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Reflexiones personales

Necesitamos un sistema educativo para el siglo XXI

Hoy me ha hecho llegar Ana Illanas el enlace al programa de Redes de ayer:
“El sistema educativo es anacrónico”
http://www.rtve.es/television/20110304/redes-sistema-educativo-anacronico/413516.shtml

En una entrada anterior que hablaba de la creatividad ya puse un enlace a un video de Ken Robinson (Creatividad y Educación). En otra entrada también hablé de Marc Prensky, del que aparece en la introducción del programa de hoy (No me molestes, mamá, estoy aprendiendo).

En fin, hace falta repensar en sistema educativo si queremos que sirva para su cometido: preparar a los niños de hoy para que vivan y lideren el mundo del futuro.
Hace unos meses, hablando de mi padre, comentaba que hasta el último segundo de su vida se le vio orgulloso porque estaba satisfecho de su vida ya que había conseguido los dos objetivos básicos que dan sentido a este paso temporal por la vida: que todo el mundo le recordara con cariño y hablara bien de él y que el legado que dejaba (sus hijos) fuera mejor que él (según su opinión).
Como persona comparto plenamente estos dos objetivos. Además como profesor también (muchas veces comparo ambos mundos, ya que para mi son muy similares). Creo que el orgullo de un profesor es que sus alumnos le recuerden con cariño y que las distintas generaciones sean mejores que las anteriores.
Necesitamos urgentemente un sistema educativo que nos permita explotar al máximo el enorme potencial de nuestros jóvenes.

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No me molestes, mamá, estoy aprendiendo

La primera vez que oí hablar de (leí a) Marc Prensky fue a través del término “nativos digitales” que había acuñado. En una de mis primeras entradas de este blog hablaba de ello (Paradoja de las tecnologías digitales en la educación). Derivado de la reflexión que hicimos para llegar a esa cuarta fase de incorporación de la tecnología, consistente en hacer cosas nuevas de modos nuevos, nos pusimos a trabajar en el uso de los videojuegos en la enseñanza. Al respecto de ello escribía la entrada del blog gLearning. Los libros de Marc Prensky, y en concreto el libro “Don’t Bother Me Mom – I’m Learning!” nos animó a seguir en esta línea de trabajo y a pensar que íbamos por el buen camino. El título de libro me pareció fantástico (“No me molestes, mamá, estoy aprendiendo”), ya que a todo padre/educador le encantaría que sus hijos reaccionaran en relación a los deberes escolares de la misma manera que lo hacen cuando les dices que apaguen la videoconsola.
Pero dado lo complejo que es desarrollar un videojuego, nos decantamos por trabajar en lo que definimos como Mini-Juegos Conceptuales. Y así durante los dos últimos años hemos desarrollado un proyecto dentro del marco del Plan Avanza titulado “gameLearning: desarrollo de habilidades directivas mediante minijuegos conceptuales”. Recientemente hemos finalizado la parte de desarrollo de videojuegos, que pueden ser libremente descargados en la dirección http://www.byterealms.com/proyectos/gamelearning. Fruto de este proyecto, se ha creado un equipo de trabajo bajo la denominación de ByteRealms, que estamos investigando y desarrollando videojuegos educativos.
Pero, ¿a qué viene esta reflexión ahora? Pues a que hoy ha caído en mis manos el vídeo del programa Redes (Redes 75: No me molestes, mamá, estoy aprendiendo) en el que se entrevista a Marc Prensky y se habla de la relación entre los videojuegos y el aprendizaje. Muy interesante de ver.

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Mini-juegos Conceptuales

Los videojuegos están presentes cada vez más en la sociedad abarcando con el tiempo un mayor rango de edades de los usuarios. Con toda la oferta multimedia que nos rodea es normal que los actuales métodos de enseñanza se resientan al no conseguir sus objetivos. Por esta razón surgen, cada vez con mayor intensidad, los videojuegos educativos, buscando cubrir la necesidad de aportarles algo más que entretenimiento, para que aprendan de la mejor manera, jugando.

Sin embargo, no resulta sencillo desarrollar videojuegos educativos. Hay que conseguir unificar dos términos que, en un principio parecían destinados a no entenderse: aprender y divertirse. El verdadero objetivo es conseguir un videojuego que sea capaz de enseñar determinados conceptos y que a la vez tenga la capacidad de divertir al jugador para evitar que abandone dicho aprendizaje. Y este es un equilibrio delicado.

La clave del éxito está en escoger correctamente el tipo de videojuego que mejor encaja con lo que se quiere enseñar. Nosotros proponemos videojuegos cortos o mini-juegos dirigidos a un concepto concreto que se quiere enseñar. De ahí que los hayamos llamado “mini-juegos conceptuales” y cada uno de ellos representa un objeto de aprendizaje.
Se elige un concepto determinado y se idea un mini-juego que lo represente. De este modo, un mismo mini-juego puede ser utilizado en distintas disciplinas, haciéndolos altamente reutilizables.

Existen varias maneras de plantearse un mini-juego, pero en este caso apostamos por aquellos que no tienen fin, es decir, el objetivo del mini-juego es muy sencillo y se debe intentar conseguir reiteradamente hasta que se falle. Un ejemplo muy claro de mini-juego sin fin es el legendario Tetris. El objetivo es encajar los bloques y no cambia en toda la partida, aunque cada vez es más difícil. Se trata de conseguir algo similar dentro del marco académico. ¿Por qué esta característica es interesante en el aprendizaje?
Simplemente porque el hecho de repetir algo, va asentando el conocimiento. Y si además, la dificultad va aumentando de forma gradual, el esfuerzo del jugador por superarse irá incrementándose de igual modo.

