus existencias por referencias concretas:

Los Arcos Triunfales pueden ser un reflejo de los arcos romanos aunque el material de construcción de estos era de piedra mientras que a partir de la Edad Media se adornaban con motivos florales. Este adorno se situaba en la entrada y salida de  las calles y equivalen a las luces de colores actuales. Los adornos en las fachadas eran frecuentes sobre todo las telas de colores de terciopelo rojo o negro.

Las luminarias – frecuentes desde el S.XV por la falta de luz en las calles- su cometido era iluminar todas las calles como síntoma de que la ciudad se encontraba en fiestas. Para ello. Utilizaban unas cazuelas llenas de aceite que prendían con mechas de lino o algodón. Las luminarias se colocaban en las fachadas y en las terrazas más altas. Actualmente han evolucionado a las bombillas de colores que alumbran las calles.

Los carros triunfales solían ser de madera e iban tirados por mulas o caballos, hoy en día han derivado en las carrozas. Las corridas de toros eran muy similares a  las actuales siendo  algunas herencia del pasado como los encierros que se llevan a cabo en Pamplona. Por otra parte, la función de los morteretes era la de explosionar y causar un enorme estruendo.

También se representaban comedias o entremeses teatrales para los cuales se empleaban elementos de la Iglesia como sillas y bancos.

El origen de las festividades de Novelda se remonta hasta la Edad Media, viendo como su estructura mantiene su base en la actualidad dado que se han transmitido de generación a generación mostrando la identidad cultural de la ciudad.

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Cultura

Un noveldense ilustre

El siglo XVIII es también conocido como la época de la Ilustración o el Siglo de las Luces. En el ámbito cultural se va abriendo paso una nueva concepción del mundo basada en el triunfo de la razón y la ciencia. Es en Inglaterra donde nace este movimiento pero el país difusor de las ideas ilustradas será Francia donde encontraremos a la tríada de filósofos con más proyección e influencia sobre todo en los movimientos revolucionarios de final de siglo: Voltair, Rousseau y Montesquieu.

Aunque tradicionalmente se ha considerado que el momento culmen de la Ilustración española tiene lugar durante el reinado de Carlos III (1759-1788), el profesor Antonio Mestre en una reciente conferencia en la Universidad de Alicante subrayó la necesidad de una revisión puesto que fue precisamente durante el reinado anterior, con Fernando VI, cuando se dieron citas muchos de los ilustrados más notables gracias, entre otros factores, al patrocinio del marqués del Ensenada que a su vez era el hombre fuerte del gobierno. Es durante el reinado de Alfonso VI donde nuestro noveldense más ilustre llevará a cabo muchas de las tareas por las que será recordado por la posterioridad.

Jorge Juan (1713-1773)

Jorge Juan Santacilia nació el 5 de enero de 1713 en una casa solariega en la actual partida de “El Fondonet” en Novelda aunque fue bautizado días después en la vecina localidad de Monforte. Este hecho que ha levantado muchas especulaciones y rivalidades entre las dos localidades vecinas ha sido explicado por los profesores Armando Alberola e Inmaculada Die en el Congreso Internacional Jorge Juan Santacilia (1713-1773) en la España de la Ilustración. Memoria y Presente. Efectivamente Jorge Juan fue bautizado en Monforte del Cid debido a que sus padres, dado que no era el hijo primogénito, dejarán la puerta abierta para que pueda acceder al cargo de dean en la concatedral de San Nicolás de Alicante, cargo que debía ostentar un alicantino por lo que deciden bautizarlo en la localidad de Monforte del Cid ya que en estos momentos estaba considerada como una calle más de la ciudad alicantina.

Los primeros años de la educación del pequeño Jorge, huérfano de padre desde los dos años, tiene lugar primero en el Colegio de los Jesuitas de Alicante y de ahí, instado por su tío, se trasladó a Zaragoza para estudiar Gramática. En el período que va desde 1726-1729 se trasladará a la isla de Malta para entrar a formar parte de la conocida Orden del Hospital. Este viaje no resulta tan baladí y, sin duda, influyó de manera decisiva en su vocación marina. A su regreso a España solicitó el ingreso en la  Real Compañía de Guardias Marinas en Cádiz y, finalmente, entró como estudiante en la Escuela Naval Militar de San Fernando también en la ciudad andaluza. Allí recibió formación en todas las disciplinas científicas consideradas imprescindibles para un marino como la Geometría, Astronomía, Trigonometría… Hay que tener en cuenta el hecho de los conocimientos científicos europeos seguían teniendo grandes dificultades para su difusión en nuestra país debido, entre otros factores, a los problemas con la Inquisición. Sin embargo y pese a que en la mayoría de las universidades los conocimientos seguían anclados en el pasado, desde el gobierno se promoverá la difusión del conocimiento científico en las escuelas militares con el objetivo de tener un cuerpo de oficiales expertos y bien preparados. Jorge Juan era uno de estos jóvenes privilegiados que incluso tuvo acceso a la obra de Newton.

