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Cuba 4

Nos vamos a Viñales, sitio ya conocido entre nosotros como montañeta.
Chequeamos todo como somos un desastre, dejamos la mayoría del equipaje en la
habana y nos marchamos con lo necesario a Viñales.
El autobús avanza dejando atrás la autopista de ocho carriles en la que apenas
ves un coche y pasamos entre cientos de palmeras que se alzan majestuosas, según
nos vamos acercando puedo observar mas verde, mal palmeras y unas extrañas
águilas negras que hacen vuelos rasantes, desde el lateral de la carretera las
vacas nos miran amenazantes, mientras yo voy escuchando música.
En un momento dado me fijo en Yolanda y veo que le esta cambiando la cara, me
quito los cascos y escucho que la guía esta contando cosas de Viñales que
parecen interesar a todos pero causan una extraña reacción en Yolanda, … en
efecto el caballo llamado alzehimer vuelve a cabalgar entre nosotros,… Yolanda
se acaba de dar cuenta que ya había estado en Viñales la vez anterior que estuvo
en Cuba, ella que iba con ilusión a un sitio nuevo del que se quedo con las
ganas de conocer.
Cuando llegamos a Viñales vamos a la casa en la que teníamos reservadas las
habitaciones y una vez que le entregamos los pasaportes el hombre esta
desesperado comentando algo de la visa.
Yo intento tranquilizar al buen hombre y explicarle que llevamos efectivo, y que
hemos pagado así en todos los sitios, pero el hombre sigue enfadado y me dice
que sin Visa no se puede viajar en Cuba, yo le vuelvo a insistir que tengo
efectivo, que no he utilizado la Visa en ningún sitio y que además que va a
hacer el con la visa si no tiene maquina en donde pasarla, la conversación es
cada vez mas absurda, tras unos minutos llega el equilibrio y empezamos a
entendernos, el hombre se refiere al visado, ese papelito que nos dieron al
entrar en Cuba sin el cual no se puede viajar y que lógicamente nos hemos dejado
en la habana.
Ahora somos unos indocumentados, unos sin papeles a los que nadie quiere,
conseguimos convencer a una señora, que asustada nos dice que la sigamos a
quince metros de distancia, la cosa empieza a tornarse cada vez mas extraña.
Seguimos a la mujer a quince metros aguantando la risa, la mujer mira hacia
atrás disimulando, todo el pueblo se da cuenta que la estamos siguiendo, encima
nos despistamos y la perdemos, la mujer vuelve atrás y con un movimiento de
cuello nos indica que la sigamos de nuevo.
Finalmente nos aloja en una casa y salimos a coger un bus turístico que te
recorre el pueblo y que vale la pena mucho para hacerte una idea de donde estas,
un bonito paseo y cometemos el error de entrar a las cuevas del indio, una
castaña de cuevas para quien haya visto cuevas bonitas de verdad como las del
Draqu en Mallorca por ejemplo.
Vemos un mural precioso realizado por un discípulo del pintor mexicano Diego
Rivera, y nos vamos a beber hasta perder el control en el mejor o único local
que vale la pena del pueblo en la plaza principal para olvidar que somos unos
indocumentados.
En el local se suceden las actuaciones porque es un centro cultural.
Dos horas después las chicas son las reinas de la pista, parecen autenticas
profesionales que se mueven al ritmo que les marcan los guías cubanos que las
arrojan de un lado al otro como auténticos profesionales, yo me dedico a vaciar
vasos de mojitos y a poner cara de situación, porque las chicas se han ligado a
todos los guías del pueblo y estos no terminan de entender mi papel y no saben
cual de las chicas con la que están bailando es la mía.
Cuando acaba la noche las chicas tienen una sonrisa en la cara que las ilumina,
solo hay alguien que parece que va a morder a alguien y es la mujer de uno de
los chicos el único que no es cubano, el que esta bailando con Indra, que hoy
duerme en la calle, …seguro.
El local cierra y nos echan de allí al día siguiente todos los guías se ofrecen
a hacernos un hueco para llevarnos, y yo me alejo con las chicas porque un
montón de Cubanos están desplegando sus alas junto a la pista.
Al día siguiente nos enteramos que todos los guías durmieron en la calle, uno de
ellos Roni, nos lleva a dar un maravilloso paseo por el valle cruzando por una gruta
de un valle a otro y explicándonos todo, una autentica maravilla, encima nos
hace precio de amigo, cuando nos vamos a despedir Lara le explica lo bien que lo
ha pasado en Montañeta y que si puede volverá, el guía finalmente no lo puede
resistir y le pregunta que narices es montañeta…

