Desde hace ya varios cursos académicos se está intentando modificar la actual distribución horaria del colegio. La iniciativa, como es lógico, parte de gran parte del colectivo laboral de los centros de educación pública. El nuevo horario implicaría trabajar (aprender) más por la mañana y realizar actividades menos exigentes desde el punto de vista intelectual y cognitivo por la tarde. Es un cambio que supone poder seguir manteniendo el mismo horario de los centros (de 9 a 17 horas) pero dando la posibilidad a que parte del alumnado termine su jornada escolar a las 14 horas. Sería posible seguir asistiendo al servicio de comedor (que en principio se vería un poco descongestionado por el posible menor número de usuarios del mismo) y sería también posible asistir al centro a partir de las 15:30 para aquellos que coman fuera del centro escolar. Por la tarde, hasta las 17 horas, se realizarían actividades gratuitas impartidas por el personal de la empresa concesionaria del servicio de comedor pero controladas, diseñadas y supervisadas en parte por la dirección y el personal del centro. A dichas actividades se puede asistir con independencia de ser usuario o no del servicio de comedor pero con un compromiso por parte de familias y alumnado, ya que requieren de una planificación y presupuesto por parte del colegio.
No votar el jueves 15 de septiembre significa votar a favor de la continuidad de la actual distribución horaria. De modo que para implantar la jornada continua debería votar al menos bastante mas de la mitad del censo del colegio, y tener como mínimo un 55% de votos de respaldo del total del censo. Eso significa que si la participación es inferior al 50%, automáticamente no cambia nada y continuan las cosas como están, salvo la imposibilidad de realizar actividades extraescolares antes de las 17:00 h. Ya que sea cual sea el resultado de la votación, no pueden organizarse actividades extraescolares “de pago” por parte de empresas externas o personas físicas ajenas al colegio antes de las 17 horas.
Solo por la implicación y motivación de las profesoras de nuestros hijos y nuestra hijas creo que merece la pena intentarlo. Y creo que el personal docente está convencido de las bondades en cuanto a rendimiento del horario propuesto. El cómputo total de la jornada puede seguir siendo el mismo. Se supone que las actividades de la tarde serán atractivas, no se trata de una mera espera hasta las 17 horas. En cualquier caso, como todos sabemos, los buenos resultados educativos son directamente proporcionales al grado de implicación y participación en le proceso de madres, padres y profesorado.
El inglés como actividad extraescolar en las etapas de Educación Infantil y Primaria merece un tratamiento especícfico.