Una de las primeras grandes tareas en las que se embarca el marino durante nada más y nada menos que una década será la famosa expedición hispano-francesa para medir el meridiano terrestre para la que fue elegido como representante español junto con su compañero don Antonio de Ulloa quienes, además, tenían instrucciones secretas del monarca para observar qué ocurría en los territorios americanos de la Corona. Al volver de esta empresa publican juntos la Disertación Histórica y Geográfica sobre el Meridiano de Demarcación entre los dominios de España y Portugal (1749) pero sus Memorias Secretas serán acogidas con indiferencia por parte de los secretarios de Marina y Estado aunque muy pronto conocerán al marqués de la Ensenada quien verá en ellos dos personas clave para llevar a cabo la reforma necesaria de la Armada. 

La vida de Jorge Juan transcurrirá a partir de entonces entre los distintos astilleros del reino Ferrol, Cartagena y Cádiz donde tiene que llevar a cabo la supervisión en la construcción de nuevos barcos. Nuevos barcos que están muy inspirados de los modelos ingleses ya que era su Marina la más destacada del momento. De hecho, el propio Juan se traslada en calidad de espía a Inglaterra entre 1748-1750 para comprobar de primera mano cómo construyen sus barcos los ingleses. A los dos años de su llegada es nombrado director de la Academia de Guardias Marinas de Cádiz donde fundará también el Observatorio Astronómico y la Asamblea Amistosa Literaria, un lugar de reunión de grandes eruditos donde se discutían las más novedosas teorías científicas.

Estos años de gran efervescencia cultural se verán truncados con la caída en desgracia del marqués de la Ensenada, su principal valedor en la corte, y un giro en las políticas del gobierno hasta tal punto que cambian la construcción naval a la inglesa por el sistema francés, craso error que se podrá comprobar unas décadas más tarde en la Batalla de Trafalgar. A pesar de la caída del marqués, Jorge Juan seguirá dedicado a sus labores científicas y marinas y su prestigio es tal que las consultas que se le hacen desde Madrid propiciarán su traslado a la capital a finales de la década de los sesenta después de cumplir con una nueva misión encargada por Carlos III que le requería para ser embajador en Marruecos donde debía tratar una serie de acuerdos comerciales y marítimos.

Será durante sus años en Madrid, con la inseparable compañía de su secretario Miguel Sanz, donde publicará su célebre Examen marítimo teórico-práctico (1771) y ya, de manera póstuma, saldrá a la luz una obra sobre la astronomía en Europa. Firme defensor de su obra será el conocido Padre Burriel en cuyas cartas al ilustre Gregorio Mayans se desprende el aprecio e incluso admiración que le despertaban los escritos del sabio noveldense.

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Población

Los recuentos poblacionales del XVIII

En el siglo XVIII existirá desde las altas esferas políticas una necesidad imperiosa por conocer el número de habitantes del reino para ponerlo en relación con los datos económicos del país. No en vano los ilustrados creían que el número de hombres estaba estrechamente relacionado con la idea de progreso. Así creían que a más hombres, mayor fuerza interior del Estado y, por ese motivo, cuando en 1741 Juan Amor de Soria publica su libro Enfermedad crónica y peligrosa de los reinos de España y de Indias considera que la falta de gente es el mayor de los males del reino.

