2015, Año de la Luz y de las Tecnologías basadas en la Luz.
Con los autores modernos se divide la consideración de la naturaleza de la luz en dos corrientes: ondulatoria y corpuscular. En la defensa de la naturaleza ondulatoria de la luz destacan figuras como Christian Huygens (1629-1695), astrónomo, físico y matemático holandés, que considera a luz como un fenómeno ondulatorio semejante al sonido. Todas las ondas conocidas hasta entonces eran ondas mecánicas y necesitaban, por tanto, de un medio material para su propagación. Como la luz atraviesa el vacío, el medio en el que se propagan las ondas luminosas no puede ser el aire, como en el caso del sonido, sino que se postuló un medio como un fluido muy sutil llamado éter luminoso, cuyas vibraciones constituyen la luz. El éter se remonta a las ideas griegas y medievales sobre la naturaleza de los cuerpos celestes. Huygens pudo deducair las leyes de la reflexión y la refracción, llegando incluso a explicar la doble refracción de la luz de la calcita, usando su teoría ondulatoria. En la defensa de la naturaleza corpuscular de la luz destaca fundamentalmente Isaac Newton (1643-1727), figura cumbre de la historia de la Física. Desde los tiempos de Newton hasta los primeros años del siglo XIX, la teoría corpuscular de la luz gozó del favor de la mayor parte de los físicos, fundamentalmente por la autoridad de Newton. De hecho, el gran peso que tenía su opinión cayó como una losa sobre la teoría ondulatoria durante el siglo XVIII, aplastando a sus partidarios.
E. Hecht y A. Zajac, Óptica. Addison-Wesley Iberoamericana. Madrid, 2000.
Agustín Udías Vadiñas, Historia de la Física: De Arquímedes a Einstein. Editoríal Síntesis. Madrid, 2004.