En esta página se tratará de contextualizar de una manera global los procesos histórico-geográficos que más influyeron en el urbanismo, centrándose en el europeo, español, valenciano y alicantino.
Industrialización (1850-1930)
Con el auge de la industrialización, los empresarios levantaron sus fábricas en las afueras de las ciudades, esperando que la numerosa población de la ciudad se uniera a sus filas de trabajadores. Sin embargo, lo que consiguieron fue generar un éxodo rural, que condujo a los innumerables campesinos y jornaleros desde el campo hacia esas mismas fábricas, buscando una mejora en la calidad de sus vidas.
Al trabajar en las ciudades, buscaron sitio para vivir en dichos lugares, pero las viviendas de las ciudades eran demasiado caras para las gentes venidas del campo y hubieron de reemplazarse en otro lugar. Así surgieron los barrios suburbanos, habitados por los obreros de las fábricas, con un escaso nivel de renta y adquisición. La pobreza y las bajas condiciones laborales condicionaron el ambiente violento de estos barrios, en los que abundaba la hambruna, el alcohol, la indigencia y la enfermedad.
En España esta ampliación de las ciudades no se llevaría a cabo hasta mediados del siglo XIX, pero el grado de mayor intensidad de densificación urbana sucedería en el periodo comprendido entre el fin de la Primera Guerra Mundial, en 1918, y el crac de la Bolsa de 1929.
Las ciudades que más crecieron fueron Barcelona y Madrid, pero también otras poblaciones del País Vasco, como Baracaldo, Bilbao o Sestao, de Cataluña, como Tarrassa, Badalona, o Sabadell, de Andalucía, como Sevilla o Málaga, de Asturias, como Mieres o Sama de Langreo, de Aragón, como Zaragoza, y de Valencia, como la propia Valencia, Elda, Alcoy o Ibi.
En la provincia de Alicante, como ya se ha comentado, diversas poblaciones recibieron ese incremento de la población allegado por la industrialización. La ciudad de Alicante, aunque en menor medida, también lo recibió, con las industrias textil y alimentaria, que luego se sumaron a otras más. Por ello, la población de Alicante anterior a la industrialización (poco más de 31.000 habitantes en 1860) aumentó hasta poco más de 71.000 en 1930, es decir, un incremento de 40.000 habitantes en solamente setenta años.
No obstante, a mediados de la década de 1930, un suceso frenaría la industrialización, paralizaría en crecimiento demográfico y mermaría la población, no sólo de la ciudad alicantina, sino de toda España: la Guerra Civil Española.
Para ahondar en el tema del desarrollo de la industria en este periodo se puede visitar el blog Indústria del calçat a la vall del Vinalopó.
República, Guerra Civil y franquismo (1931-1975)
El crac del 29 afectó a toda Europa y la sumió en una crisis que convulsionó la situación política en gran parte del globo. Los fascismos y nacionalismos cobraron más fuerza y en España la “dictablanda” impuesta por el rey es derrocada pacíficamente, de tal forma que Alfonso XIII abdica del trono y se exilia, junto al resto de la familia real, siendo proclamada la Segunda República española.
Tres gobiernos se sucedieron en el poder hasta que los militares estacionados en África se levantaron en armas para frenar el avance de la izquierda en España, en 1936. Pronto, gran parte del Ejército se unió al bando sublevado. Tres años después, la Guerra Civil Española terminaba con la victoria de los nacionales, liderados en ese momento por el general Francisco Franco Bahamonde. Se iniciaba en este momento la dictadura franquista que duraría treinta y seis años.
La ciudad de Alicante había pasado una Guerra Civil relativamente tranquila, con esporádicos bombardeos, en total 71, uno de los cuales, perpetrado por la Legión Cóndor italiana, destruyó el antiguo Mercado Central, en la creencia de que era un silo de armas. Un asedio fallido de la ciudad por parte de los sublevados nacionales y el fusilamiento del falangista José Antonio Primo de Rivera fueron otros hechos notables.
Los veinte primeros años de nacionalsindicalismo y autarquía en Alicante transcurrieron sin pena ni gloria, a pesar de los cientos de exiliados y retenidos por las represalias de los franquistas. A partir de los años sesenta, el boom turístico de sol y playa afectó sobremanera la costa levantina, las orillas valencianas en particular y las alicantinas en especial. Pueblos como El Campello o Benidorm sufrieron un cambio espectacular, pasando de ser pequeños pueblos pesqueros a grandes concentraciones turísticas, con urbanizaciones, chalets, casas a pie de playa, chiringuitos y emplazamientos turísticos de todo tipo.
