A falta de confirmación oficial, el 18 de junio es el último día de colegio para el ciclo de educación infantil y primaria en los colegios públicos de la ciudad de Alicante. El 7 de septiembre de 2009 es lunes, con lo que podemos dar gracias si ese día comienzan las clases del curso 2009-2010. Si contamos los días de vacaciones son exactamente ochenta días. Prácticamente tres meses. Superando incluso a las largas vacaciones de la primera transición, allá por las décadas de los setenta y ochenta. Me pregunto si este punto figuraba entre las reivindicaciones de los que coreaban font de mora no me toques la bacora durante la huelga en la enseñanza no universitaria de la pasada semana. Me refiero a dotar de un mínimo de sentido común a la cosa. Porque me da la impresión, tras dos años de escolarización de mi hija en un colegio público, que la cosa está peor de lo que me podía imaginar. Veo mucha desgana, y no por las sufridas maestras y maestros. Todo lo contrario, mi pública felicitación a María Elena, su maestra. Pero sí en la intención por parte de responsanbles y autoridades competentes de aprovechar un momento que está cambiando mucho y muy rápidamente. O al menos es la impresión que me da a mí. Por no hablar de la enseñanza y aprendizaje del inglés. Todo el mundo reconoce y habla de su importancia, pero muchos alumnos siguen sin un profesor de ingés en su planificación docente y su diseño curricular, por favor, y cuando lo tienen, es para una hora a la semana, cuando no al mes. Si contamos las semanas, a mí no me salen las cuentas. Eso sí, a edades tempranas (de cuatro a seis años) siempre nos quedan las academias privadas, ahora mismo pienso que la única opción. Y en educación primaria estamos obligados, al menos moralmente, a apuntarlos a inglés como actividad extraescolar con el consiguiente abono económico del servicio. Por mi parte estoy pensando en contratar una profesora nativa para dar algunas clases de conversación, nivel oral y elemental, en inglés a mi hija de cinco años y aprovechar este largo veranito que nos espera para algo más que descansar. juan.carrasco@ua.es