¿Qué me toca empollar?

Incluso programándose y planificándose, hay ocasiones en las que se ha de “empollar“. En esas ocasiones puede valerte las siguientes orientaciones.

Empollando

Seleccionar

Localiza los puntos más importantes y apréndelos realmente bien. Emplea el 75% del tiempo en los verdaderamente importantes y el 25% en el resto.

Haz un plan

Elige lo que quieres estudiar y cíñete a un plan estricto, con tiempos predefinidos.

Emplea mapas y chuletas

Condensa el material en mapas de conceptos, y redibújalos constantemente. Divide en varias tarjetas (tipo chuletas de media cuartilla) los puntos más importantes y machácalos a menudo.

Recita, recita y recita

Es la forma en que se consolida en la memoria. Hazlo sobre todo al terminar el día y al comienzo del día siguiente.

Relájate y descansa

Emplear técnicas de relajación evitará el bloqueo mental, el quedarse en blanco, puesto que la ansiedad de querer estudiarlo todo eleva el nivel de cortisol (un especialista en bloquear procesos de recuerdo). Duerme las horas necesarias, no trasnoches.

No te castigues

Comenzar a estudiar con el “debería” haber estudiado antes no hace nada más que elevar tu nerviosismo y no te ayuda para nada. Acéptalo e intenta sacar el mejor partido de la situación. ¡ Total, el Universo no va a colapsar ahora !

 

Este artículo forma parte de una serie que puedes ver ordenada en una entrada anterior llamada Preparación de Exámenes

Artículo redactado por Domingo Martínez, Psicólogo del CAE