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Relatos

Tarde de perros

Mi padre nos aleccionaba, intentando crear una escala no de valores debido a nuestra edad, sino una escala de acciones, esto no lo debéis hacer, esto no lo debéis hacer, y de vez en cuando esto tampoco lo debéis hacer, en un instante podía haber dejado sin sentido nuestra existencia, sin razón nuestra vida y sin dirección nuestro futuro, pero nosotros decidimos ignorar como siempre hacíamos los consejos o extrañas afirmaciones negativas de mi padre.

Mari Carmen era la mejor amiga de mi madre, por lo menos eso creíamos nosotros, cuando digo nosotros me refiero a nosotros, los cuatro hermanos o como decía mi abuela los cuatro jinetes de la elipsis o algo así.

Estábamos en la mejor etapa de nuestra existencia, aquel momento en el que todo era diversión con el único límite de no sacar de quicio a nuestros padres cosa que ninguno de nosotros conseguía controlar, era realmente fácil conseguirlo sin apenas proponérnoslo.

Mari Carmen adoraba a mi madre y aquel día nos invito a todos a su nueva casa en una zona residencial de la ciudad “La moraleja” Como los cuentos que nos contaba mi padre cuando éramos unos meses mas jóvenes, a Mari Carmen le encantaban los niños, era fácil saber cuando a alguien le gustaban los niños, en aquella época cuando a algún adulto le gustaban los niños, al verlos sufría una especie de ataque que primero atacaba a la vista, y veían monos a todos los críos hasta a mi hermano, que al levantarse por las mañanas antes de lavarse la cara no parecía humano, el ataque continuaba con una especie de saludo en el que el adulto te agarraba fuertemente de un moflete y te estiraba de él intentando arrancarte la mitad de la cara, hasta que te levantabas del suelo, por aquél entonces las señoras mayores como las llamo ahora, o las brujas como las llamaba entonces, tenían esa mala costumbre, mi hermano y yo apostábamos a ver quién tenía el moflete mas rojo tras el saludo.

Tras el saludo inicial de Mari Carmen, mis padres pasaron a un salón rosa, había varios y de diferentes colores, no como mi casa en la que toda la casa tenía el mismo espantoso papel con extraños colores, gracias a dios que hoy han desaparecido aquellos papeles que la ingesta de alguna extraña droga de diseño en la época hippie puso de moda en España.
Como iba diciendo tras el saludo inicial, en algún determinado momento mis padres y Mari Carmen se enfrascaron en una interesante conversación y bajaron la guardia, esto es… nos dejaron solos.

Arancha, la pequeña de los cuatro una adorable criatura con grandes dotes para la pintura de pequeña, que perdió en algún determinado momento de su vida, vio el pasillo demasiado triste tan blanco, sin ningún tipo de color, sin gracia ninguna y puso todo de su parte para arreglar aquel espacio sin futuro ninguno y sacando sus rotuladores que tenía bien escondidos, comenzó la redecoración y se entrego a la tarea sin desenfreno ninguno, mientras yo el mayor realizaba la tarea de asesoramiento sobre los colores y los diferentes tonos que convenía usar según el tramo de pasillo y la iluminación del mismo, apareció mi hermano Javier con un grifo en la mano, comentándome que estaban mas flojos que los de casa y que podía desmontar todo el baño en un tiempo record.
Mi otra hermana Eva, la única que no tenía impulsos creativos descansaba sentada tranquilamente en el Salón, yo me acerque a hablar con ella y llamarla para que se integrase con la familia y participase de la diversión colectiva, en ese preciso momento lo vi allí, ese precioso artefacto igual al que tenía mi padre, al que con solo apretar un botón te regalaba una llama luminosa, majestuosa, impresionante.

