Ben Bella

Hace un par de días murió Ahmed Ben Bella, el primer presidente de la Argelia independiente. Supongo que este personaje generará un sinfín de reacciones contrastadas entre un sinfín de personas. Por mi parte siempre me he generado una extraña sensación el que siguiera entre nosotros uno de los actores principales de una época para mi tan remota, algo parecido a lo que debe sucederle a mucha gente con Fidel o con Carrillo. Aún quedan muchos supervivientes de aquella época, de este bando, de aquel y del de más allá: pieds-noirs y argelinos que recuerdan cada momento de aquella historia y que no me canso de esperar a que sea demasiado tarde para entrevistar. También queda Aït Ahmed, el último superviviente de aquel golpe que en 1956 dio el ejército francés interceptando el avión en el que viajaban los líderes del FLN de Marruecos a Túnez. Pero Ben Bella, por haber sido el presidente de Argelia y en su momento más ilusionante, era todo un símbolo.

En 2005 tuve la oportunidad de verle cuando participó en un ciclo que Ignacio Ramonet organizaba en la CAM. Con noventa años el hombre se cansaba fácilmente pero al oírle hablar de tantas cosas y de tantos personajes tenía la sensación estar escuchando a la Historia en vivo. Tras su diálogo con Ramonet se abrió un turno de intervenciones y una azafata, que nunca he vuelto a ver, me pasó el micrófono colándome por la cara delante de todo el mundo. Ya no recuerdo mi intervención, pero al salir tuve la oportunidad de estrecharle la mano aunque no me atreví a hacerme una foto con él. Siempre me he arrepentido de no haberlo hecho. De todas formas dudo mucho que la hubiera colgado en este blog.

De aquella calurosa tarde de primavera típicamente alicantina guardo dos impresiones. Lo chocado que me quedé al comprobar como Argelia tenía tanto tirón en Alicante al entrar en aquel abarrotado auditorio, el más grande que teníamos en la ciudad; y la impresión que me causó la antagónica diversidad de individuos que allí estábamos escuchando a Ben Bella: franceses de Alicante, antiguos europeos de Argelia, ancianos que quizás le habían combatido, algún barbudo, altermundialistas que le preguntaban por sus recuerdos con el Che, viejos argelinos que le recriminaban haber legitimado el golpe militar de 1962… Más tarde he vuelto a comprobar, y estar vez en primera persona, como se tensa la cuerda cada vez que en Alicante se habla de la historia de nuestro vecino país.

This entry was posted in Argelia, Magreb. Bookmark the permalink.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *