Los arquitectos vestimos de negro y calzamos gafas de pasta negras. Nuestro trabajo es lento, recurrente, pesado, dilatado en el tiempo e irreversible en sus resultados. Es trascendente, grave, importante, es mayor. Se trata de un deporte de viejos y no más un deporte de riesgo.
Al llegar a la escuela asumimos rápidamente nuestra triste condición y nos vestimos poco a poco de arquitectos. Entendemos las reglas de juego del sistema universitario y rápidamente nos vamos oscureciendo. Con el tiempo aprendemos a pensar que el negro es elegante…. ¡Qué se le va a hacer!
Supongo que debe de ser así y confiamos en los cursos regulares para ir desarrollando esta labor. Lo que os estamos pidiendo es de otro orden. Es ligero, es rápido, tiene color. Hacer un vídeo mirando a la cámara no puede ser un problema, no puede ser un proyecto inacabable, no puede generarnos horas de sueño. Aceptar un formato concreto tampoco puede serlo. Debe aparecer breve y alegremente, en toda su espontaneidad. Queremos que os quitéis el traje negro al menos por unos instantes. Prometemos no decírselo a nadie ¿de acuerdo? El baremo de mal o bien cambia de significado. Os pedimos honestidad y sinceridad, no que sepáis mucha arquitectura. Tenemos confianza plena en vosotros, en nosotros, y en el contexto universitario para desarrollar este trabajo. Se trata de vosotros y de nosotros, de vuestra formación y de la nuestra.
Los vídeos se hacen velozmente. Se miran y se vuelven a hacer. Es un ejercicio gimnástico. Prorrogamos el juicio profundo y nos quedamos en el juicio somero e inmediato. Me gusta o no me gusta, cumple o no cumple, lo puedo hacer mejor, no puedo. Finalmente estoy aquí, sí, este soy yo y esto es lo que pienso, esto es lo que he aprendido.
Aceptemos la incertidumbre, el deseo y el riesgo.
Aparquemos las apariencias fuera, dejémoslas de lado, arrinconemos el negro …
Sospechamos que estáis sumidos en una gran confusión. Han aparecido unos profesores transversales que os sacan de vuestro cómodo contexto de clase. Bastante atareados estáis en reconocer en vuestro profesor regular las pistas seguras que os conducirán al éxito deseado en junio como para encima tener que interpretar otra familia de variables, y además somos tripartitos y además somos contradictorias.
Descubrimos que hablar de la identidad de la Escuela es hablar de vuestra identidad. Es incómodo.
Además hemos fijado un formato único de comunicación, hemos priorizado el contenido sobre la forma, limitando enormemente la construcción de metáforas formales y provocando un encuentro directo con el pensamiento personal. Queremos un material que no tenga una lectura directa y personalista sino que será objeto de una edición posterior que hará derivar el significado de cada vídeo individual en una unidad superior hasta el momento desconocida.
Queremos ser ligeros, producir mucho fijando tan sólo el formato. Restarle trascendencia a lo producido.
Somos un grupo viscoso sin definir, ni en su alcance ni en su compromiso. No tenemos urgencias, demandamos concentración y compromiso. Somos 24+3 pero ni siquiera esto es exactamente así. Nuestra presencia no es regular, la vuestra tampoco. El andamiaje está sin acabar de construir, es tarea común.
No ponemos notas, no tenemos autoridad. Somos desde este punto de vista asignificantes, somos un cero a la izquierda. No tenemos rango de profesores.
Pero confiamos en vosotros y en nosotros.
Enrique Nieto