Mientras los dos observábamos la preciosa llama, algo misterioso, un castigo divino probablemente, hizo que un impresionante centro de flores que ocupaba toda la mesa del salón comenzase a arder. Las llamas crecían con una rapidez alarmante e intuí que mi hermana tenía un serio problema. Tras una rápida deliberación sobre el tema mientras las llamas no paraban de crecer y el techo empezaba a adquirir un extraño tono negro, entre todos nombramos a mi hermana Eva la encargada de dar la noticia a los adultos ya que no había dado rienda suelta a su vena artística tenía algo que hacer por el grupo y esta era una importante tarea.
Apenas le dio tiempo a decir ¡Mama Fuego! Antes de que otra misteriosa fuerza probablemente centrípeta, impulsara la mano de mi madre chocando esta con la cara de mi hermana y haciendo que todo su cuerpo saliese despedido en el mismo sentido en el que se había desplazado la mano de mi madre. Vamos una ostia de espanto.
Lo siguiente que acierto a recordar es a Mari Carmen corriendo por el pasillo hacia el cuarto de baño, supongo que para coger agua y apagar todo aquello, poniendo caras raras y gritando mientras recorría el pasillo e iba con curiosidad observando que no apreciando la redecoración que había hecho mi hermana por el pasillo, el incendio finalmente lo apago mi madre porque Mari Carmen sufrió un desmayo en el cuarto de baño no sabemos si por la inundación que se encontró en el mismo o por que no encontró el grifo al ir a coger agua.

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Cuba 3

Me marcho a la playa, el día no es muy bueno pero como nunca llega a hacer bueno, decido que ya esta bien, y me voy a playas del Este, empieza a soplar un aire huracanado, pero digo que cojones he venido aquí para darme un baño, y me doy un baño, con un par, …pero no un par de huevos, sino un par de días que me tiro en la cama enfermo por valiente.

De vuelta de la playa, me entran un par de gineteras, pensaba que me iba a ir de Cuba sin que me entrara ninguna. No, no me voy con ninguna que ya se lo que estáis pensando algunos…Las chicas ya están aquí, me pillan un poco convaleciente, pero nos vamos a una estupenda excursión que tenemos preparada con Francés Alberto y Alina a bucear a la playa de la Herradura, todo esta preparado, tenemos las bombonas, los trajes, las ganas , la ilusión, pero como pasa por estos lugares, el viaje no llega a su fin, en el camino un policía con mas mala leche que sentido común le dice al conductor que ha bebido y en efecto el conductor había bebido, pero la noche anterior y nos jode la excursión cuando pregunto por la prueba de alcoholemia se descojonan de mi, aquí no hace falta prueba de alcoholemia, ni para pararte por exceso de velocidad tener un medidor tampoco, la intuición del señor agente es suficiente.
Como nos joden la mañana aprovechamos el día en un precioso pueblo marinero llamado Mariel, y volvemos a La Habana vieja al callejón de Hamel un callejón turístico pero con actuaciones en vivo interesantes, donde los mulatos de turno, se reparten a las turistas, hay uno que no para de entrar a Lara y a la cuarta vez le digo que esta un poco pesado ya, … el cubano me replica indignado que el cubano no es pesado… es insistente, le agradezco enormemente su precisión idiomática y me doy cuenta al ver la sonrisa que le pone a Lara en la cara que tiene razón.

Ese día por la noche conozco a Nicolas un estupendo pintor increíblemente inteligente y con gran magnetismo, el tío es negro como un tizón y dice que es austriaco y que esta así del sol.

Mas tarde cogemos un taxi y por el malecón donde hay unas olas gigantes que saltan el muro, empiezan a caer encima del taxi, increíble una sensación increíble que te caigan olas encima de un vehiculo, me encantaría abrir la ventanilla para sacar unas fotos pero si lo hago el taxista me mata, el no parece tan encantado como yo, con la experiencia, …claro el taxi es suyo.

