Este año se celebra un aniversario científico: el cincuenta aniversario de la invención del láser. El primer láser, nacido en 1960 en los Laboratorios de Investigación Hughes, en California (EE UU), de la mano de Theodore Maiman (1927-2007), pasó en poco tiempo de ser una curiosidad sin aplicaciones a una fuente de desarrollos tecnológicos en apariencia inagotable. El láser fue el revulsivo que reactivó muchos campos de la óptica (la física en general y pos supuesto de la tecnología) de forma “explosiva” a principios de la década de 1960 y puede decirse que el láser es uno de los más importantes y versátiles instrumentos científicos. Maiman, un físico de los laboratorios de investigación Hughes, obtuvo el 16 de mayo de 1960 su primera emisión láser. Poco después, Maiman tenía listo un láser de rubí. Como anécdota mencionaré que Mainman envió un artículo a una de las revistas de física más prestigiosas, el Physical Review. Sin embargo, sorprendentemente el editor rechazó el artículo. Por esta razón, el primer anuncio del láser apareció en la revista británica Nature en 1960. El láser es de gran importancia, no sólo por sus múltiples aplicaciones científicas y técnicas, sino porque fue un factor crucial en el renacer de la óptica. Alrededor de 1950 la óptica se consideraba una disciplina con un gran pasado, pero sin visos de tener un gran futuro. Sin embargo, el láser cambió esta percepción drásticamente y dio lugar a un desarrollo nuevo y vigoroso de la óptica en campos como la holografía, la optoelectrónica, la óptica no lineal o las comunicaciones ópticas. (más información).
Descargar artículo de Humberto Michinel publicado en la “Revista Española de Física”. El láser: 50 años de luz