Este tipo de mini-juegos apuesta por la jugabilidad en lugar de tratar de conseguir unos gráficos de alta calidad. Deben ser sencillos pero divertidos. Gracias a esto, son menos costosos de implementar y se puede obtener una colección de ellos con más facilidad.

Existen algunos ejemplos muy curiosos de mini-juegos orientados a un tema concreto. Los lleva a cabo “The Experimental Gameplay Project” en Carnegie Mellon University. Su objetivo no es el mismo que el que aquí se trata ya que ellos están interesados únicamente en la jugabilidad y no en enseñar con sus mini-juegos. Pero su trabajo ilustra perfectamente lo que intentamos explicar con esta entrada.

Por nuestra parte, ya hemos comenzado la andadura hacia los mini-juegos conceptuales. Hemos desarrollado el que será el primero de la colección: MemOwl. Su objetivo es agudizar la memoria a corto plazo memorizando colores y siendo capaz de identificarlos después. Podréis probar MemOwl ya que en breve estará disponible para su descarga.

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gLearning

No creo en las casualidades, pero cuando se dan muchas coincidencias en un breve lapso de tiempo se me enciende una luz de que centra mi atención en cierto aspecto. Esto es lo que me ha pasado estos días en relación al uso educativo de los videojuegos.

El viernes estuvieron en la Universidad de Alicante Qasim Medhi, director del Games Simulation and Artificial Intelligence Centre y Robert Moreton, director de la School of Computing and Information Technology de la University of Wolverhampton para firmar un acuerdo marco de colaboración entre ambas universidades, entre otras cosas, para trabajar conjuntamente en investigaciones en el campo de “Interactive Digital Media and Computer Games”. En dicha conversación Qasim propuso que empezáramos a utilizar el término gLearning para referirnos al uso de los videojuegos (computer games) en el aprendizaje.

El próximo fin de semana, en concreto el sábado 15 de diciembre de 2007, en el pabellón deportivo de la Universidad de Alicante tendrá lugar la 3ª edición del Campeonato de España de Machine Dance organizado por el grupo Cheesetea . Quien no vea que relación tiene esto con la enseñanza que vea el siguiente vídeo y que pregunte a cualquier profesor de educación física de cualquier nivel educativo si esto no es adecuado para trabajar la psicomotricidad, coordinando las funciones motrices con las psíquicas.

Por otro lado, estas son fechas en las que los que tenemos hijos preparamos con ellos la lista de posibles peticiones para la carta a los Reyes Magos. Mi hija Berta cumple siete años a mitad de diciembre y por eso la lista debe ser aún más extensa. Y en esas estoy. Uno de los posibles regalos es la alfombra de baile, en concreto de High School Musical pero hay otras. Con ella aprenden los pases de baile siguiendo las luces de la misma y con varios niveles de dificultad y velocidades para ir progresando a su ritmo. Esta semana estuve en unos grandes almacenes y únicamente les quedaba una.

A otro candidato de lista me lo encontré ayer por la mañana en un folleto publicitario que acompañaba el periódico. Se trata del juego “Imagina ser veterinaria” para la Nintendo DS. Desde pequeña nos dice que quiere ser veterinaria ya que le gustan mucho los animales. Aunque la NDS es mía, le dejo jugar con ella, pero siempre bajo mi supervisión (tanto del tiempo que dedica como de los juegos que tiene).

En el mismo periódico encontré un artículo titulado “Un Julio César de píxeles. ¿Puede un videojuego convertirse en una herramienta educativa?” en el que se habla del uso del videojuego Imperium Civitas II en el aula en las clases de historia de Secundaria.

En el dominical de este mismo periódico aparece una foto de Nicole Kidman entrenando su cerebro con Brain Training. Ese mismo anuncio lo veo todos los días en una valla publicitaria al ir a la Universidad y en la televisión en franjas horarias no dedicadas a los niños (por ejemplo el sábado por la noche). Ese juego fue el culpable de que me comprara la NDS ya que a cierta edad hay que empezar a mantener en forma la mente, aunque he de reconocer que me gusta más verme reflejado en Nicole Kidman que en Amparo Baró (con todos los respetos a esta gran actriz) y he de confesar que no me molestaría en absoluto compartir el sofá con Nicole mientras entrenamos juntos el cerebro.

Hace una semana me dejaron el English Training y estuve toda la semana practicando mi inglés ante la visita de los compañeros de la Universidad de Wolverhampton.

Demasiadas señales juntas. Esto me lleva a la pregunta: ¿jugando o aprendiendo?

Pero no es una cuestión de modas. El juego es (y ha sido siempre) una preparación para el mundo real, en un entorno controlado y seguro. Todo juego tiene su componente de aprendizaje. Únicamente que han cambiado los modos de jugar y ha cambiado el mundo. Desde que en septiembre de 2002 Fran Gallego, entonces estudiante de Ingeniería Informática y ahora profesor de la Universidad, me propusiera que le dirigiera el Proyecto Fin de Carrera en el campo de desarrollo de videojuegos, estamos trabajando en ello y centrándonos en su uso en el aprendizaje, habiendo publicado distintos trabajos (sirva de referencia “Computer Games tell, show, involve … and teach” presentado en el 8º Simposio Internacional de Informática Educativa en octubre de 2006). Tal como decía en la entrada del blog “Paradoja de las tecnologías digitales en la educación” se trata de hacer cosas nuevas de modos nuevos.

En estos momentos estamos trabajando en mini-juegos conceptuales, pero dejo que de ello hable Ana Illanas en una próxima entrada de este blog.