Llegamos al Jazz Café y tras un estupendo concierto Raúl y yo nos bebemos una botella de Habana y cuando se acaba empezamos a atacar la botella de las chicas. Indra triunfa de nuevo y tiene a una pica de negro mandándole a toda la familia para convencerla de que baile con el.

Indra finalmente cede y se pega un baile, mientras Lara que cambia de nombre todos los sitios esta comentándole a otro que mañana nos vamos a montañeta, (Aclaración: Montañeta es Viñales , una traducción simultanea que ha hecho ella) El chico asiente interesado, lógicamente sin saber de donde coño le están hablando.

Finalmente tras acabar el ron y como siempre que vamos a un sitio cerrar el Jazz Café, salimos y cogemos un taxi, en la puerta esta otra vez el negro gigante llorando desconsoladamente mientras agita el brazo y grita “Lidia te quiero” la imagen es bonita, pero podía haberse aprendido bien el nombre, mientras Indra se despide desde el taxi con la mano.

Yo me puedo ir tranquilo a la cama todavía no ha pasado nada importante en el país, porque Juanra y Santiago seguro que esperan que pase algún cambio importante en Cuba como pasa en casi todos los países que visito.

Al día siguiente nos levantamos y vamos a casa de Raúl que nos va a cocinar un pulpo, cogemos un taxi y el taxista nos comenta alarmado que Raúl Castro a cambiado de repente y sin saber nadie porqué a todo el gobierno, yo disimulo y pienso que no ha sido culpa mía, pero haber como se lo explico a Juanra y a Santiago.

En el jardín de Raúl veo una jaula enorme y le pregunto que para que la tiene y este me dice que compro un cerdo para comérselo en un par de meses pero que su madre le cogió aprecio al cerdo y que no le dejaba matarlo, finalmente lo tuvo un par de años y su madre por lo visto todavía esta enfadada porque lo matase

Al acabar el dia, me doy cuenta que no nos queda nada en Cuba, solo el viaje a Viñales “Montañeta” y nos vamos a Guatemala.

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Cuba 2

Llueve sobre la Habana, hasta la lluvia es distinta aquí, el olor es distinto, huele a madera mojada, la lluvia aparece y desaparece intermitentemente, las gotas caen con un ritmo y una cadencia diferentes a Alicante donde todo es a lo bestia.
Entonces pienso en la conversación que tuve anoche con un ingeniero de la Habana profesor de Universidad como casi todos los que he conocido, y sino profesores, pintores, etc.
Gente culta en general, lucida, interesante, fascinante. Si miras los edificios desde arriba o desde dentro resulta increíble como la mayoría de ellos todavía se mantienen en pie, si el huracán que destrozo Viñales un pueblo precioso en el que también estuvimos llegara a la Habana podrían ser terrible las consecuencias.
Me sigue pareciendo una ciudad cansada que conserva su belleza todavía pero ajada de una vida dura, demasiados cambios y poca preocupación por ella, la ciudad tiene los ojos repletos de lágrimas, esas lágrimas que ahora caen del cielo, demostrándonos que los sentimientos hacen que nuestros sentidos se mantengan alerta, agazapados en este balcón mirando desde la distancia.

Con Alberto he conocido a muchísima gente interesante como digo, siempre apartados del circuito turístico donde abundan los buscavidas y pesados varios, gente que me ha aportado los mejores momentos en la Habana en charlas hasta las tantas de la mañana regadas con abundante ron Habana uno de los pocos rones que no me gustaban, pero del que ahora también tengo acciones.

Aquí hay demasiadas cosas que son absurdas, la ley de la oferta y la demanda no funcionan en ninguno de sus sentidos, la autopista esta repleta de gente haciendo autostop con billetes en la mano, hacen autostop porque no hay autobuses suficientes para todos y tienen que buscarse la vida.
La gente cobra unos 30 dólares al mes, y yo no se para que les puede dar esto. Respecto a la comida alguien decide el menú de todo el mundo con la cartilla de racionamiento, bueno de todo el mundo no porque aquí también hay clases, no hace falta más que darse una vuelta por los distintos barrios de la Habana.
Todo el que idealiza, el tema del socialismo y la revolución debería venir aquí para ver realmente como esta funcionando, y esto es una percepción mía de ninguna manera haría apología del capitalismo que tampoco funciona, creo que sin duda alguna, el problema es del ser humano en sí.

