[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/PW6vtrdQfsw" width="425" height="350" wmode="transparent" /]
Ya han pasado más de 10 años desde que, en 1996, arrancara la titulación de Arquitectura en Alicante. Cuando nos propusimos proyectar fuera, como escuela, la imagen que ha ido construyendo de sí misma a lo largo de este tiempo, surge el primer reto. Tal vez la manera más objetiva y neutra de contar lo que somos y de dónde venimos sea precisamente a través de lo producido y no a través de lo programado.
Evitamos, así, el riesgo de proyectar una imagen parcial. No se trataría, pues, de predeterminar una imagen y realizar una selección, ya que ésta podría estar afectada por el interés de ciertas posiciones docentes momentáneas. Se trataría más bien de proceder a la inversa: seleccionar manteniendo cierta incertidumbre en el proceso y encontrando en la ordenación de lo producido esa imagen. Por ello, el mejor indicador de calidad en el PFC pasa por el grado de rigor con el que ha sido desarrollado. No ha sido criterio de selección ni el tema ni la referencia al portfolio (entendido como el conjunto de intereses que definen la trayectoria personal del alumno), ni el grado de innovación alcanzado. Lo único que tienen en común todos ellos es la capacidad crítica en su desarrollo hacia la búsqueda de lo nuevo. Se caracterizan por un uso inteligente de herramientas específicas que ha determinado cierta brillantez en el resultado. Encontradas las semejanzas, se ordenarán según sus diferencias. Este es el segundo criterio. Así pues, observando principalmente la naturaleza del tema y la metodología desplegada en su elaboración, se puede trazar cuatro categorías:
1. Producciones: reconstrucción de acontecimientos y entidades políticas, culturales, urbanas y territoriales. Aquí se agrupan proyectos comprometidos con “lo social” y se caracterizan por entender la arquitectura como respuesta técnica a un hecho de tipo social, cultural, político, etc. Los entornos de trabajo suelen ser los propios del alumno y afectan directamente a su sensibilidad pública. Desde la interpretación individual de lo público se refigura la realidad de lo colectivo.
2. Invenciones: escenarios para una nueva realidad. Aquí se agrupan proyectos en los que la realidad se redibuja desde, y exclusivamente, un mundo personal. El emplazamiento, el programa y las estrategias desplegadas se alejan de la realidad misma así como de cualquier alusión a la arquitectura entendida desde la necesidad o resolución de problemas. La novedad se plantea aquí, precisamente, desde el alejamiento a lo conocido para encontrar desde lo desconocido nuevos escenarios en los que reformular conductas aprendidas.
3. Gestión del conocimiento arquitectónico avanzado: nuevas estrategias y aplicaciones. Aquí se agrupan proyectos que indagan sobre el papel mismo del proyecto de arquitectura y la profesión. El proyecto como herramienta en sí misma y no como resultado. El proyecto como estimulación y no como definición. En definitiva, se trataría de ejercicios que buscan posicionarse como nuevas maneras de entender el ejercicio profesional.
4. Experiencias: innovación proyectual a partir de programas específicos. Aquí se agrupan proyectos que buscan la innovación haciendo evolucionar los tipos históricamente aprehendidos. A partir de programas arquitectónicos predeterminados se busca su transformación e implementación mediante el uso de estrategias que hagan referencia a “la contemporaneidad” desde la influencia de la técnica y tecnología hasta el conocimiento de las nuevas conductas sociales así como las actuales conciencias mundiales.