Prácticamente todos los Borbones realizarán al menos un recuento poblacional  a lo largo de su reinado aunque ello no quiere decir que los datos recogidos sean totalmente fiables puesto que dependen mucho del aparato administrativo y los medios empleados para el recuento. Entre los recuentos poblacionales impulsados desde Madrid encontramos los siguientes:

  • Vecindario de Campoflorido (1712-1719): Recibe el nombre del titular de Hacienda, el marqués de Campoflorido, a quien le urgía la realización de este recuento por motivos fiscales al ser necesaria la recaudación de impuestos para pagar los gastos de la guerra. Recoge el número de los vecinos pecheros, es decir, aquellos que estaban obligados a pagar impuestos. Sus tempranas fechas relacionadas con la coyuntura bélica, su marcado carácter fiscal y los escasos medios con los que contaba el Estado hacen que sus datos sean considerados poco fiables pocos años después de su realización. Con respecto al señorío de los Caro no tenemos la cifra exacta* pero el estudio de los libros de alcabalas han dado la cifra aproximada de 355 vecinos.
  • Catrasto de la Ensenada (1749-1753): Considerado de mejor calidad estadística pues se realizaron dos recuentos simultáneos (un censo y un vecindario) aunque sólo en Castilla por lo que, aunque se han hecho cálculos respecto a la población que tendría la Corona de Aragón, es imposible obtener la cifra exacta de las ciudades y villas del Reino de Valencia.
Novelda en algunos censos del XVIII
Novelda en algunos censos del XVIII
  • Censo de Aranda (1768-1769): Realizado a instancias del presidente del Consejo de Castilla, el conde de Aranda, es el primer censo de carácter nacional que además divide la población por edad, sexo y estado civil con la excepción de los viudos. Sus datos se presentan no por corregimientos y municipios sino por diócesis ya que encargó a la Iglesia su realización por considerar sus sistema administrativo más eficaz. 4.495 habitantes, 24 de ellos eclesiásticos y tres sirvientes.
  • Censo de Floridablanca (1786-1787): Realizado por el Secretario de Estado el conde de Floridablanca, es considerado el más fiable porque proporciona no sólo datos demográficos sino de diversa índole como económicos y sociales dado que recoge a qué se dedica cada habitante. 6.422 habitantes
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Cultura

Los noveldenses y la imprenta

La invención de la imprenta por Gutenberg a mediados del siglo XV marca un importante hito en la historia  dado que permitirá una mayor difusión de las obras escritas  al mismo tiempo que supondrá el abaratamiento de los costes de producción de los libros que hasta entonces sólo podían ser reproducidos a través de copias manuscritas por toda una serie de amanuenses. Sin embargo esta máquina tenía un coste elevado por lo que no todas las ciudades contaban con una. De hecho no fue hasta finales del siglo XIX cuando se instala la primera imprenta en Novelda. Entonces, ¿vivió ajena la villa a la existencia de dicho invento? ¿Dónde acudían aquellos que necesitaban de un impresor?

Tenemos que trasladarnos hasta el año 1659 año en el que se inicia un proceso judicial promovido por el Consejo de la Villa para reintegrar las regalías que los señores territoriales habían sustraído un siglo atrás. Más de una década después, en el 1673, el proceso aún continuaba y el 15 de agosto el notario síndico pagó a “Lorenzo Cabrera impresor por imprimir el Memorial  hizo al Dr Gaspar Berenguer por quenta de la Villa en el Proseso de Demanda de las Regalías contra los pretensores del estado“. Las razones que se aducen para ello son simplemente económicas pues se necesitaban 9 copias que hubiesen costado más de 20 libras si hubiesen sido manuscritas en lugar de poco más de las 7 libras que costaron.

Del siglo XVIII datan los otros dos ejemplares impresos de los que se tiene constancia.

2Uno de ellos está datado en 1755 cuando se publica por parte del Marqués de la Romana, señor de Novelda, y el Concejo de la villa un informe legal sobre la resolución favorable de un pleito contra el Duque de Híjar, señor de Monovar, por unos problemas con el abastecimiento de agua. Como curiosidad mencionar que de esta publicación, de 42 páginas, sólo se conserva un ejemplar en cuya portada aparece un grabado de San Pedro.

El último de los documentos es una impresión de 1772 presentada por el administrador del señor. Se trata de un documento que recoge los privilegios reales otorgados aún en tiempos medievales a los señores de la villa y el castillo de la Mola y que fue presentado para demostrar que el señor estaba exento del pago del impuesto conocido con el nombre de equivalente.

En definitiva se puede afirmar que hasta la fecha, la documentación impresa que llega a la villa de Novelda, está relacionada con  temas legales e impresa en la ciudad de Valencia.