La población de Alicante creció exponencialmente durante este período: de 101.000 habitantes en 1950 se pasó a 121.000 en 1960, es decir, 20.000 habitantes más en tan solo diez años. Pero aún más espectacular fue el crecimiento entre 1960 y 1970, pasando de 121.000 a 181.500, es decir, 60.500 habitantes más en otros diez años. 80.500 en veinte años, en total. Ello se debió a la migración de manchegos y andaluces, en busca de mejores condiciones de vida en el sector servicios, y de madrileños, que buscaban un clima más apacible. Es en este periodo cuando se crean nuevos barrios en las áreas suburbanas, que ya se comentarán en entradas más específicas.
Y así continuó el desarrollo demográfico, económico y urbano de la ciudad de Alicante hasta 1975, año en que muere el dictador.
Para ahondar en el conocimiento de los temas tratados en este apartado de antecedentes, se pueden visitar los blogs La Segunda República en Alicante, Turisme de masses a Alacant, Franquismo y cine u Ocupació del territori en la costa d’Alacant.
Transición política y años noventa (1976-2000)
Con la muerte de Franco en 1975 comienza una nueva etapa en la Historia política del Estado español: la Transición política hacia la democracia, una época cargada de tensión sociopolítica que desembocó, tras el Gobierno provisional, en el poder de U.C.D. (Unión de Centro Democrático) al mando de Adolfo Suárez, ex alto cargo de la Falange y de la antigua Radio Televisión Española, que es remodelada para frenar el poder de involucionistas y nostálgicos.
Cobran fuerza los partidos de izquierdas, como el Partido Comunista de España, que es legalizado para sorpresa de las Cortes, o el Partido Socialista Obrero Español, y los sindicatos, como U.G.T. (Unión General de Trabajadores), CC.OO. (Comisiones Obreras), U.S.O. (Unión Sindical Obrera, U.S.O.-P.V. en el País Valenciano), T.A.I. (Trabajadores Autogestionarios Independientes) o C.N.T. (Confederación Nacional de Trabajadores). Finalmente, los españoles acudieron a las urnas, y los alicantinos votaron en su mayoría al P.S.O.E., seguido por U.C.D. y P.C.E.
Adolfo Suárez gobernó España durante los siguientes tres años, en los que sucedió la huelga de los taxistas en Alicante, que provocó grandes problemas en el tráfico y una especie de pequeño golpe de Ayuntamiento, en el que el líder de Fuerza Nacional del Trabajo se hizo con la alcaldía durante unas horas.
No obstante, el suceso que marcaría la época de la Transición y la caída de Unión de Centro Democrático fue el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, acaecido durante la sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo tras la dimisión de Suárez y perpetrado por un sector de las Fuerzas Armadas, encabezado por el capitán general Jaime Milans del Bosch, el general Alfonso Armada y, en menor medida, el coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero. La pretensión de derrocar la recién instaurada democracia fue disuadida y los sublevados se rindieron sin violencia, tras las poco menos de veinticuatro horas más tensas de la joven Historia de la democracia española.
De esta época son las ramblas, construidas tras las riadas de los 80, y la Universidad, que comienza una ampliación inmensa para abarcar más campos, carreras y materias.
Las siguientes elecciones generales dieron la mayoría absoluta a un Partido Socialista Obrero Español dirigido por Felipe González, cuya única oposición fue por parte de Alianza Popular (hoy Partido Popular). Hasta 1996 gobernó España, pero diversos acontecimientos relacionados con la corrupción y con los G.A.L., todo ello agravado por una profunda crisis económica, le hicieron perder esas últimas elecciones. José María Aznar, candidato por el Partido Popular, se alzó como presidente del Gobierno.
Se redujeron las tasas de paro, se atenuó la crisis y España pudo ser candidata a entrar en la Eurozona en 2002. Diversas leyes que favorecían la recalificación del terreno y la industria inmobiliaria funcionaron como un resorte que generó una dependencia casi exclusiva por parte de la economía española hacia el sector de la construcción, que fue el germen del agravamiento de la crisis que vivimos hoy en día.
En el área levantina se notó mucho más, con la construcción de más urbanizaciones, apartamentos, segundas residencias y complejos hoteleros, puesto que el turismo de sol y playa que ofrecía la costa mediterránea seguía en alza.
Para profundizar en el conocimiento de los temas aquí expuestos se recomienda la visita de los blogs 23-F: golpe de Estado y Moviments juvenils durant la Transició política. Además es muy recomendable la visita del sitio web del Archivo de la Democracia de la Universidad de Alicante, que proporcionará más información adicional y material complementario.