El segundo gran bastión al que la política de la SGAE se acoge es el factor económico. Este aspecto, que parece quedar casi velado tras otros recursos dialécticos de gran renombre es quizá uno de los que más les preocupa, de hecho ya traté de adelantar que en este sentido los de la SGAE han dado muestras de su alto nivel en cálculo al pronosticar las menguas en su pastel como consecuencia de la irrupción de Internet en lo que ellos han rebautizado como “industria musical”.
Se escudan en los artistas erigiéndose como defensores de estos. Nos bombardean con anuncios donde nos acusan de ladrones a los que cometemos el “delito” de descargar música de Internet. Unos cuantos policías, sheriffs con chapa de mercadillo, organizan persecuciones made in USA contra inmigrantes que buscan un agujero por el que ganarse el derecho a vivir que Occidente les niega tanto en sus países como en el primer mundo… todo sea por la defensa de los creadores de ideas, de los indefensos intelectuales… ¡mentira!
Según AFYVE del precio de un CD menos del 10% corresponde al artista, ¡menos de una décima parte! Por cada 20 euros que pagábamos por un CD de Ramoncín (curioso ahora por menos te dan el CD, CD2, bonus-tracks, DVD de concierto, camiseta y si aprietas las llaves del apartamento de verano del cantante) solo 2 iban a parar a su bolsillo. El resto, el 90%, se repartía y reparte entre el comercio, discográfica, impuestos… aunque quizá Ramoncín no haya sido el mejor ejemplo porque en su caso cobra por dos veces, la SGAE también se lleva su tajada. Si es así ¿por qué no decir la verdad? Que lo que pretenden defender son sus propios intereses, nada más lícito que defender lo propio ¿cierto? O es que se avergüenzan de que su trabajo sea cobrar por el esfuerzo de otros. Por otro lado no sería la primera vez que cantantes y grupos afirman que sus beneficios provienen en realidad de conciertos y publicidad y no de discos de oro, platino o circonita. Pues que así sea. Que sigan ganando los que son realmente buenos, los que curran sobre un escenario gira tras gira y no los que se tumban a recibir los réditos de éxitos pasados o peor los parásitos embusteros.
Pero poco a poco esta política ha ido calando. El primer paso se dio con la aprobación del Canon, esto es, un impuesto que gravase todo producto susceptible de almacenar música de manera lícita o ilícita. A ver a ver, si vas de legal pagas tus eurillos descargándote la música desde un programa tipo iTunes estas pagando dos veces por el mismo servicio: por un lado el porcentaje de impuestos que se carga en el precio de la canción y por otro el que pagaste al comprarte el iPod, mp3/4 o equivalente. Si eres un pirata/delincuente te están cobrando un impuesto por algo ilegal. Imaginad que cargasen un impuesto sobre las jeringuillas por ser susceptibles de inyectarse heroína, sencillamente perfecto. Pero como la sociedad camina más rápido que la ley el problema se les plantea con la transmisión de datos a través de programas P2P (tipo E-Mule, Ares…) con lo que pretenden poner un precio a la cesión de información, vamos como cobrarme por dejar una peli a un amigo solo que por Internet. Imagino que con este planteamiento las bibliotecas públicas deben estar acojonadas porque al fin y al cabo es a lo que se dedican, ¡veis! Eso es luchar por la defensa de la cultura.
Lo último en esto es cargar contra los creadores de este tipo de Software supongo que por crear estas herramientas de perversión. En Munera, el pueblo de mi tío, mataron a un hombre con un botijo. Suerte que la SGAE no andaba cerca sino se hubiesen llevado por delante al inventor de tamaña arma.
Finalmente, creo que he dado demasiadas vueltas para explicar algo tan sencillo y obvio como que lo que verdaderamente persiguen es defender sus propios intereses, es decir su parte del mencionado pastel, la parte que se han adjudicado. Que la convivencia entre música y gratuidad es posible ¿o no llevamos años conviviendo con el fenómeno Internet? Y ¿alguien ha visto que se deje de crear?, ¿ha descendido el públco en los concieros? Son los lobbys los que alzan sus cantos de cisne temerosos de verse aplastados por un fenómeno al que no se han sabido adaptar.
4 replies on “No a la SGAE. 2- Razones económicas”
Apoyo todo lo que dices. La industria cultural no es cultural, es industria. Esto de la SGAE es tan estúpido que en una fotocopiadora no dejaban que fotocopiara un artículo mío a pesar de llevar mi carnet y decirles que me daba permiso a mí mismo. Si el “listillo” de Teodoro hubiese aprendido a hacer música, quizás no se hubiese dedicado a explotarnos y fastidiarnos. Saludos, Xose
Buena anécdota! No debiste caer en que en ese momento importaba poco que fueses el autor o no, la SGAE se habia apoderado de tus derechos para “protegerlos” hasta de ti mismo.
pau
saludos
Increible. La SGAE, otro negocio más. Dicen que solo defienden a sus socios pero lo único que les preocupa es sacar beneficio de nuestro derecho a la cultura. ¿Por qué sino un pueblo como Fuente Obejuna, otrora Fuenteovejuna, tiene que pagarles por representar su historia?
Y esto del canón… Los “ramoncineros” que se quejen de su pérdida de ingresos que se dediquen a celebrar conciertos y demostrar lo que valen ¿o es que les da miedo el directo?
Un saludo
De acuerdo con todos y plenamente de acuerdo con Carina. Yo creo que muchos sí que tienen miedo de demostrar lo que valen. ¿Normalmente los que se quejan quienes son? Los triunfitos de turno y, en resumidas cuentas, los que no cubren objetivos. Y hay que recordar que en muchos casos las discográficas mandan, inclusive en la creación artística y en la concepción de la obra. ¿Quien marca las nuevas tendencias musicales, los artistas o las discográficas? Sin ninguna duda, las discográficas. Un sello discográfico es un negocio que simplemente quiere cuanto más dinero mejor. Y ocurre exactamente lo mismo en el apartado cinéfilo, y menos en el apartado literario (aunque también ocurre).
Cuando escuchamos a The Killers, grupo actual de prestigio internacional, los que los conocemos sabemos que sus influencias naturales son Tom Waits, Bruce Springsteen, D. Bowie, inclusive tendencias punk… ¿Por qué no se nota? En años anteriores sí que se notaba, ahora un concierto de The Killers es una oda al sintetizador y le dan la espalda a la guitarra, el violín, el saxo o el piano. ¿Por qué? Quizás es, seguro, que la tendencia la marca la discográfica, y lo que vende ahora mismo es el dance fundido con el house y reminiscencias, residuos diría yo, del rock. Y como es lo que vende las discográficas lo exigen. Y a partir de ese momento es un pez que se muerde la cola, un ciclo perfecto que no tendrá visos de ruptura hasta que deje de vender y a otra cosa mariposa.
La cultura está dejando de ser una cultura pura porque el arte está controlado por algo que no es arte, es dinero, simple y llanamente. Y por ese motivo, queridos amigos, muchos artistas: músicos, directores de cine, escritores… optan por crear sus propias discográficas, productoras o editoriales.
Un saludo!