Esta gente se tira dos o tres horas esperando el autobús,… ¿Para que?… para ir a trabajar, ole sus huevos.

La gente no obstante tan ajena a todo lo que le rodea, es consciente de que le han dado unos estudios, unas posibilidades, esta agradecida al régimen o a los ideales del mismo y pasea un patriotismo desde mi punto de vista inexplicable, al igual que el miedo a la invasión Yanki.
Lo que me llevo de todo esto es que han dado alas a la gente y la han enseñado a volar para luego cortárselas y ver como caen en picado.

Habría tantas cosas que poner que voy a obviarlo todo.

Al fin encuentro siguiendo como no las indicaciones de Alberto el mejor sitio de mojitos de la Habana vieja el paladar “La Moneda” regentado por Felo, del que me he hecho el mejor cliente en estas dos semanas ya me siento como en casa aquí, y me lo paso como un enano viendo como discuten de béisbol un deporte que todavía no alcanzo a entender.
El paseo por la Habana vieja maravilloso, perderse por sus calles, y noto como aunque yo sigo mirando desde la distancia debido a mi desconfianza en el ser humano una pequeña llama se ilumina en la lejanía con la gente que he conocido y que no olvidare.

La chicas ya llegan y el caos se avecina…

Fotos de Indra

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Buscando algo nuevo

Vagaba por la ciudad buscando algo nuevo que le diera sentido a lo que no lo tenia, los libros de autoayuda no habían conseguido desentrañar cual era el problema y la única que parecía contenta con el tema era la librera del barrio, bueno tambien mi madre que pensaba que al fin iba a cambiar, pero ella sabía dentro de si, que los imposibles son imposibles y que los intentos habían sido ya múltiples con el mismo resultado siempre.
Buscaba la luz y el destello me dejo ciego, buscaba una señal y la señal apuntaba en la dirección equivocada.

De repente oí algo que llevaba años sin oír … los increíbles acordes del Feel so good de Chuck Mangione y empecé a moverme al ritmo en medio de la calle, girando sobre mi mismo, mientras mi madre en la ventana se echaba las manos a la cabeza, yo en ese momento hubiera dado mi reino por una trompeta.

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Cuba 1

El viaje comienza ahora, en el momento que me siento en el avión se que el principio de la odisea esta próximo, bueno próximo no, que ya ha comenzado.
Me siento en mi asiento en el avión junto a mi viajan tres amigas de Pamplona, profesoras, las tres están jugueteando antes de despegar con una niña preciosa que hay justo en el asiento de atrás.

El avión comienza a despegar yo me agarro fuerte al asiento para que nadie note el pánico que me dan los aviones.Tranquilo, tranquilo, como si la cosa no fuera conmigo, me concentro y de repente la hermosa criatura del asiento de atrás empieza a berrear mostrando a todo el vuelo su gran capacidad pulmonar, la gente empieza poco a poco a mirar atrás, mientras la niña sigue mutando y las chicas de Pamplona ya no parece que quieran jugar con ellas es mas noto como una mira a la niña y mira hacia la ventana, pero como sabe que no puede abrirla, la cría sigue gritando y llorando por lo menos una horita mas, lo que era un grito en el pasado imperfecto a pasado el presente y empieza a convertirse en la promesa de un futuro imposible, la preciosa azafata se acerca a la niña y yo acerco mi oído para apreciar sus dotes.
La azafata amenaza a la niña con llevarla a la cabina del piloto y yo me empiezo a poner mas nervioso, que es lo que pretende que el piloto pierda los nervios y estrelle el avión con todos dentro o es que los niñas que gritan tienen miedo a las cabinas de pilotos de avión y yo todavía no sabía nada de ello, en mi tiempo se les amenazaba con el lobo etc; no se quizá los pilotos con tanta huelga y tanto rollo han empeorado tanto su imagen que ahora se les utiliza para asustar a los niños.
Intento no pensar en ello, y me relajo…

