antes de la llegada europea al sur de Sahara

en esté artículo, vamos a saber por qué los europeos tenían ganas de explorar áfrica y qué hicieron antes de realizar su exploración.

Si el primer acontecimiento del orígen de la historia de áfrica ha sido el desecamiento del Sahara que ha provocado la dispersión de las razas negras a través de continente. Si el segendo ha sido el Islam, el cual ha ejercido una constante presión en dirreción al Sur, el tercer acontecimiento de la historia de áfrica, al sur de Sahara, es la toma de contacto de los eroupeos con esta parte del continente.

Este tercer acontecimiento está, por otra parte, en relación con el segundo. La conquista por los árabes de litoral este y sur de Mediterraneo había roto los vínculos comerciales entre el mundo latino y el próximo y Estremo Oriente. Los árabes, dominando el mar rojo, elistmo de Suez, y las rutas canavaneras de Asia y áfrica, controlaban el mercado europeo de la seda, de las especias(pimienta. Canela, clavo), las importaciones de marfil, incienso, oro del país negro.

la expansión de imperio otomano

la expansión de imperio otomano que controló la ruta comercial de Europa a India y China

La defensa de los europeos contra la invasión árabe, la conquista de la Península Ibérica y la acción de retorsión de las cruzadas no tenía como único objetivo salvaguardar la independencia de Europa, defender la cristiana, si era posible propagarla, o reconquistar los Santos Lugares abandonados a manos de los infieles. Se trataba también para el Occidente europeo de romper el monopolio comercial árabe y de abrirse un acceso a las riquezas orientales. La política europea de expanción en el siglo XV y el siglo XVI tiene un objetivo: la ruta de las Indias. Más extactamente: una ruta de las Indias que no esté en la mano del árabe, o sea, una ruta cuyo tráfico no tenga que pagar un fuerte tributo.

Por su parte a los árabes, que prohíben a los cristianos todo contacto directo con áfrica y asia, como razones tanto comerciales como religiosas, multiplican las lenyendas sobre los peligros que corren los que, intrépidos navegantes, afronten lo desconocido.

la ubicación de la República de Venecia que sirve de una fuente importante de las informaciones de África

Ciertamente, los intercambios con el oriental no cesaron jamás de una manera absoluta. La república de Venecia, menos quisquillosa que otras en mareria de la Verdadera Fe, es especializó en el comercio con el Infiel. Sus mercaderes van hasta mar rojo, hasta Etiopía, con el consentimiento y el apoyo de las autoridades de Islam, a las que sin duda rinden algunos servicios. Al haber adoptado el mundo mulsumán el cequí o ducado de oro veneciano para sus intercambios exteriores, los genoveses, entonces banqueros del mundo, hicieron de él la unidad monetaria del comercio internacional. Es entonces(a mediados de siglo XV), cuando envían a un tal Malfante al Sahara para estudiar allí las condiciones de mercado de oro. Otro intermediario: los judíos de Mallorca, de España, de Marruecos, que consiguen tener un pie en cada campo y por cuya mediación llegan del mundo árabe no solamente algunas mercancías, sino, lo que es infinitamente más importante, informaciones concernientes a la geografía y a los métodos de navegación. Las ideas y informaciones se infiltran y se propagan.

Hay datos demuestran, aunque la autenticidad de algunos de lo cual es puesta en duda, los francese han ejercitado exploración más temprano que los portugueses. A partir de 1364 las carabelas de los navegantes normandos, saliendo de Dieppe y de Rouen, doblan quizá el cabo verde y traen marfil. Los nevegantes normandos frecuentan a la Costa de Marfil y la Costa de Oro durante medio siglo. Pero en 1410 la guerra civil interrumpe este comercio. Cuando más tarde los portugueses se instalen sobre la Costa de Oro, encontrarán, según parece, las huellas de los establecimientos de franceses, e incluso una iglesia fundada en 1380.

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República de Venecia

El carácter de las expediciones portuguesas

Ante todo es necesario decir que África sólo les interesa accesoriamente como escala en la ruta de las Indias; es en las Indias donde están las verdaderas fuentes de riqueza. Su exploraciones tienen un triple objetivo: económico, religioso, y político.

Los portugueses son los primeros europeos que franquearon el Ecuador y doblaron el continente africano por el sur, estableciendo la comunicación entre el Atlántico y el Océano Índico. La exploración de las costas, su inclusión en los mapas y las técnicas de navegación recibieron un impulso considerable en Europa Occidental, abriendo el camino a lo que se llama, desde el punto de vista europeo, el descubrimiento del globo, es decir, la puesta en contacto de los grupos humanos diseminados sobre el planeta y que hasta entonces se ignoraban recíprocamente. Los portugueses han abiero esta vía. Incluso se han llegado a suponer, con verosimilitud, que Cristóbal Colón era un agente secreto de Portugal encargado de desviar las ambiciones españolas hacia una dirección distinta de la ruta marítima de las Indias orientales por el Sur de África, esencial para los portugueses.

Para el estado portugués que envía estas expediciones, se trata menos de evangelización que de estregia política y comercial, es menos una cuestión de conquistar almas para la Verdadera Fe que de asegurarse bases y puntos de apoyo marítimos y militares através de este vasto movimiento, por el que desborda las posiciones de Islam. Este es el sentido de la embajada de Pedro da Convilha y de las misiones armadas a Etiopía; este será también el sentido de las misiones de conversión en el Congo.

