Mi problema es, principalmente, que no tengo ánimos ni concentración para estudiar. El primer cuatrimestre podía hacerlo como siempre (sin sacar notazas pero si como lo había hecho hasta entonces) pero desde diciembre-enero no soy capaz de hacerlo. Supongo que es causa de muchos factores ya que desde esos meses he tenido, entre otros, problemas familiares y sobre todo de pareja que me han llevado a un nivel de autoestima bastante bajo, pero esperaba que al resolverse mi habito de estudio se normalizara. ¿ podrían darme algún consejo o solución para ser capaz de interesarse mínimamente por el estudio? Sea cual sea la respuesta, gracias
Realmente es difícil concentrarse en los estudios cuando hay una serie de problemas personales como los que mencionas, orbitando alrededor, ejerciendo fuerzas gravitatorias para captar tu atención. Y es que sus fuerzas son muchas y poderosas.
No en vano se trata del área afectiva, de la galaxia afectiva, diría yo.
Y cuando tienes un momento de silencio, de tranquilidad, cuando vas a estudiar: ¡ Zas ! ¡ Lanzan su poder gravitacional y te roban la atención !
Como esas fuerzas son de magnitud muy grande, absorven tus energías y dejan bajo mínimos tu motivación por el estudio. Si no era la carrera más deseada por ti, pues con más intensidad robarán esas energías motivadoras.
La cuestión es recargar tus energías motivadoras para estudiar:
- Busca compañía que te anime, que comparta asignaturas, con la que comentar dudas, que habitualmente vaya a estudiar,
- ponte en serio un horario (cada hora aproximadamente un descanso)
- e incluye otras fuerzas gravitacionales que te peguen al asiento haciéndote disfrutar de lo que estudias
- imagínate en el futuro ejerciendo ese trabajo, disfrutando, ganando dinero, etc.
- ponte metas concretas, muy específicas: leer, subrayar y esquematizar un texto que te de tiempo a trabajar en el espacio de una hora.
- al terminar ha de quedarte un esquema claro y has de aprendértelo casi de memoria
- recompensa el trabajo bien hecho
Síentete satisfecho, a gusto contigo mismo porque tu esfuerzo ha dado sus frutos. Así consigues crear tus propias fuerzas gravitacionales que atraigan tus energías y no te dejarás llevar por las fuerzas gravitacionales de otros. Haz el esfuerzo, primero trabaja por ti y luego verás qué fácil es ayudar a los demás.