El avión se acerca a Cuba nos avisan por el micrófono interior del avión. Bien todavía estamos vivos y la niña de atrás se ha dormido hace un rato, tres o cuatro horas llorando y gritando aseguran, pienso yo una prueba en la academia de opera, tiene el futuro asegurado si el avión aterriza en Cuba y seguimos vivos. Siempre me imagino que me va a pasar algo en el avión y no consigo superarlo. Me relajo, me relajo, me relajo…
Todo el pasaje empieza a aplaudir, impresionante no me lo puedo creer el mejor aterrizaje que he tenido en mi vida, estoy fascinado, miro por la ventana y me doy cuenta que el avión lo único que ha hecho es desplegar las ruedas, la gente va a flipar, alguno pensará que ha aterrizado dos veces en Cuba.
Me vuelvo a relajar, me vuelvo a relajar, por fin el avión aterriza, la gente vuelve a aplaudir, alguno mira extrañado sin entender nada, yo si siguen aplaudiendo voy a pedir un bis, porque esto parece un concierto. Salimos del avión y yo observo que el piloto no sale a asustar a la niña.

Ya estoy en la Habana vieja, dejo las maletas en la habitación y saldo a tomarme un mojito, pregunto por la Bodeguita de En Medio, esta a diez minutos de la casa, empiezo a andar, tras unas cuantas vueltas, (Aprovecho para comentar al que no me conozca que perdí mi sentido de la orientación hace unos veinte años en Valencia, y me he acostumbrado a vivir sin el), como digo tras unas cuantas vueltas en circulo, en cuadrado y no en cuentas figuras geométricas mas, llego a la Bodeguita de En Medio media hora después.
Lo primero que hago es tomarme un mojito que por cierto esta espantoso, me tomo otro por si ha sido una mala percepción, y este esta igual de malo que el anterior, el portero un armario negro como un tizón se acerca a mi y me dice que van a cerrar, le digo que no voy tomarme otro mojito que me ha quedado claro,… no le digo el que, no vaya a ser que no entienda mi humor español. Le pregunto por algún sitio donde tomar algo mas y me dice que por aquí no hay nada mas abierto y le pregunto que porque cierran tan pronto y me dice que para cuidar a los turistas con un poco de sorna mientras bromea con tres mulatas, la verdad es que el tío es tan grande que tiene para las tres.
Le digo que yo no necesito que me cuiden y estoy a punto de comentarle que para cuidar a los turistas deberían de enseñar al que prepara los mojitos pero me vuelvo a morder la lengua.
Emprendo el camino a casa, tras cuarenta minutos llego a mi habitación ya me conozco todo el barrio, alguien me mira desde un portal porque me ha visto pasar tres veces.

La Habana vieja tiene la belleza del que la tuvo y la ha perdido pero le ha quedado algo, tiene un estado deplorable, la iluminación solo existe en la calle Obispo una de las principales en el resto no hay luz, pero yo con tanto tiempo dando vueltas aprendo a ver en la oscuridad, algo que no me había planteado aprender en este viaje, pero viajar siempre te aporta cosas nuevas e interesantes, por la calle hay orificios baches, y alguna alcantarilla sin tapa, me es fácil imaginar algún turista ebrio desaparecido en la negrura de una de esas alcantarillas.

La gente del apartamento en el que estoy fantástica, educada servicial, encantadora. La decoración retro, retro muy retro, enciendo el aire acondicionado y suena como un avión, enciendo el ventilador del techo y suena como una avioneta y yo me duermo pensando que estoy en un aeropuerto pensando en la azafata con un poco de miedo por si se le ocurre llevarme a la cabina.

