Déficit Auditivo

Introducción

Un buen número de personas tienen dificultades de audición y el problema aumenta con la edad, con el envejecimiento de la población. Aunque habitualmente la población estudiantil es joven, no están exentos de  sufrir estas dificultades. De hecho, el envejecimiento y la exposición al ruido son dos de las causas más comunes de deficiencias en la audición, pero también los son la convivencia con ambientes muy ruidosos, la exposición continuada a fuentes de sonido muy altas, las enfermedades y medicinas con efectos secundarios graves.

La audición de sonidos y del habla presenta dos características a tener en cuenta: el tono (frecuencia) y la intensidad (volumen). En una prueba de audición se evalúa los niveles de intensidad necesarios para escuchar una gama de frecuencias. La información se registra en un audiograma, donde para cada oído (O, X) se muestra la frecuencia en Hercios y la intensidad en Decibelios. La clasificación general es:

Nivel Tipo
0 a 25 decibelios audición normal
25-40 decibelios pérdida auditiva “ligera”
40-70 decibelios pérdida auditiva “moderada”
70-90 decibelios pérdida auditiva “severa”
Superior a 90 decibelios pérdida auditiva “profunda”
Superior a 90 decibelios Cofosis

 

Se habla de personas sordas cuando son pérdidas profundas y de personas con hipoacusia cuando se habla de todo tipo de pérdida.

 

Aspectos generales

De igual manera que en los casos de pérdidas de visión, en las pérdidas de audición existe una enorme variabilidad de casos, com las pérdidas ligeras de audición, las medias, las severas y hasta la sordera profunda. Hay diferentes casuísticas que nos alertan que no hay dos casos iguales. Asimismo es muy importante considerar el momento de aparición de la dificultad. Habitualmente se tiene muy en cuenta si es antes ( prelocutiva ) o después ( postlocutiva ) de la adquisición del habla. Por tanto, el producto de apoyo seleccionado dependerá también de estos factores y no nos dejaremos llevar por la idea generalizada, por ejemplo, que con un audífono una persona sorda ya está integrada en el aula.

  • Además, se trata de una característica “oculta”. Algunas personas afectadas realizan lectura labial y pueden enmascarar su situación real, pasando casi desapercibidas cuando, realmente, sólo captan el 30% del mensaje como máximo. En ocasiones, la pérdida es paulatina a lo largo del tiempo y la persona no se da cuenta que no oye tan bien como debería, perdiendo mucha información en el camino.
  • Otro factor muy importante es el apoyo recibido en el ambiente familiar y educativo en etapas previas. La forma de afrontar la situación y las soluciones propuestas a edades tempranas desde estos ámbitos condicionan mucho la adaptación personal futura a los entornos de educación superior y a la sociedad en general. El efecto negativo de planteamientos poco adecuados revierte en dificultades de desarrollo lingüístico, problemas de comprensión, de vocabulario, de relaciones sociales y de retraso escolar en general.

Siguiendo a Villalba et. Al. (2005) se podría diferenciar dos grandes grupos de personas con limitación auditiva:

  1. Personas cuya audición, aunque defectuosa, con o sin prótesis auditiva (implante coclear o audífono), consiguen un dominio suficiente de la lengua oral, sirviéndose de ella como instrumento de comunicación y medio habitual para el aprendizaje.
  2. Personas con deficiencia auditivas prelocutivas cuya audición, aún con productos de apoyo, no es funcional para propósitos comunes de la vida. La visión es el canal principal de entrada de información y usan la lengua oral apoyándose en la visión (labiolectura, palabra complementada, dactilología, escritura…) o que utilizan lengua de signos. El canal visual es su principal vía de comunicación, sirviéndose en muchos casos de códigos diferentes al lenguaje oral para el aprendizaje.

Para paliar esa dificultad, el desarrollo tecnológico de las últimas décadas ha provisto de equipamientos y productos cada vez más sofisticados, manteniendo un amplio rango de precios. Los más recientes incluyen las siguientes características:

  • Sistemas microfónicos direccionales
  • Sistemas microfónicos ambientales o espaciales
  • Posibilidad de autoaprendizaje
  • Conectividad
  • Reducción de ruido ambiental, viento, etc.
  • Configurables para espacios sonoros diferentes

Con todo, ya se observa una tendencia generalizada hacia el uso de amplificadores para la recepción del sonido de tipo intraauricular. Sin embargo la detección de las personas con problemas auditivos en el aula se dificulta más todavía con su uso. Es entonces cuando el propio estudiante ha de comunicar su situación porque mediante el producto de apoyo aún no está del todo resuelta.

Igualmente existe un aumento de uso de sistemas reductores de ruido como los bucles de inducción que permiten que la persona con audición limitada se sitúe en cualquier lugar del aula sin perturbaciones molestas.

