Es fácil caer en la tentación de pensar que, como profesores a nivel individual, poco o nada podemos hacer para mejorar la docencia en la Universidad. Es bastante habitual encontrar profesores que están esperando a que los de “arriba” digan lo que tienen que hacer. Pero podemos poner en práctica, profesores y equipos directivos de centros, distintas iniciativas, sin esperar a directivas de rectorado y ministerios. Estamos viviendo momentos de cambios. Momentos que hay que verlos como una oportunidad para abordar pequeñas reformas metodológicas que nos permitan conseguir una mayor calidad del proceso de enseñanza/aprendizaje (no hay enseñanza si no hay alguien que aprenda). El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) ya está aquí y lo tenemos que construir entre todos (no debemos converger a él, porque no hay un punto determinado de antemano al que dirigirnos).
Hace aproximadamente un año fui invitado por Joe Miró de la Universitat de les Illes Balears a participar a inaugurar el Seminario de Docencia del Departamento de Matemáticas e Informática. En esa ocasión, junto con Rosana Satorre, escribimos un borrador que titulamos “Doce propuestas y una reflexión” para que sirviera de punto de partida para el debate. Fruto del trabajo del seminario, presentamos la ponencia “Doce propuestas y una reflexión” en las XIII Jornadas de Enseñanza Universitaria de la Informática (JENUI 2007) celebradas en el mes de julio en Teruel. En esta ponencia recogemos doce propuestas realistas y viables –aunque no necesariamente fácilmente realizables– que se pueden poner en práctica. Y acabamos con una reflexión, que es más general que las propuestas, y que tiene la intención de que pensemos en cómo obtener un reconocimiento por el trabajo que dedicamos a la investigación de la mejora de la labor docente
Recientemente me ha invitado Rafael Corchuelo a dar una charla, en el mes de noviembre, en la ETSI Informática de la Universidad de Sevilla en el marco de diversas actividades que están organizando relacionadas con la renovación de las metodologías docentes. Se trata de reflexionar sobre la forma en que trabajamos ahora y estudiar de qué forma podemos mejorar, de cara al diseño de los nuevos planes de estudio (principal tarea en la que estamos embarcadas todas la Universidades Españolas en estos momentos). En este contexto y tras reflexionar sobre ello, es cuando plantee la charla “El efecto mariposa en la mejora de la docencia universitaria”. El objetivo de esta charla es argumentar que hay muchas pequeñas (o no tan pequeñas) cosas que los profesores de a pié podemos hacer y que pueden representar un verdadero cambio. No pretendo dar consejos ni consignas de qué hacer, sino estimular el debate entre los grupos docentes. En ese sentido, debe interpretarse como unas notas, fruto del interés por la docencia y apoyadas por la experiencia de impartir asignaturas en las titulaciones de informática en la Universidad de Alicante. Tal como dice el efecto mariposa, término proveniente de un proverbio chino, “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.
PD: tras la charla, prometo añadir una nueva entrada que se llame “El efecto mariposa en la mejora de la docencia universitaria (II)” en la que contaré como ha ido.