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Ya estoy en cuba, mi primer dia comienza

He encontrado una carta en uno de los libros que he traido, el de Juan Jose Millás y me pongo nostálgico.
Me marche un poco tristón de Alicante y de Madrid al abandonar las dos cosas que más me importan ahora mismo que son mi chica y mi hermana, bueno mis hermanas, que siempre tiendo a simplificar, pero ahora siento de nuevo esa sensación que me llama y me apasiona… “Viajar”
No hay nada mejor que viajar, no solo por la sensación global que te aporta y el valor que ensalza, sino por estar en un sitio diferente conociendo a gente tan lejana y distante que hace que te sientas todabía mas único y especial. Me encanta viajar, Me gusta viajar, Me vuelve loco viajar…
Me ha llamado mucho la atención la similitud de la Habana vieja con la ciudad de Cádiz sin duda una de las ciudades mas bonitas de España, tanto como fea es Alicante.
El calor es sofocante y la gente se asoma a los balcones y las ventanas para ver pasar el tiempo acaso esperando que les depara el futuro.
Esto como tantas otras cosas me da una sensación de un pasado ya vivido que nunca mas volverá, es acaso que estan despertando recuerdos que mi memoria ya habia borrado, veo a la gente acudir a otras casas a hablar por telefono porque no tienen, veo a la gente llamando a gritos por los valcones a sus hijos, la gente se reune en un parque a hablar y no se de que me acerco y estan hablando de beisbol, luego vere que es un sitio en el parque central donde ser reunen a esto, la gente hace cola en la tienda, las calles fuera de la zona turistica estan llenas de gente jugando en la calle al domino, cada vez que me acerco a una mesa me comentan que en Cuba se juega con neve y aqui en España solo con seis con lo cual supongo que deducen que son mas listos, o es la impresión que me da.
Ahora cuando me acerco a un grupo antes de que me digan nada yo les hago la observación de que en Cuba se juega con nueve y en España con seis,… gano por la mano.
Alberto me empieza a enseñar la Habana, da gusto ir con alguien de aquí que te explica el porque de las cosas y me hace gracia cuando en un par de ocasiones le confunden con un guiri y le intentan vender comidas o cualquier cosa, si le vuelven a confundir con guiri me va a dar un ataque de risa.
Si sales de engañabobos turístico en el que hay un montón de gente haciendo el paripé, he visto hasta un grupo de zancudos tocando y bailando, como digo si sales del sitio turístico aparece ante ti una Habana derruida, llena de escombros, con gente jugando en la calle o asomada a los valcones siempre mirando hacia afuera en busca de lo que tenían y han perdido.
Encuentro contradicciones brutales, restricciones de comida, cartillas de racionamiento y una tienda de moviles, una óptica repleta de Raibans en el escaparate y una alarmante escasez de supermercados a no ser los turisticos claro esta.
Alberto me lleva a un hotel donde trabaja un amigo suyo y veo una de las mejores vistas de la Habana desde una piscina en el Atico, las mejores y las peores, ya que nada se puede esconder eternamente, mientras me tomo un mojito bastante mejor que los que he probado hasta ahora.

Si te acercas demasiado a la realidad te puedes caer dentro.
Inolvidable el paseo del dia por la Habana vieja lleno de sensaciones auténticas.

Anoche introduje una entrada de una hora contando muchisimas cosas y no esta.
Tipico mio, la buscare por la red, pero mucho me temo,que iran al saco de las palabras perdidas en el que tengo guardadas tantas y tantas palabras.
Aqui estan las primeras fotos.


Primeras fotos de La Habana

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Cuba se fue tan rápido como llego

Hace ya dos semanas que sali de España, mis dos semanas en cuba se acabaron, la primera sola y la segunda con las chicas.

Las impresiones buenas como siempre, pienso que viajar es un tema de predisposiciones, gente interesante… muchisima, momentos mágicos… muchisimos.

Pesados que te intentan sacar el dinero continuamente… muchisimos

Como en cualquier viaje de todo un poco.

La habana impresionante ciudad tanto por su mangnitud como por sus contrastes.

Viñales paisajisticamente maravillosa, por sus gentes maravillosa. El paseo con el guia por el campo impresionante, de hecho mañana colgare las fotos.

Noches de juerga devorando botellas de ron muchas, noches de charla con mojitos por doquier muchisimas, noches de amor ninguna, ya que mi corazón esta atrapado por otras latitudes.

Tengo tanto que contar que probablemente tenga material para una novela.

Nos ha pasado de todo, pero claro cuando se juntan cuatro personas y la que no tiene un alzehimer galopante es despistada por naturaleza, cualquier pequeña cosa es una auntentica odisea y un maremagnum de risas, lo único malo… esperar a las chicas, siempre hay que esperarlas, ellas son asi.