Los portugueses no intentan conquistar los territorios. No quieren verdaderamente colonizar; desean solamente asegurarse bases para su red comercial: escalas en la ruta de las Indias y centros comerciales donde los indígenas llevan algunas mercancías locales, sin duda de valor, pero en cantidades demasiado pequeñas para remunerar la aventura. Por eso se esfuerzan fundamentalmente en ocupar las islas, de accesso y defensa más fáciles, donde se encuentran el agua fresca que los navíos necesitan y los frutos frescos para luchar contra el escorbuto. No podrán el pie en el continente africano más que en algunos puntos: sobre el Océano Atlántico, en el Mina, Costa de Oro y el Congo; sobre el Océano Atlántico, sustituirán durante algún tiempo a los navegantes árabes; pero ante las dificultades con que tropiezan no se empeñarán en matenerse. La política portuguesa en Africa es ensencialmente mercantil.

Los conflictos existían en el proceso

¿Cómo se lleva a cabo el avance de los portugueses? No se trata de una conquista, ni mucho menos de una ocupación. Sus contactos con las poblaciones locales varían según las circunstancias, siendo a menudo violentos. Cuando se considera la amplitud de la empresa, los riesgos corridos y la audacia de la que debieron hacer prueba los navegantes aventureros, se comprende que forzosamnete debían estar animados por una resolución casi demencial para seguir siempre adelante, lanzarse hacia lo desconocido y triunfar sobre los peligros imaginarios o reales. Los hombre enérgicos raramente son humanitarios. Es presiciso, por otra parte, tener en cuenta las costumbres de la época. Había una guerra permanente entre cristianos y mulsumanes, en la que se captura, se mascara y se rescatan rehenes recíprocamente con toda naturalidad y buena conciencia, puesto que cada uno tiene a su Dios consigo. El hermano de Enrique el Navegante, Fernando, el Príncipe Santo, cautivo de los árabes, fue torturado por ellos  con la esperanza de que  los portugueses les devolvieran Ceuta a cambio de él. Por su parte los portugueses, que dedican un considerable esfuerzo al descubrimiento de la ruta de las India, quieren también guardar para ellos el beneficio que se derivaría de ello. De la misma forma de que antaño los cartagineses, o más tarde los ingleses apartan a la concurrencia por los medios más eficaces e incluso los más rudos. Cuando tropiezan en 1586 con un gran navío de Dieppe llamando la Esperanza, lo hunden y matan parte de la tripilación, haciendo prisionera del resto, más grave aún: cuando alcanzan los puertos del Océano Índico, consideran al comercio árabe tradicional como una concurrencia que hay que eliminar. Vasco de Gama, al encontrarse en 1502 delante de Calicut una flota árabe cargada de arroz, tortura a los marineros y prende fuego a las naves. Almeida quema Kilua y Mombasa; Saldanha saquea Berberá; Soares destruye Zeila; d´Acunha somete a pillaje a Brava, matando o haciendo prisionero a sus habitantes y apoderándose de gran cantidad de oro, plata y mercancías. Además de botín, el beneficio de la operación es triple: enardecer a los marineros, liquidar la concurrencia y masacrar a los infieles. El resultado es que Zendj, aquella civilización original de la costa oriental, es practicamente aniquilada.

Tras el paso de los portugueses no queda más que ruina y desolación casi por todas partes. En 1583 no queda nada más que el puerto de Kilua, protegido por su situación insular, cuyas mujeres elegantes y hermosas, sus habitantes bien vestidos con algodón o seda, sus casas construídads con cal y arena y sus jardines perfumados serán descritos con admiración por el holandés Van Linschoten. Europa ignorará durante mucho tiempo que sus pioneros  habían encontrado en la costa oriental de África una civilización más refinada y más tolerante, y poblaciones más afortunadas y con costumbres más suaves que en el Algarve ibérico.

Por otra parte, el mismo contraste existía también entre esta civilización mercantil, más persa e hindú que árabe, donde el Islam había penetrado lentamente por vía de infiltración y culturalización, y las costumbres conquistadoras y esclavistas del Islam árabe en el África sahariana y sudanesa; un Islam fuertemente marcado, primero por los beduinos de la conquista y después por los turcos. Los portugueses no habían sabido apreciar la diferrencia: un infiel es un infiel, un competidor es un competidor y el oro es siempre bueno para apoderarse de él.

La implantación portuguesa en reinos de África

En el mina se instauraron relaciones cordiales con las tribus costeras de los fantis que traían el oro recogido en el interior del país por sus parientes los achantis. A cambio recibían sal, tejidos, herramientas y pacotilla. Al principio las cosas estuvieron a punto de ir mal. Cuando Diego d´Azambuja se instaló en el Mina, fue recibido ceremoniosamente por el soberano local, el Caramansa. Pero cuando los obreros portugueses encargados de construir la fortaleza quisieron, para realizar su obra, hacer adoquines de las rocas sagradas de los indígenas, éstos se enfadaron y los obreros se vieron obligados a buscar refugio en los barcos. Largas conversaciones y fuertes indemnizaciones fueron necesarias para arreglar este asunto. Se instituyó un comercio regular, que rápidamente se fundamentó sobre la trata de esclavos. Más lejos, los contactos con reino del Benin son episódicos y sin provenir. Un soberano del Benin, que había oído hablar de los blancos pero que no los había visto todavía, se dirige a rey Portugal João II para rogarle que le envíe sacerdotes. Pretendía asegurarse así un poderoso aliado y ganar para su causa a un nuevo Díos. El rey de Portugal envió algunos hombres a Benin; pero el lugar es malsano, muchos murieron y no fueron reemplazados.