Por otro lado, las aplicaciones informáticas como los conversores de texto a voz y viceversa también van en aumento, como los sintetizadores y productos de reconocimiento de voz y los sistemas de amplificación.

En cualquier caso, cabe recordar que no existe una solución global que encaja para todas las personas, sino que depende de las necesidades personales encontrar individualmente una solución que las satisfaga lo mejor posible.

 

Ejemplo práctico

El grado de pérdida auditiva, el momento de aparición, la experiencia visual de la persona y su entorno determinan el alcance de la discapacidad y los posibles recursos a utilizar para contrarrestar sus efectos negativos. Estos aspectos configuran unas necesidades y posibilidades comunicativas diferentes siendo preciso en cada caso:

– Emplear la lengua oral (con lectura labial) y la lengua de signos.

– Emplear productos de apoyo para impulsar la comunicación oral.

Ya que la vía auditiva se encuentra alterada, el principal canal de información es el visual. Sin embargo, la vía principal a través de la cual se desarrolla el lenguaje y el habla es la vía auditiva. Por tanto el momento de aparición (prelocutiva vs postlocutiva) de la limitación auditiva condicionará el desarrollo posterior del individuo.

No obstante, las implicaciones educativas concretas dependerán del grado de pérdida auditiva. En los casos leves, la afectación será mínima, con pequeñas alteraciones fonéticas en la generación del habla y leves pérdidas de información (si no se dispone de un producto de apoyo que la compense). En los casos moderados, las alteraciones en el lenguaje hablado serán más evidentes y las implicaciones en el autoconcepto y las relaciones sociales podrán hacer aparición significativamente. En los casos severos, el reconocimiento y la producción del habla estarán seriamente afectados, la comprensión será deficitaria, el aislamiento y los trastornos de personalidad también serán más evidentes.

Estrategias de adaptación curricular. La relación en el aula

  • El lugar en el que se sitúe el estudiante determinará la calidad comunicativa que tenga. Las condiciones físicas del aula, como iluminación y sonoridad han de ser tenidas en cuenta. La persona que hable ha de mirar directamente a la persona con pérdida auditiva. La distancia física excesiva entre profesor y estudiante dificulta la lectura labio-facial.
  • Se ha de facilitar y procurar procesos comunicativos de calidad: El acceso a la información y comunicación es fundamental. Se ha de facilitar todos los medios tecnológicos y humanos posibles para facilitar el flujo de información y de comunicación (Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación). Las emisoras de FM y bucles magnéticos no son meros caprichos de estos estudiantes, constituyen la única forma de percibir la información en el aula. El tamaño de las aulas dificulta del uso de algunos productos de apoyo como los típicos audífonos. Las audioprótesis o implantes cocleares a menudo no son suficientes para garantizar una comunicación de calidad.
  • Las ayudas visuales son fundamentales. A través de TIC y de recursos multisensoriales se ha de fomentar la adquisición de conceptos y procedimientos.

 

Estrategias de adaptación curricular. Las pruebas de evaluación

El desarrollo cognitivo se ve afectado por el déficit informativo y la falta de aprovechamiento de sus experiencias personales y vitales. La motivación se verá afectada. La planificación y organización, el desarrollo socioafectivo y la aceptación de normas, el discurso del lenguaje interior, la comprensión lectora estarán afectadas en diversos grados. Por tanto, todas las acciones encaminadas a potenciar estos déficits serán positivas.

  • Necesidad continua de obtener información relativa a su entorno, al seguimiento de las clases, prácticas, salidas, etc. (p.e. a través de tutorías del campus virtual). Necesidad de interacción con sus compañeros para compartir significados, de participación en clase. Necesidad de fomentar el sentimiento de autoeficacia.
  • Necesitará más tiempo para realizar los trabajos, pruebas, proyectos, etc. Supervisión continuada.
  • Explicación clara y precisa de las pruebas de evaluación, de los enunciados, de los aspectos formales de las pruebas, etc.
  • Apoyo de compañeros.
  • TIC y multimedia: tutorías virtuales, videos subtitulados, PUA’s y entornos virtuales de aprendizaje accesibles, benefician a estos estudiantes.

 

Referencias

  • ALEGRÍA, J.; DOMÍNGUEZ, A. B. (2009): Los alumnos sordos y la lengua escrita. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva [Recurso en línea]
  • DÍEZ, M.A.; LEÓN, D. (2010): Situación y necesidades de los estudiantes sordos y con discapacidad auditiva. Fundación CNSE.
  • Fundación CNSE. Estudios sobre la Lengua de Signos Española.
  • Fundación CNSE. Guía de buenas prácticas en las universidades para la juventud sorda. [Recurso en línea]
  • GARCÍA, F.J.; HERRERO J. (Coord.). Manual de atención al alumnado con NEAE derivadas de discapacidad auditiva. Junta de Andalucía. Conserjería de Educación.

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