Ahora estamos en Guatemala en Antigua y esta ciudad es preciosa, colonial con una preciosa plaza y un volcan amenazante al fondo que le da un toque mágico, y turismo mucho turismo, como en casi todas las partes, y yo me pregunto ¿Es que nadie trabaja o que?

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La chica del cuadro

Me encontré a la chica del cuadro al torcer la primera esquina según salía de la exposición, la seguí durante un instante, para ver si era uno de esos extraños momentos que últimamente me acompañaban tanto, esos extraños momentos en que la ficción y la realidad se daban la mano, mientras yo miraba distante.
Con el roce de mi mano, la chica se dio la vuelta y antes de que pudiera decir una palabra su mano reboto contra mi rostro…
-Mal momento para comenzar una conversación supongo
-Supongo…
-Perdona es que te acabo de ver en un cuadro te lo juro y quería ver si eras real.
-¿Y te he parecido real?
-Muy real, ¡No te crees lo que te cuento verdad!, ¡Acompáñame y te lo demuestro!
-No es necesario, la exposición es mía, soy la autora.
-Ves ya estoy otra vez viendo cosas raras ¿Eso es una oveja verdad?
-Si, ¿Qué tiene de raro?
-La situación… porque estamos en el centro de Madrid
-Cierra los ojos, a lo mejor cuando los abras ya no esta.
Con determinación pero sin encontrarle sentido cerré los ojos y cuando los abrí, no había oveja, no había chica, ni siquiera estaba en Madrid.
La oveja había desaparecido y en su lugar había una procesión de nazarenos.
Cogí el móvil y llame a mi hermano rápidamente antes de que desaparecieran los nazarenos.
-¡Javi! Por favor ven a casa y llévate tu marihuana.

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Consuelo

Consuelo: V. bajo consolar; Nombre de mi abuela
Cuando estaba triste dejaba las miradas de lado y jugaba con las palabras, me juntaba con algún amigo y hacíamos un concurso a ver quien se encontraba peor, normalmente perdía el que mas hablaba, esa extraña búsqueda de compasión siempre me ha llamado la atención porque no hacía que me sintiera mejor sin embargo no podía evitar quejarme, otras personas era entonces cuando se dedicaban a vaciar vasos, mientras yo intentaba mediante las palabras vaciar mi cabeza, cosa arto improbable, a la vista de un vaso vacío no podía evitar meter allí mis palabras, una vieja costumbre y siempre había alguien que se sentía ofendido porque metía mis recuerdos en sus vasos vacíos, pero que coño en algún sitio tendría que ponerlos no…
Me encantaba cuando nadie miraba dejarle todos los consejos acumulados al camarero, que hiciera lo que quisiera con ellos, yo nunca sabía que hacer con los consejos más que acumularlos.
El único con quien nunca encontrabas consuelo era con José María, este tenía la extraña facilidad de cambiar de conversación sin que tu apenas te hubieras dado cuenta, a veces lo miraba esperando el extraño giro en su dialogo que me iba a llevar al sitio desde el que venía pero eso nunca pasaba.

-José estoy muy jodido me he despistado un momento tan solo un instante y le he destrozado el coche a mi padre.
-Joder no encuentro el momento de decírselo.
-No te preocupes… por cierto sabes que he perfeccionado una técnica para mear sin dejar la última gota en el calzoncillo y eso que hace un par de meses me parecía imposible.

En ese preciso momento me levante y me marche, me daba igual si era un mentiroso, si realmente llevaba dos meses perfeccionando una técnica para no dejar la última gota en el calzoncillo, joder estaba preocupado por como comentarle a mi padre que le había destrozado el coche y el me contaba lo de la última gota del calzoncillo. Además a alguien que intenta aprender a mear sin dejar la última gota en el calzoncillo deberían de darle o un premio raro o un par de hostias, no me extrañaba que su novia le hubiera dejado, a ninguna tía le puede gustar alguien que mee tan bien como José María, debería aprender algo importante como jugar al badminton y dejarse de gilipolleces.